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Isaías 11:4 - Biblia Martin Nieto

juzgará con justicia a los débiles, y con rectitud a los pobres del país; al tirano herirá con la vara de su boca, matará al criminal con el soplo de sus labios.

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Biblia Reina Valera 1960

sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Hará justicia a los pobres y tomará decisiones imparciales con los que son explotados. La tierra temblará con la fuerza de su palabra, y bastará un soplo de su boca para destruir a los malvados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

sino que hará justicia a los débiles y defenderá el derecho de los pobres del país. Su palabra derribará al opresor, el soplo de sus labios matará al malvado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Sino que juzgará con justicia a los pobres, Y arbitrará con equidad por los mansos° de la tierra; Herirá al opresor° con la vara de su boca, Y con el espíritu de sus labios matará° al impío.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Juzgará con justicia a los míseros, sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra. Herirá al violento con la vara de su boca, matará al impío con el aliento de sus labios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.

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Isaías 11:4
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David reinó sobre todo Israel, y administró rectamente la justicia a todo su pueblo.


No escapará de las tinieblas: agostará la llama sus renuevos, y su fruto será sacudido por el viento.


Bajo el soplo de Dios perecen éstos, por el viento de su ira son aniquilados.


El Señor extenderá desde Sión el poder de tu cetro: domina sobre tus enemigos.


Entonces se estremeció, tembló la tierra, las bases de los montes vacilaron, retemblaron al estallido de su ira;


Los destrozarás con un cetro de hierro, los triturarás como a vasos de alfarero'.


cuando Dios se levanta para hacer justicia, para liberar a todos los oprimidos de la tierra.


Aprended a hacer el bien, buscad lo que es justo, socorred al oprimido, haced justicia al huérfano, defended a la viuda.


Yo castigaré por su maldad al mundo, a los criminales por sus delitos; acabaré con la arrogancia de los orgullosos y humillaré el orgullo de los tiranos.


Entonces los pobres comerán en mis pastos, y los indigentes reposarán en calma; pero a tu raza la haré morir de hambre, y mataré lo que quede.


Entonces el trono se afincará en la bondad; en él se sentará con fidelidad bajo la tienda de David un juez amante del derecho y celador de la justicia.


Él gobernará las naciones y dictará sus leyes a pueblos numerosos, que trocarán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. No alzará ya la espada pueblo contra pueblo ni se entrenarán ya para la guerra.


la pisotean los pies de los humildes, los pasos de los pobres.


Aún volverán los humildes a alegrarse en el Señor, y los pobres se gozarán en el Santo de Israel;


Entra en juicio el Señor con los ancianos y los jefes de su pueblo: Vosotros habéis devastado la viña, guardáis en casa lo robado al pobre.


Su soplo es cual corriente desbordada, que llega hasta el cuello, para cribar a las naciones con criba destructora y poner un bocado extraviador en las quijadas de los pueblos.


Pues a la voz del Señor, Asiria será quebrada, golpeada por la vara;


Pues desde hace tiempo está dispuesta en Tofet, preparada también para Moloc, una fosa honda y ancha, llena de paja y leña; el soplo del Señor, como un río de azufre, la prenderá.


He aquí que un rey reinará con justicia y príncipes gobernarán según derecho.


También son perversas las armas del mentiroso. Tramas inicuas urde para perder a los humildes con mentiras, y a los pobres que reclaman su derecho.


se han aflojado sus amarras, no sostienen ya el mástil, ni ondean las enseñas.


La hierba se seca, la flor se marchita, cuando el soplo del Señor le llega. ¡Sí, el pueblo es la hierba!


Hizo de mi boca una espada afilada, con la sombra de su mano me guardó; hizo de mí una flecha aguzada, en su aljaba me escondió.


El espíritu del Señor Dios está en mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a llevar la buena nueva a los pobres, a curar los corazones oprimidos, a anunciar la libertad a los cautivos, la liberación a los presos;


El Señor ha lanzado una orden contra Jacob y va a caer sobre Israel.


En aquel tiempo, en aquellos días, suscitaré a David un vástago legítimo, que ejecutará el derecho y la justicia en el país.


gordos y rollizos. Han sobrepasado la medida del mal, no hacen justicia, no respetan el derecho de los huérfanos, ni dictan sentencia en favor de los pobres.


Por eso te hice pedazos; por medio de los profetas, te he matado con las palabras de mi boca, y mi justicia brota como la luz.


Buscad al Señor vosotros todos, humildes de la tierra, que habéis puesto en práctica sus preceptos; buscad la justicia, buscad la humildad; quizá podáis quedar seguros el día de la ira del Señor.


los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia el evangelio a los pobres:


Dichosos los afligidos, porque ellos serán consolados.


Saulo, por su parte, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote


Yo mismo, Pablo, os lo pido por la ternura y la bondad de Cristo; yo, tan tímido cuando estoy entre vosotros y tan valiente cuando estoy lejos.


mansedumbre, continencia; contra estas cosas no hay ley.


Entonces se manifestará el hombre de la iniquidad, a quien Jesús, el Señor, hará desaparecer con el soplo de su boca y aniquilará con el resplandor de su venida.


que no hablen mal de nadie, que sean pacíficos, comprensivos y sumamente amables con todo el mundo.


¿Quién es sabio y experimentado entre vosotros? Que muestre, con su buena conducta, su dulzura y su sabiduría.


en su mano derecha tenía siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos; su cara era como el sol que brilla en todo su esplendor.


Luego vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco; el jinete se llama el fiel, el veraz, y juzga y lucha con justicia.


De su boca sale una espada afilada para herir a las naciones; él las regirá con vara de hierro; él pisa el lagar del vino de la ardiente ira del Dios todopoderoso.


Arrepiéntete, pues de lo contrario iré cuanto antes y lucharé contra ellos con la espada de mi boca.