Números 11:1 - Nueva Biblia Española (1975) El pueblo se quejaba al Señor de sus desgracias. Al oírlo él, se encendió su ira, estalló contra ellos el fuego del Señor y empezó a abrasar el extremo del campamento. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. Biblia Nueva Traducción Viviente Poco después el pueblo comenzó a quejarse de las privaciones que enfrentaba, y el Señor oyó todo lo que decían. Entonces el enojo del Señor se encendió contra ellos y envió un fuego que ardió entre ellos y destruyó a algunos en las afueras del campamento. Biblia Católica (Latinoamericana) El pueblo murmuró malvadamente a los oídos de Yavé. Yavé lo oyó y se enojó: se encendió el fuego de Yavé contra el pueblo y devoró las primeras tiendas del campamento. La Biblia Textual 3a Edicion Pero aconteció que el pueblo comenzó a murmurar amargamente a oídos de YHVH. Y YHVH lo oyó y se encendió su ira, de manera que el fuego de YHVH ardió contra ellos, y consumió un extremo del campamento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aconteció que el pueblo profirió amargos lamentos que sonaron mal a los oídos de Yahveh. Yahveh lo oyó, se encendió su ira y ardió contra ellos un fuego de Yahveh que devoró un extremo del campamento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando el pueblo se quejó, desagradó a Jehová; y al oírlo Jehová, se encendió su ira, y el fuego de Jehová ardió entre ellos y consumió a los que estaban en un extremo del campamento. |
Cuando pasó el luto, David mandó a por ella y la recogió en su casa; la tomó por esposa, y le dio a luz un hijo. Pero el Señor reprobó lo que había hecho David.
Elías respondió: Si soy un profeta, que caiga un rayo y te abrase a ti con tus hombres. Entonces cayó un rayo y abrasó al oficial y a sus hombres.
No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo: Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido tus ovejas y pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo.
Lo oyó el Señor, y se indignó, un incendio estalló contra Jacob, hervía su cólera contra Israel;
el fuego devoraba a los jóvenes y para las novias no había requiebros;
Ha oído sus protestas contra el Señor; pues ¿qué somos nosotros para que protesten contra nosotros?
Moisés dijo a Aarón: Di a la asamblea de los israelitas. Acérquense al Señor, que ha escuchado sus protestas.
La luz de Israel se convertirá en fuego, su Santo en una llama que arderá y devorará sus zarzas y cardos en un sólo día.
Que está preparada hace tiempo en Tofet. está dispuesta, ancha y profunda, una pira con leña abundante: y el soplo del Señor, como torrente de azufre, le prenderá fuego.
Temen en Sión los pecadores, un temblor se apodera de los perversos: '¿Quién de nosotros habitará en un fuego devorador, quién de nosotros habitará en una hoguera perpetua?'.
Igual que pleiteé con sus padres en el desierto de Egipto, así pleitearé con ustedes -oráculo del Señor- ,
De la presencia del Señor salió un fuego que los devoró, y murieron en presencia del Señor.
Las montañas tiemblan ante él, los collados se estremecen, la tierra en su presencia se levanta, el orbe con todos sus habitantes.
Partieron del monte del Señor y anduvieron por espacio de tres días. Durante todo el tiempo el arca de la alianza del Señor marchaba al frente de ellos, buscándoles un lugar donde descansar.
Al pueblo le dirás: Purifíquense para mañana, pues comerán carne. Han llorado pidiendo al Señor: '¡Quién nos diera carne! Nos iba mejor en Egipto'. El Señor les dará de comer carne.
Dijeron: ¿Ha hablado el Señor sólo a Moisés? ¿No nos ha hablado también a nosotros? El Señor lo oyó.
Los israelitas protestaban contra Moisés y Aarón, y toda la comunidad les decía: ¡Ojala muriéramos en Egipto o en este desierto, ojalá muriéramos!
ninguno de los hombres que vieron mi gloria y los signos que hice en Egipto y en el desierto, y me han puesto a prueba, va van diez veces, y no me han obedecido,
¿Hasta cuándo seguirá esta comunidad malvada protestando contra mí? He oído a los israelitas protestar contra mí.
Pues diles: ¡Por mi vida!, -oráculo del Señor-, que les haré lo que me han dicho en la cara;
Tú y tus secuaces se han rebelado contra el Señor, pues ¿quién es Aarón para que protesten contra él?
Y el Señor hizo estallar un fuego que consumió a los doscientos cincuenta hombres que habían llevado el incienso.
La vara del que yo elija, florecerá. Y así acabaré con las protestas de los israelitas contra ustedes.
y habló contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos has sacado de Egipto, para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.
Tampoco protesten, como protestaron algunos de ellos y perecieron a manos del exterminados.
te salieron al encuentro cuando ibas cansado y deshecho, y atacaron por la espalda a los rezagados sin respetar a Dios.
Está ardiendo el fuego de mi ira y abrasará hasta el fondo del abismo, consumirá la tierra y sus cosechas y quemará los cimientos de los montes.
Luego en Estadillo, en Tentación y en Tumbas de Avidez siguieron provocando al Señor.
'Miren, el jornal de los braceros que segaron sus campos, defraudado por ustedes, está clamando, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.
Son una partida de murmuradores que reniegan de su suerte y proceden como les dictan sus deseos; su boca habla pomposamente para impresionar a las personas y sacarles el dinero.