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Lucas 7:13 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Y cuando Jesús la vio, tuvo compasión de ella, y le dijo: – ¡No llores más!

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Biblia Reina Valera 1960

Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando el Señor la vio, su corazón rebosó de compasión. «No llores», le dijo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: 'No llores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Al verla, el Señor fue movido a compasión a causa de ella, y le dijo: No llores.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al verla, el Señor sintió compasión de ella y le dijo: 'No llores más'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.

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Lucas 7:13
36 Tagairtí Cros  

– Tengo compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no han comido;


Después de estas cosas, el Señor designó a otros setenta y dos discípulos y los envió de dos en dos, para que se adelantasen a los siguientes lugares que Él pasaría.


Sucedió que Jesús estaba orando en un cierto lugar y cuando terminó su oración, uno de sus discípulos le dijo: – Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos.


Entonces el Señor le dijo: – Ustedes los fariseos siempre limpian el exterior del vaso y del plato, pero el interior de ustedes está repleto de codicia y maldad.


Y Jesús le respondió: – ¿Quién es el administrador responsable y digno de confianza? Ese será a quien el señor de la casa encargará como gerente, para que alimente a todo su personal en el tiempo correcto.


Jesús reaccionó: – ¡Hipócritas! ¿Acaso ustedes no liberan a su buey o a su asno y lo llevan a beber agua el día sábado?


Los apóstoles dijeron al Señor: – ¡Aumenta nuestra fe!


Entonces dijo el Señor: – Si tienen fe del tamaño de un grano de mostaza, podrán ordenarle a este gran árbol: “¡Desarráigate de aquí y plántate en el mar!”, y ténganlo por seguro que eso sucederá.


Entonces Jesús añadió: – ¡Fíjense en lo que dijo el juez injusto!


Pero Zaqueo se levantó y dijo al Señor: – Mira, daré la mitad de mis bienes a los pobres, y si le robé a alguien, le devolveré cuatro veces más.


En ese momento Jesús se volvió y miró a Pedro. Entonces Pedro se acordó de lo que el Señor le había dicho: “Antes que el gallo cante hoy, tú me negarás tres veces, diciendo que no me conoces”.


y entrando, no encontraron el cuerpo del Señor Jesús.


quienes afirmaban: – Verdaderamente resucitó el Señor y se apareció a Simón.


Cuando se acercó a la puerta de la ciudad, se encontró con un cortejo fúnebre, el muerto que llevaban a enterrar era el único hijo de una mujer viuda, y mucha gente de la ciudad la acompañaba.


Y acercándose tocó el ataúd, y los que lo llevaban se detuvieron, entonces Jesús dijo al muchacho: – ¡Joven, te ordeno que te levantes!


y los envió donde Jesús, para preguntarle: – ¿Tú eres el Mesías o tenemos que esperar a otro?


Todos los que estaban en el lugar lloraban y hacían duelo por la niña muerta, mas Jesús dijo: – No lloren más, ella no está muerta, apenas duerme.


María fue la que ungió al Señor Jesús con perfume y secó los pies del maestro con sus cabellos, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo.


Las hermanas de Lázaro enviaron un mensajero, para decirle a Jesús: – Señor, Lázaro a quien tú amas, está enfermo.


y los ángeles le dijeron: – ¡Mujer!, ¿por qué lloras? Ella respondió: – Porque se llevaron el cuerpo de mi Señor, y no sé dónde lo colocaron.


Le dijo Jesús: – ¡Mujer!, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella pensó que él era el que cuidaba el huerto, y le dijo: – ¡Señor!, si tú te lo llevaste, dime dónde lo pusiste, para llevármelo.


Cuando Jesús se enteró que los fariseos comentaban que Él estaba bautizando y haciendo más discípulos que Juan,


Llegaron otras barcas de Tiberias, cerca del lugar donde comieron el pan y dieron gracias al Señor.


no importará si lloran o no; si están alegres o no; si tienen con que comprar o si no tienen nada;


Mis queridos hermanos, no queremos que sigan en ignorancia acerca de los que mueren, para que no se pongan tristes, como los que no tienen esperanza.


Por eso se hizo semejante en todo a sus hermanos, vivió de manera integral y se identificó por misericordia con los seres humanos, y es un Sumo Sacerdote en quien podemos confiar, pues es compasivo en su servicio a Dios, de esta manera Jesús pudo ofrecer un sacrificio que quita los pecados de toda la humanidad.


Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda empatizar y compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.