Nuestro Dios es fiel, y por eso debemos creer en lo que él ha dicho. En Dios tenemos vida eterna, gracias a su hijo Jesucristo que murió en la cruz, Jesús no quiere que te pierdas y por eso nos ha dado vida eterna en él, solo debes de creer con todo tu corazón, con toda tu mente que él es tu Señor y serás salvo. (Efesios 2:8-9) Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Dios te ama tanto que dio a su único hijo amado para que muriera por ti, ¿imaginas tener que enviar a tu hijo a morir por una humanidad que no lo merece, la cual está llena de pecados?, pues Dios lo hizo por amor, para que no te perdieras sino que tuvieras vida eterna en él por medio de su hijo Jesucristo. La vida eterna es un regalo inmerecido de Dios para ti mediante su hijo amado, (Romanos 6:23), mientras que el pecado tiene el precio de la muerte, el regalo de Dios es la salvación por gracia inmerecida. Como cristiano no tienes que esperar a morir para disfrutar de esa vida eterna, porque esta experiencia comienza cuando el creyente inicia la práctica y el ejercicio de la fe en Cristo Jesús: Juan 3:36 a (NTV): Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Te invito a que puedas dar gracias a nuestro amado Señor Jesucristo, por ese sacrificio que hizo por amor. Valora cada día el regalo de la salvación y guárdalo para que no lo pierdas.
Después de decir esto, mientras ellos lo miraban, fue levantado, y una nube lo ocultó de sus ojos.
Los condujo hasta Betania, alzó sus manos y los bendijo.Mientras los bendecía, Él partió de ellos y fue llevado al cielo.Lo adoraron y regresaron a Jerusalén con gran gozo.Estaban siempre en el Templo y alababan a Dios.
Mientras miraban fijamente que Él ascendía al cielo, les llegaron dos varones con ropas blancas,quienes les preguntaron: Varones galileos, ¿por qué miran al cielo? Este Jesús, Quien fue tomado de ustedes al cielo, vendrá así como lo contemplaron al ascender.
que operó en Cristo al resucitarlo de entre los muertos y sentarlo a su mano derecha, según los planes celestiales,sobre todo principado, autoridad, poder, señorío y todo nombre que se pronuncie, no solo en esta era sino también en la que viene.
En la casa de mi Padre hay muchas moradas. Si no fuera así, ¿les hubiera dicho que me voy a prepararles lugar?
Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido al Padre. Pero vé a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a su Padre, a mi Dios y a su Dios.
Si fueron resucitados con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la mano derecha de Dios.
En verdad, en verdad les digo: El que cree en Mí, también hará las obras que Yo hago. Y mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre.
Puesto que tenemos a Jesús, el Hijo de Dios, el gran Sumo Sacerdote que traspasó los cielos, retengamos la confesión de fe.
Por confesión unánime, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en el cuerpo, Justificado en Espíritu, Visto por ángeles, Proclamado entre gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
Pero Éste, después de ofrecer un solo sacrificio para siempre por los pecados, se sentó a la derecha de Dios,
Así que, exaltado a la mano derecha de Dios, y después de recibir del Padre la promesa del Espíritu Santo, derramó esto que ustedes ven y oyen.
Ascendiste a lo alto, Llevaste cautivos a tus cautivos. Recibiste dones entre los hombres, Aun de los rebeldes, Para que YA ʼElohim more allí.
Dice Yavé a mi ʼAdonay: Siéntate a mi mano derecha, Hasta que pongas a tus enemigos como estrado de tus pies.
En el primer relato, oh Teófilo, escribí con respecto a las cosas que Jesús hizo y enseñó desde el comienzoMientras miraban fijamente que Él ascendía al cielo, les llegaron dos varones con ropas blancas,quienes les preguntaron: Varones galileos, ¿por qué miran al cielo? Este Jesús, Quien fue tomado de ustedes al cielo, vendrá así como lo contemplaron al ascender.Entonces regresaron a Jerusalén de la Montaña de Los Olivos, la cual está cerca de Jerusalén, que tiene camino de un sábado.Al entrar en la ciudad, subieron al aposento alto donde estaban hospedados Pedro, Juan, Jacobo, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hermano de Jacobo.Todos éstos estaban dedicados con propósito a la conversación con Dios, con algunas mujeres, y María, la madre de Jesús, y los hermanos de Él.Los reunidos eran como 120. En esos días, Pedro dijo a sus hermanos:Varones hermanos, fue necesario que se cumpliera la Escritura que el Espíritu Santo predijo por boca de David con respecto a Judas, quien fue guía de los que arrestaron a Jesús,porque era uno de nosotros y participaba en este ministerio.Éste compró un campo con el pago por su iniquidad. Allí cayó de cabeza, reventó por el medio y se le derramaron todos sus órganos internos.Esto lo supieron todos los que viven en Jerusalén, de modo que aquel campo se llama en su propia lengua Acéldama, es decir, Campo de Sangre.hasta el día cuando dio órdenes por el Espíritu Santo a los apóstoles que escogió, y ascendió.En un rollo de salmos está escrito: Sea desierta su morada, Y no haya quien viva en ella. Y: Tome otro su oficio.Es necesario, pues, que de los varones que anduvieron con nosotros durante todo el tiempo cuando el Señor Jesús estuvo entre nosotros,a partir del bautismo de Juan hasta el día cuando fue tomado arriba de entre nosotros, uno de éstos sea testigo con nosotros de su resurrección.Propusieron a dos: a José, llamado Barsabás, a quien apodaban Justo, y a Matías.Después de hablar con Dios, dijeron: Tú, Señor, conocedor de los corazones de todos, muestra a quién de estos dos te escogistepara tomar el lugar en este ministerio y apostolado, del cual cayó Judas para irse a su propio lugar.Les echaron suertes. La suerte cayó sobre Matías y fue incorporado con los 11 apóstoles.Después de padecer Él, se les apareció vivo con muchas pruebas durante 40 días y les hablaba sobre el reino de Dios.
¿Quién es el que pronunciará sentencia? Cristo murió, y aun más, fue resucitado. También está a la mano derecha de Dios e intercede por nosotros.
En la casa de mi Padre hay muchas moradas. Si no fuera así, ¿les hubiera dicho que me voy a prepararles lugar?Aquel día sabrán que Yo estoy en mi Padre, ustedes en Mí y Yo en ustedes.El que tiene mis Mandamientos y los guarda es el que me ama. Al que me ama, mi Padre lo amará. Y Yo lo amaré y me revelaré a él.Judas, no el Iscariote, le preguntó: Señor, ¿cómo te revelarás a nosotros y no al mundo?Jesús le respondió: Si alguno me ama, guardará mi Palabra. Mi Padre lo amará. Vendremos a él y viviremos con él.El que no me ama, no guarda mis Palabras. La Palabra que ustedes escuchan no es mía, sino del Padre que me envió.Esto les he hablado mientras estoy con ustedes,pero el Intercesor, el Espíritu Santo, a Quien el Padre enviará en mi Nombre, Él les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les dije.Paz les dejo. Les doy mi paz. Yo no se la doy como el mundo la da. No se atribule ni se atemorice su corazón.Oyeron que me voy y regreso a ustedes. Si me aman, se regocijarían porque voy al Padre, pues el Padre es mayor que Yo.Esto se lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, crean.Si me voy y les preparo lugar, vendré otra vez y los llevaré conmigo, para que donde Yo estoy, ustedes también estén.
Quien ciertamente debe permanecer en el cielo hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de las que Dios habló desde tiempo antiguo por medio de sus santos profetas.
Jesús le contestó: Tú mismo lo dijiste. Y además les digo: Desde ahora verán ustedes al Hijo del Hombre sentado a la mano derecha del Poder, y que viene sobre las nubes del cielo.
Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús en pie a la mano derecha de Dios,y dijo: ¡Ciertamente veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre en pie a la mano derecha de Dios!
Pero la justicia según la fe dice: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? Es decir, para bajar a Cristo.O, ¿quién bajará al Seol? Es decir, para resucitar a Cristo de entre los muertos.
Quien es el resplandor de la Gloria y reproducción exacta de su esencia, Quien sustenta todas las cosas con la Palabra de su poder. Después de purificarnos de los pecados por medio de Él mismo, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.
Por lo cual dice: Al subir a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio regalos a los hombres.
Ahora, Padre, glorifícame Tú junto a Ti con la gloria que tenía contigo antes que existiera el mundo.
Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según sus obras.
Porque Cristo no entró en un Lugar Santísimo hecho por manos, representación del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora ante Dios por nosotros.
Porque David no subió a los cielos. Pero él mismo declaró: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi mano derecha,Hasta que ponga a tus enemigos como estrado de tus pies.Casa de Israel, sepa sin duda que a este Jesús, a Quien ustedes crucificaron, Dios lo constituyó Señor y Cristo.
Desarmó en ella a los principados y a las jurisdicciones. Al dirigir un desfile triunfal, los expuso en público y triunfó sobre ellos en la cruz.
Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo.
Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, me serán testigos primero en Jerusalén, toda Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra.
Enséñenles a guardar todas las cosas que les he mandado. Y ciertamente Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la era.
Nos mandó que predicáramos al pueblo, y testificáramos solemnemente que Éste es el Juez designado por Dios para vivos y muertos.
Así alumbre su luz delante de los hombres, de manera que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre celestial.
Por tanto puede también salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, y vive siempre para interceder por ellos.
Pero, como era profeta, sabía que Dios le juró sentar en su trono a uno de sus descendientes.Después de preverlo, habló sobre la resurrección de Cristo, que no fue dejado en el sepulcro, ni su cuerpo pasó a corrupción.
Pablo, un apóstol no por hombres ni por medio de hombre, sino por medio de Jesucristo y de Dios Padre, Quien lo resucitó de entre los muertos,
Luego viene el fin, cuando Él entregue el reino al Dios y Padre, cuando suprima toda soberanía, autoridad y poder,
Levántese ʼElohim, sean esparcidos sus enemigos. Huyan de tu Presencia los que lo aborrecen.
y que, al comenzar desde Jerusalén, sería predicado en su Nombre el cambio de mente para perdón de pecados a todas las naciones.
Él fue declarado Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad, y resucitó de entre los muertos.
Pero ¡gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
Dios sometió todo debajo de sus pies. Sobre todas las cosas lo dio como Cabeza a la iglesia,
ni por medio de sangre de machos cabríos y becerros, sino por medio de su propia sangre, después de obtener eterna redención, entró una vez por todas en el Lugar Santísimo.
Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se acercaron, se postraron ante Él y le abrazaron los pies.
Dijo esto con respecto al Espíritu que recibirían los que habían creído en Él, porque aun no se había concedido el Espíritu, pues Jesús aún no había sido glorificado.
Mientras miraban fijamente que Él ascendía al cielo, les llegaron dos varones con ropas blancas,
Quien ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ángeles, autoridades y potestades están sujetos a Él.
Pero vemos a Jesús, Quien fue un poco menor que los ángeles, coronado de gloria y honor por cuanto padeció la muerte, para que por la gracia de Dios se sometiera a la muerte por todos.
Entonces se mostrará la señal del Hijo del Hombre en el cielo. Todas las naciones de la tierra se lamentarán y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.
Dios exaltó a Éste a su mano derecha como Príncipe y Salvador para dar a Israel cambio de mente y perdón de pecados.
Cuando se manifieste Cristo, Quien es su vida, entonces también ustedes se manifestarán con Él en gloria.
En consecuencia, ya no son extraños y forasteros, sino son conciudadanos con los santos y miembros de la familia de Dios.en los cuales vivieron en otro tiempo según la conducta de este mundo, conforme al príncipe de la jurisdicción del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de la desobediencia.Son edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, cuya Piedra Angular es el mismo Cristo Jesús.
Al resucitar a Jesús, Dios cumplió esta promesa a nosotros, sus descendientes, como también está escrito en el salmo segundo: Mi Hijo eres Tú. Yo te engendré hoy.
Lo principal de lo que decimos es que tenemos un Sumo Sacerdote que se sentó a la derecha del trono de la Majestad en los cielos,
y ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe en el Hijo de Dios, Quien me amó y se entregó por mí.
Para esto Cristo murió y volvió a vivir: para que sea Señor de los muertos y de los vivos.
Él mismo se humilló y obedeció hasta la muerte de cruz.Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo y le dio el Nombre que es sobre todo nombre,
Padre, quiero que los que me diste estén donde Yo estoy, para que contemplen la gloria que me diste, porque me amaste antes de la fundación del mundo.
Pero, ¡Cristo fue resucitado de entre los muertos, el Primero de los que durmieron!
Ciertamente sobre mis esclavos y sobre mis esclavas derramaré de mi Espíritu en aquellos días y profetizarán.
Pero el Regalo no es como la transgresión. Porque si por la transgresión de uno, Adán, muchos murieron, mucho más abundó la gracia de Dios para muchos y el Regalo que vino por la gracia de un Hombre: Jesucristo.
Quien nos rescató de la jurisdicción de la oscuridad y nos trasladó al reino del Hijo de su amor.En Él tenemos la redención, el perdón de los pecados.
De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde la fundación del mundo, pero ahora se presentó una vez por todas al fin de los siglos para remoción de pecado por medio del sacrificio de Él mismo.
Les digo: Todo aquel que me confiese delante de los hombres, el Hijo del Hombre lo confesará delante de los ángeles de Dios,
los que por medio de Él son fieles a Dios, Quien lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria para que su fe y esperanza estén en Dios.
Que si confiesas con la boca al Señor Jesús y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo.
Entonces el ángel dijo a las mujeres: No teman, porque sé que buscan a Jesús, el que fue crucificado.No está aquí, porque fue resucitado como lo dijo. Vengan, vean el lugar donde fue puesto.Vayan de prisa y digan a sus discípulos que fue resucitado de entre los muertos. Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán. ¡Ya les dije!
donde Jesús entró por nosotros como Precursor, después de ser declarado Sumo Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
sobre todo principado, autoridad, poder, señorío y todo nombre que se pronuncie, no solo en esta era sino también en la que viene.Dios sometió todo debajo de sus pies. Sobre todas las cosas lo dio como Cabeza a la iglesia,la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que llena todas las cosas en todo.
Yavé reina. Está cubierto de majestad. Yavé se cubrió y se ató con poder. El mundo está en verdad firmemente establecido Y no será conmovido.
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley,para que redimiera a los que estaban bajo la Ley, a fin de que recibiéramos la adopción.
Pero sabemos que el Hijo de Dios vino y nos dio entendimiento para que conozcamos al Verdadero. Y estamos en el Verdadero: en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios y Vida Eterna.
Porque ʼElohim es el Rey de toda la tierra. ¡Canten con entendimiento!¡ʼElohim reina sobre las naciones! ¡ʼElohim se sienta en su santo trono!
Después de padecer Él, se les apareció vivo con muchas pruebas durante 40 días y les hablaba sobre el reino de Dios.
Pero Éste, después de ofrecer un solo sacrificio para siempre por los pecados, se sentó a la derecha de Dios,y desde entonces espera hasta que sus enemigos sean puestos como tarima de sus pies.
Y además Isaías dice: Brotará la raíz de Isaí: el que se levanta a regir a los gentiles, los gentiles esperarán en Él.
Al que vence le concederé que se siente conmigo en mi trono, como Yo también vencí, y me senté con mi Padre en su trono.
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