Dios dijo: 'Reúnanse en un solo lugar las aguas inferiores y aparezca lo seco'; y así fue.
Jeremías 5:22 - Biblia Martin Nieto ¿No lograréis temerme -dice el Señor-, no temblaréis ante mí, que he puesto la arena como límite al mar, como barrera eterna que no ha de traspasar? Por más que se agita, es impotente; sus olas braman, mas no la rebasarán. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿A mí no me temeréis? dice Jehová. ¿No os amedrentaréis ante mí, que puse arena por término al mar, por ordenación eterna la cual no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿No me tienes respeto? ¿Por qué no tiemblas en mi presencia? Yo, el Señor, con la arena defino el límite del océano como frontera eterna que las aguas no pueden cruzar. Las olas pueden agitarse y rugir, pero nunca podrán pasar los límites que establecí. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿A mí no me temen, dice Yavé,
ni tiemblan delante de mí?
De mí, que puse la arena para atajar el mar,
como una cerca eterna que no puede saltar.
Aunque se agite bramando,
no podrá pasarla con sus olas. La Biblia Textual 3a Edicion ¿No me temeréis a mí?, dice YHVH; ¿No temblaréis ante mi presencia, Yo, que pongo la arena como límite al mar, Estatuto perpetuo que no puede traspasar? Aunque se agiten sus olas, No pueden prevalecer, Aunque rujan sus olas, no lo traspasan. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No me temeréis? -oráculo de Yahveh-. ¿No temblaréis ante mí, que puse la arena por frontera al mar, barrera eterna que no ha de pasar? Agitarse podrá, pero no le valdrá; bramarán sus olas, pero no la pasarán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿No me temeréis? dice Jehová; ¿no temblaréis ante mi presencia, que he puesto la arena por límite del mar por decreto eterno, que no traspasará? Y aunque sus olas se agiten, no prevalecerán; aunque bramen, no lo pasarán. |
Dios dijo: 'Reúnanse en un solo lugar las aguas inferiores y aparezca lo seco'; y así fue.
Partió y halló el cadáver del otro tendido en el camino, y el asno y el león de pie junto al cadáver. El león no había devorado el cadáver ni había despedazado al asno.
Traza un cerco a la superficie de las aguas, al límite de la luz y las tinieblas.
Por eso tienen que temerle los hombres, y él no mira a quien se cree sabio.
¿Quién encerró con doble puerta el mar, cuando salía borbotando del seno,
Les señalaste un límite, que no pueden cruzar, para que no vuelvan a cubrir la tierra.
ante ti se estremece mi cuerpo de terror, tengo miedo de tus decisiones.
Él juntó entre diques las aguas de los mares y almacenó en depósitos las aguas del abismo.
por eso no tememos aunque la tierra se conmueva y los montes se desplomen en el fondo del mar,
El Señor es rey, tiemblen las naciones; se sienta sobre querubines, vacile la tierra.
cuando asignó su límite al mar para que las aguas no salieran de sus límites, cuando echó los cimientos de la tierra,
¿Por qué, cuando vine, no encontré a nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Sería acaso mi brazo demasiado corto para libertar o me faltaría fuerza para salvar? Con una amenaza seco yo el mar, convierto los ríos en desierto; y sus peces, por falta de agua, se amustian y mueren de sed.
Escuchad la palabra del Señor los que tembláis a su palabra: Han dicho vuestros hermanos que os odian, que os aborrecen a causa de mi nombre. ¡Que el Señor manifieste su gloria para que podamos ver vuestra alegría! Pero ellos serán avergonzados.
¿Quién no te temerá, rey de las naciones? Sí, a ti se te debe el temor, porque entre todos los sabios de las naciones, en todos sus reinos, no hay nadie como tú.
Tus iniquidades te castigan, tus infidelidades te condenan. Date cuenta, comprende qué funesto es y qué amargo abandonar al Señor tu Dios, no tener ya temor de mí, dice el Señor Dios todopoderoso.
Esto dice el Señor, el que establece el sol para alumbrar el día, la luna y las estrellas para alumbrar la noche, el que agita el mar y hace bramar sus olas, cuyo nombre es 'el Señor todopoderoso'.
El rey Darío escribió entonces a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: 'Vuestra paz sea muy grande.
Por eso, te voy a tratar así, Israel; y porque te voy a tratar así, dispónte a comparecer ante tu Dios.
El que edifica en el cielo su trono, y asienta sobre la tierra la bóveda celeste; el que llama a las aguas del mar y las vierte sobre la superficie de la tierra, su nombre es el Señor.
Entonces aquellos hombres cobraron un gran respeto al Señor, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas.
Grita contra el mar y el mar se seca, y agota todos los ríos. El Basán y el Carmelo se marchitan, y el verdor del Líbano se amustia.
No tengáis miedo de los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien al que puede perder el alma y el cuerpo en el fuego.
Él se levantó, increpó al viento y dijo al mar: '¡Calla! ¡Cálmate!'. Y el viento cesó y se hizo una gran calma.
Os diré a quién debéis de temer: Temed al que después de haberos matado puede echaros en el fuego. Sí, temed a éste.
Si no pones en práctica todas las palabras de esta ley, escrita en este libro; si no respetas este glorioso e imponente nombre del Señor, tu Dios,
¿Quién no te respetará, oh Señor, y no glorificará tu nombre? Porque tú solo eres santo, y todos los pueblos vendrán a postrarse delante de ti, porque se han publicado tus justas sentencias.