Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 10:7 - Biblia Martin Nieto

7 ¿Quién no te temerá, rey de las naciones? Sí, a ti se te debe el temor, porque entre todos los sabios de las naciones, en todos sus reinos, no hay nadie como tú.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

7 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 ¿Quién no te temería, oh Rey de las naciones? ¡Ese título te pertenece solo a ti! Entre todos los sabios de la tierra y en todos los reinos del mundo, no hay nadie como tú.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 ¿Quién no te temerá, Rey de las naciones? Sí, a ti se te debe temer, porque entre todos los sabios de las naciones y entre todos sus reinos no hay nadie como tú.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

7 ¿Quién no quisiera temerte, Oh Rey de las naciones? Solo a ti te corresponde,° Porque entre todos los sabios de las naciones, Y entre toda su dignidad real, Ninguno hay comparable a ti.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Sí, esto se te debe; porque entre todos los sabios de las gentes y en todos sus reinos nadie hay como tú.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 10:7
28 Tagairtí Cros  

sino sólo al Señor, y entonces él os librará de las manos de vuestros enemigos'.


Grande es el Señor y digno de alabanza, temible sobre todos los dioses.


consultó a los sabios, expertos en leyes, pues era costumbre que los asuntos fuesen tratados ante expertos en leyes y derecho.


Nuestro Señor es grande y todopoderoso, su inteligencia es infinita.


El mundo entero recordará al Señor y al Señor volverá; lo adorarán, postrados ante él, todas las familias de los pueblos.


porque el Señor, el altísimo, es terrible, un gran rey sobre toda la tierra.


ante él se rendirán todos los reyes, le servirán todas las naciones;


Ante tu amenaza, oh Dios de Jacob, carros y caballos quedaron inmóviles.


Entre los dioses, Señor, no hay nadie como tú ni hay obras semejantes a las tuyas.


Todas las naciones que tú hiciste vendrán a ti, Señor, para adorarte y glorificar tu nombre.


Los cielos, Señor, cantan tus maravillas, y tu lealtad en la asamblea de los santos.


Las reunieron en grandes montones, y la tierra quedó apestada.


Esta vez voy a desencadenar todas mis plagas contra ti y contra tus servidores y contra tu pueblo, para que sepas que no hay otro como yo en toda la tierra.


Él gobernará las naciones y dictará sus leyes a pueblos numerosos, que trocarán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. No alzará ya la espada pueblo contra pueblo ni se entrenarán ya para la guerra.


Nadie hay semejante a ti, Señor; tú eres grande, y grande es tu nombre poderoso.


¿No lograréis temerme -dice el Señor-, no temblaréis ante mí, que he puesto la arena como límite al mar, como barrera eterna que no ha de traspasar? Por más que se agita, es impotente; sus olas braman, mas no la rebasarán.


Daniel le respondió: 'El misterio que el rey quiere saber no hay sabios ni magos, adivinos ni astrólogos que se lo puedan acertar.


Pero hay un Dios en el cielo que revela los secretos; él ha querido manifestar al rey Nabucodonosor lo que ha de suceder en el futuro. Voy a explicar tu sueño y las visiones de tu imaginación cuando estabas en la cama.


¡Señor, he conocido tu fama; Señor, tengo un gran respeto por tu obra! ¡Hazla revivir en nuestro tiempo, en nuestro tiempo dala a conocer y en la ira acuérdate de compadecerte!


¡Hala! Sálvate, Sión, tú que habitas en Babilonia.


Porque desde oriente a occidente mi nombre es grande entre las naciones, y en todo lugar se ofrece a mi nombre un sacrificio de incienso y una ofrenda pura. Porque mi nombre es grande entre las naciones -dice el Señor todopoderoso-,


Os diré a quién debéis de temer: Temed al que después de haberos matado puede echaros en el fuego. Sí, temed a éste.


para nosotros hay un solo Dios, el Padre, del que proceden todas las cosas y por el que hemos sido creados; y un solo Señor, Jesucristo, por quien existen todas las cosas, y por el que también nosotros existimos.


para que todos los pueblos de la tierra conozcan el poder de la mano del Señor y para que vosotros respetéis siempre al Señor, vuestro Dios'.


El séptimo ángel tocó la trompeta, y se oyeron en el cielo voces potentes que decían: El imperio del mundo ha pasado a nuestro señor y a su mesías; él reinará por los siglos de los siglos.


¿Quién no te respetará, oh Señor, y no glorificará tu nombre? Porque tú solo eres santo, y todos los pueblos vendrán a postrarse delante de ti, porque se han publicado tus justas sentencias.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí