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Isaías 61:1 - Biblia Martin Nieto

1 El espíritu del Señor Dios está en mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a llevar la buena nueva a los pobres, a curar los corazones oprimidos, a anunciar la libertad a los cautivos, la liberación a los presos;

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Biblia Reina Valera 1960

1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado y a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡El Espíritu del Señor Yavé está sobre mí! sepan que Yavé me ha ungido. Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 El Espíritu de Adonay YHVH está sobre mí, porque YHVH me ha ungido. Me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, A vendar los corazones desgarrados, A proclamar libertad a los cautivos Y a los presos apertura de la cárcel;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 El espíritu de Yahveh está sobre mí, pues Yahveh me ha ungido. Para dar la buena nueva a los humildes me envió, para vendar los corazones quebrantados, para proclamar a los cautivos libertad, a los prisioneros amnistía,

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Isaías 61:1
55 Tagairtí Cros  

El Señor se asomó desde su excelso santuario, miró desde los cielos a la tierra,


él cura los corazones rotos y venda sus heridas.


porque el Señor ama a su pueblo y corona de victoria a los humildes.


'Ya tengo yo a mi rey entronizado sobre Sión, mi monte santo'.


Yo alabaré su lealtad en la asamblea, cumpliré mis promesas delante de sus fieles.


conduce en la justicia a los humildes, enseña a los humildes su camino;


Ellos gritan, el Señor los atiende y los libra de todas sus angustias;


Tu trono, oh Dios, dura eternamente; el cetro de tu reino es cetro de justicia.


Señor, abre mis labios, y mi boca anunciará tu alabanza.


Dios da una casa a los abandonados, da a los prisioneros la libertad dichosa; sólo los rebeldes viven en su tierra abrasada.


esto le agradará a Dios más que un toro, más que un novillo con cuernos y pezuñas.


Se los vestirás a Aarón y a sus hijos; y los ungirás, los investirás, los consagrarás y serán mis sacerdotes.


Tomas el óleo de la unción y lo unges derramándolo sobre su cabeza.


Aún volverán los humildes a alegrarse en el Señor, y los pobres se gozarán en el Santo de Israel;


Sí, pueblo de Sión que habitas en Jerusalén, no llorarás más: él te dará su gracia, atento a tus gritos de súplica; en cuanto lo oiga, te responderá.


Entonces la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete días, el día en que el Señor vende la herida de su pueblo y cure la llaga de sus golpes.


También son perversas las armas del mentiroso. Tramas inicuas urde para perder a los humildes con mentiras, y a los pobres que reclaman su derecho.


Sube a un monte alto, mensajero de albricias de Sión, haz resonar fuertemente tu voz, mensajero de albricias de Jerusalén. Hazla resonar sin miedo: di a las ciudades de Judá: ¡Aquí está vuestro Dios!


Aquí está mi siervo a quien protejo; mi elegido, en quien mi alma se complace. He puesto en él mi espíritu, para que traiga la justicia a las naciones.


para abrir los ojos a los ciegos, para sacar a los presos de la cárcel, del calabozo a los que viven en tinieblas.


Acercaos a mí y escuchad esto: No he hablado en secreto desde el principio, desde que esto ha sucedido estoy yo allí. Y ahora el Señor Dios me ha enviado con su espíritu.


y decir a los prisioneros: ¡salid!, a los que están en las tinieblas: ¡mostraos! A lo largo de todos los caminos se apacentarán; en todas las alturas peladas tendrán pastos.


¡Oh, qué bellos son por los montes los pies del mensajero de albricias, que anuncia la paz, que trae la dicha, que anuncia la salvación y dice a Sión: ¡Tu Dios reina!


Estallad a una en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el Señor consuela a su pueblo y rescata a Jerusalén.


Pues esto dice el altísimo, el excelso, el que habita una morada eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en una morada excelsa y santa, pero también estoy con el hombre arrepentido y humilde, para reanimar el espíritu de los humildes, para reconfortar el corazón afligido.


Yo he visto sus caminos, pero le curaré y le aliviaré; le colmaré de consuelos a él y a los que lloran;


En cuanto a mí, éste es mi pacto con ellos, dice el Señor: Mi espíritu, que reposa en ti, y mis palabras, que he puesto en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes, ni de la boca de los descendientes de tus descendientes -dice el Señor- desde ahora y por siempre.


Todo esto lo ha hecho mi mano, y mío es todo ello -dice el Señor-. Pero aquel en quien fijo yo mis ojos es el humilde, el de contrito corazón, que tiembla a mi palabra.


Palabra dirigida a Jeremías de parte del Señor, después que el rey Sedecías contrajo con todo el pueblo de Jerusalén un compromiso para proclamar una manumisión:


mudó también sus ropas de cárcel y lo hizo sentar a su mesa los días restantes de su vida.


Setenta semanas están fijadas sobre tu pueblo y tu ciudad santa, para poner fin al delito y a la injusticia, para perdonar los crímenes e instaurar una justicia eterna, para que se cumplan visión y profecía y para consagrar el lugar santísimo.


Venid, volvamos al Señor: él ha desgarrado, él nos curará; él ha herido, él nos vendará.


Ésa es la parte de Aarón y la de sus hijos sobre las ofrendas quemadas en honor del Señor, a partir del día en que el Señor los consagró como sacerdotes suyos.


Yo, en cambio, estoy lleno de fuerza, gracias al espíritu del Señor, de justicia y de fortaleza, para anunciar a Jacob su delito y a Israel su pecado.


los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia el evangelio a los pobres:


Entonces Juan accedió a ello. Una vez bautizado, Jesús salió del agua; y en esto los cielos se abrieron y vio al Espíritu de Dios descender en forma de paloma y posarse sobre él.


Y les respondió: 'Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia el evangelio a los pobres.


Andrés encontró a su hermano Simón y le dijo: 'Hemos encontrado al mesías' (que significa el Cristo).


Porque el que Dios ha enviado dice las palabras de Dios, pues Dios le ha dado su espíritu sin medida.


cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y llenó de poder a Jesús de Nazaret, el cual pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el demonio, porque Dios estaba con él.


a abrirles los ojos, para que pasen de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios; para que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los consagrados.


Así ha sido. En esta ciudad, Herodes y Poncio Pilato se confabularon con los paganos y gentes de Israel contra tu santo siervo Jesús, tu mesías,


El Señor es Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.


Pero Dios, que consuela a los afligidos, nos consoló con la llegada de Tito.


Has amado la justicia y odiado la iniquidad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría con preferencia a tus compañeros.


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