Isaías 32 - Biblia Martin Nieto1 He aquí que un rey reinará con justicia y príncipes gobernarán según derecho. 2 Cada uno será como un refugio contra el viento y un abrigo contra la tempestad; como corrientes de agua en tierra seca, como la sombra de una gran peña en tierra ardiente. 3 Los ojos de los que ven no estarán más cerrados, y los oídos de los que oyen estarán atentos; 4 el corazón de los necios entrará en razón, y la lengua de los tartamudos hablará con soltura. 5 No se dará ya al necio el nombre de noble, ni el mentiroso será llamado generoso. 6 Pues el necio necedades habla, y su corazón medita iniquidad para cometer perversidades y hablar mal del Señor, para dejar vacío el vientre del hambriento y privar al sediento de bebida. 7 También son perversas las armas del mentiroso. Tramas inicuas urde para perder a los humildes con mentiras, y a los pobres que reclaman su derecho. 8 En cambio, el noble sólo nobleza guarda, y a nobles empresas se entrega. 9 Mujeres despreocupadas, levantaos; escuchad mi voz, hijas confiadas; prestad oído a mi palabra. 10 Dentro de un año y unos días temblaréis, ¡oh confiadas!, porque se habrá acabado la vendimia y no habrá más recolección. 11 Temblad, despreocupadas; estremeceos, confiadas; despojaos, desnudaos, ceñíos la cintura, 12 golpeaos el pecho por los campos risueños, por las fértiles viñas, 13 por el terruño de mi pueblo, donde brotan abrojos y espinas; por todas las casas jubilosas de la ciudad alegre. 14 Pues el palacio está desierto, el bullicio de la ciudad ha enmudecido, el Ofel y la torre de guardia se han convertido para siempre en cavernas, en solaz de los asnos salvajes y pasto de los rebaños. 15 Hasta que sobre nosotros se derrame el espíritu venido de lo alto: entonces el desierto se trocará en vergel y el vergel se cambiará en selva. 16 En el desierto morará el derecho, y la justicia habitará en el vergel. 17 De la justicia brotará la paz, y del derecho, la calma y la seguridad por siempre. 18 Mi pueblo vivirá en mansión de paz, en moradas seguras, en apacibles lugares de reposo. 19 (Como granizo, el bosque se derrumbará, y la ciudad se hundirá totalmente). 20 Felices vosotros, que entonces sembraréis junto a todas las aguas, dejando suelto al buey y al asno. |
Evaristo Martín Nieto©