Habacuc 3 - Nueva Biblia Española (1975)1 Intercesión del profeta Habacuc por delitos inadvertidos. 2 ¡Señor, he oído tu fama; Señor, he visto tu acción! En medio de los años realízala, en medio de los años manifiéstala, en la ira acuérdate de la compasión. 3 El Señor viene de Teman, el Santo del Monte Farán; su resplandor eclipsa el cielo y la tierra se llena de sus alabanzas; 4 su brillo es como el sol, su mano destella velando su poder. 5 Ante él marcha la Peste, la Fiebre sigue sus pasos. 6 Se detiene y tiembla la tierra, lanza una mirada y dispersa a las naciones; se desmoronan las viejas montañas, se prosternan los collados primordiales, los caminos primordiales, ante él. 7 Agobiadas veo las tiendas de Cusan, sacudidas las lonas de Madián. 8 ¿Es que arde, Señor, contra los ríos, contra los ríos tu cólera, contra el mar tu furor, cuando montas tus caballos, tu carro victorioso? 9 Desnudas y alertas tu arco, cargas de flechas tu aljaba. Hiendes con torrentes el suelo 10 y al verte tiemblan las montañas; pasa una tromba de agua, el océano fragoroso levanta sus brazos a lo alto. 11 Sol y Luna se detienen en su morada a la luz de tus flechas que cruzan, al brillo del relámpago de tu lanza. 12 Caminas airado por la tierra, pisoteas furioso a los pueblos, 13 sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido: destrozas el techo de la casa del malvado, desnudas sus cimientos hasta la roca. 14 Con sus dardos atraviesas al capitán y sus tropas se dispersan en torbellino cuando triunfantes iban a devorar una victima a escondidas. 15 Pisas el mar con tus caballos y hierve la inmensidad de las aguas. 16 Lo escuché y temblaron mis entrañas, al oírlo se estremecieron mis labios, me entró un escalofrío por los huesos y vacilaban mis piernas al andar. Gimo por el día de angustia que se echa sobre el pueblo que nos oprime. 17 Aunque la higuera no echa yemas y las cepas no dan fruto, aunque el olivo se niega a su tarea y los campos no dan cosechas, aunque se acaban las ovejas del redil y no quedan vacas en el establo; 18 yo festejaré al Señor gozando con mi Dios salvador: 19 el Señor es mi fuerza, me da piernas de gacela, me encamina por las alturas. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.