Si Yavé no edifica la casa, En vano trabajan los que la edifican. Si Yavé no guarda la ciudad, En vano vela el vigilante.
Estas palabras que te ordeno hoy permanecerán sobre tu corazón.
Las inculcarás a tus hijos y hablarás de ellas sentado en tu casa, cuando andes por el camino, al acostarte y al levantarte.
Las atarás como señal sobre tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos.
Las escribirás en las jambas de tu casa y en tus puertas.
Se informó al rey David: Yavé bendijo la casa de Obed-edom y todo lo que tiene a causa del Arca de ʼElohim. Entonces David fue y subió el Arca de ʼElohim con alegría de la casa de Obed-edom a la Ciudad de David.
Tomarás el aceite de la unción y ungirás el Tabernáculo y todo lo que hay en él. Así lo consagrarás junto con todos sus utensilios, y será sagrado.
La gloria final de este Templo será mayor que la del primero. En este lugar daré paz, dice Yavé de las huestes.
sino lo confirmaré en mi Casa y en mi reino eternamente. Su trono será establecido para siempre.
y les dijo: Está escrito: Mi Casa será llamada Casa de conversación con Dios. Pero ustedes la convierten en cueva de ladrones.
Cualquiera, pues, que oye estas Palabras y las practica, será semejante a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca.
Amarás a Yavé tu ʼElohim con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.
Estas palabras que te ordeno hoy permanecerán sobre tu corazón.
Las inculcarás a tus hijos y hablarás de ellas sentado en tu casa, cuando andes por el camino, al acostarte y al levantarte.
Las atarás como señal sobre tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos.
Las escribirás en las jambas de tu casa y en tus puertas.
Si mal les parece servir a Yavé, escojan hoy a quién sirvan: si a los ʼelohim a quienes sus antepasados sirvieron cuando estuvieron al otro lado del Río, o a los ʼelohim del amorreo en cuya tierra viven, pero yo y mi casa serviremos a Yavé.
Ningún arma forjada contra ti prosperará. Tú condenarás a toda lengua que se levante en juicio contra ti. Esta es la herencia de los esclavos de Yavé. Su salvación vendrá de Mí, dice Yavé.
Hasta su vejez y hasta las canas Yo seré el mismo. Yo los sostendré. Yo lo hice así y los llevaré. Yo los sostendré y los libraré.
El que mora al abrigo del ʼElyón Morará bajo la sombra del Shadday.
No te vendrá mal, Ni alguna plaga tocará tu morada.
Pues a sus ángeles mandará con respecto a Ti, Que te guarden en todos tus caminos.
En sus manos te llevarán Para que tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el león y el áspid pisarás. Pisotearás al cachorro de león y al dragón.
Me amó, Por tanto Yo lo libraré. Lo pondré en alto, Porque conoció mi Nombre.
Me invocará Y Yo le responderé. Estaré con él en la angustia. Lo libraré y lo glorificaré.
Lo saciaré de larga vida y le mostraré mi salvación.
Diré yo a Yavé: ¡Refugio mío y Fortaleza mía, Mi ʼElohim, en Quien confío!
La maldición de Yavé está sobre la casa del impío, Pero bendice la morada de los justos.
Estremeceré a todas las naciones y vendrán al Deseado de todas las naciones. Y Yo llenaré de gloria este Templo, dice Yavé de las huestes.
Inmensamente feliz es todo el que teme a Yavé, Quien anda en sus caminos.
Cuando tú comas del fruto de tus manos Serás inmensamente feliz y saldrás bien.
Tu esposa será como vid fructífera dentro de tu casa, Tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa.
Ciertamente así será bendecido el hombre Que teme a Yavé.
El Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En consecuencia, ya no son extraños y forasteros, sino son conciudadanos con los santos y miembros de la familia de Dios.
en los cuales vivieron en otro tiempo según la conducta de este mundo, conforme al príncipe de la jurisdicción del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de la desobediencia.
Son edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, cuya Piedra Angular es el mismo Cristo Jesús.
En Él todo el edificio está ensamblado y crece hasta ser el Templo Santo en el Señor,
en el cual también ustedes son juntamente edificados para morada de Dios en Espíritu.
Así pues, que te plazca bendecir la casa de tu esclavo para que esté siempre delante de Ti, porque Tú, oh ʼAdonay Yavé, hablaste, y con tu bendición, la casa de tu esclavo será bendita para siempre.
Porque Yo sé los designios que tengo para ustedes, dice Yavé, designios de bienestar y no de mal, a fin de darles porvenir y esperanza.
La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
La paz de Cristo actúe como árbitro en sus corazones, a la cual también fueron llamados en un solo cuerpo. Sean agradecidos.
Ciertamente el bien y la misericordia me escoltarán todos los días de mi vida, Y en la Casa de Yavé moraré por largos días.
Ahora elegí y santifiqué esta Casa para que mi Nombre esté allí para siempre, y mis ojos y mi corazón estén allí todos los días.
El Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que ustedes abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Entren por sus puertas con acción de gracias, Por sus patios con alabanza. Denle gracias, bendigan su Nombre,
En la casa del justo hay gran riqueza, Pero en las ganancias del perverso hay aflicción.
Al entrar en la casa, salúdenla.
Si en verdad la casa es digna, repose la paz de ustedes sobre ella, pero si no es digna, vuélvase su paz a ustedes.
La Palabra de Cristo viva abundantemente en ustedes, con toda sabiduría. Enséñense y amonéstense con salmos, himnos y cantos espirituales. Canten con gracia en sus corazones a Dios.
Todo lo que hagan, en palabra y en obra, háganlo en el Nombre del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de Él.
La sangre les servirá de señal en las casas donde estén, pues veré la sangre y los pasaré por alto. No habrá plaga que los destruya a ustedes cuando Yo hiera la tierra de Egipto.
Cada uno ministre a los otros según el don que recibió como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Mi pueblo habitará en un lugar pacífico, en viviendas seguras, en lugares de reposo apacible.
Yavé te protegerá de todo mal. Él guardará tu alma.
Yavé guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.
Sean aceptos los dichos de mi boca delante de Ti Y la meditación de mi corazón, Oh Yavé, Roca mía y Redentor mío.
Con la sabiduría se edifica una casa, Con la prudencia se afirma,
Pasé junto al campo de un hombre perezoso, Por la viña de un hombre falto de entendimiento,
Y ahí todo estaba cubierto de espinas. Su superficie estaba cubierta de ortigas, Y su muro de piedra, derribado.
Observé esto y reflexioné. Lo vi y aprendí la lección:
Un poco de sueño, un poco de dormitar, Un poco de cruzar las manos para descansar,
Así vendrá tu miseria como un vagabundo, Y tu escasez como un hombre armado.
Con el conocimiento se llenan sus cuartos De todo bien preciado y agradable.
Amarás a Yavé tu ʼElohim con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.
Estas palabras que te ordeno hoy permanecerán sobre tu corazón.
Las inculcarás a tus hijos y hablarás de ellas sentado en tu casa, cuando andes por el camino, al acostarte y al levantarte.
y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi Nombre, oran, buscan mi rostro y se convierten de sus malos caminos, Yo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.
No te vendrá mal, Ni alguna plaga tocará tu morada.
Pues a sus ángeles mandará con respecto a Ti, Que te guarden en todos tus caminos.