Todos necesitamos amar y anhelamos ser amados, desde que nacemos tenemos esa necesidad de sentirnos amados, valiosos, importantes para otras personas. El amor es un sentimiento incondicional, puro, que no busca hacer daño, al contrario el amor busca el bienestar de la otra persona. Cuando experimentamos el amor automáticamente deseamos amar de la misma forma que nos aman, el amor es un sentimiento fuerte que traspasa cualquier situación y es capaz de alcanzar cualquier cosa, el amor nos hace cambiar, nos hace aguantar, nos hace ser mejores cada día, el amor trae consigo respeto, aceptación, paciencia. Al expresar cualquier valor siempre estará presente el amor, ya que es el sentimiento más grande que trae consigo a los demás para que se cumpla su verdadera esencia. El amor entre pareja es correspondido mutuamente, significa que aquello que sentimos por una persona también lo siente ella por nosotros. Este tipo de amor es la que da inicio a una relación sana y constructiva. En la biblia encontramos unos de los versículos que describe como debe ser el amor. 1 Corintios 13: "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad"
Porque Dios no es injusto para olvidar su obra y el trabajo de amor que ustedes demostraron a su Nombre cuando sirvieron a los santos, a quienes aún sirven.
El Rey les responderá: En verdad les digo. Por cuanto hicieron esas cosas a uno de mis hermanos más pequeños, las hicieron a Mí.
Así que, mientras tengamos oportunidad, esforcémonos en hacer el bien a todos, especialmente a la familia de la fe.
Con respecto al amor fraternal, no tienen necesidad de que les escriba, porque ustedes mismos son enseñados por Dios a amarse los unos a los otros.
Si distribuyera todas mis posesiones y entregara mi cuerpo para enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve.
Nadie vio jamás a Dios. Cuando nos amemos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor es perfeccionado en nosotros.
Porque ustedes, hermanos, a libertad fueron llamados. Solo que no usen la libertad como base de abastecimiento para la naturaleza pecaminosa, sino sírvanse los unos a los otros como esclavos por medio del amor.Pues toda la Ley se cumple en una palabra: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Un Mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros. Como los amé, ámense también unos a otros.
En esto conocemos el amor: en que Él ofreció su vida por nosotros. También nosotros tenemos que ofrecer nuestras vidas por los hermanos.
Dedíquense unos a otros con amor fraternal. En cuanto a honor, prefiéranse unos a otros,
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios. Todo el que ama, nació de Dios y conoce a Dios.
La congregación de los que creyeron tenía un corazón y un alma. Ninguno decía que poseía algo, sino todas las cosas les eran de propiedad común.
A nadie deban nada, sino el amarse los unos a los otros. Porque el que ama al prójimo, cumple la Ley.
Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y las buenas obras,sin dejar de congregarnos, como algunos acostumbran, sino exhortémonos, y tanto más cuando ven que el día se acerca.
El amor es paciente. Es bondadoso. No está lleno de envidia. No se alaba, no es arrogante,no es indecente, no es egoísta, no se irrita, no guarda rencor.No se goza por la injusticia, pero se regocija por la verdad.Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Pero ustedes, amados, edifiquen sobre su santísima fe, hablen con Dios por el Espíritu Santo,consérvense en el amor de Dios, acójanse a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
Porque así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo, e individualmente miembros los unos de los otros.
Un Mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros. Como los amé, ámense también unos a otros.Por esto sabrán todos que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.
También por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, esclavos o libres. Se nos dio a beber el mismo Espíritu a todos.
Por tanto Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hablaba con Dios fervientemente a favor de él.
y tengan ante todo el amor constante entre ustedes, porque el amor cubre una multitud de pecados.
Sean bondadosos los unos con los otros, compasivos. Perdónense los unos a los otros como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
No te vengarás, ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Yavé.
Les di a conocer y les daré a conocer tu Nombre, para que el amor con el cual Tú me amaste esté en ellos, y Yo en ellos.
Vivan en amor como Cristo también nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio a Dios para olor fragante.
Porque Dios es mi testigo de cómo los añoro a todos ustedes con el amor entrañable de Jesucristo.
Puesto que ustedes purificaron sus almas por la obediencia a la verdad para el amor fraternal no fingido, ámense los unos a los otros fervientemente de corazón.
Porque éste es el mensaje que han escuchado desde un principio: que nos amemos unos a otros.
Pero el que tenga bienes del mundo, y vea a su hermano con necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos, no amemos de palabra ni de lengua, sino con obra y verdad.
Éste es su Mandamiento: que creamos en el Nombre de su Hijo Jesucristo y nos amemos unos a otros, como nos mandó.
Nada hagan por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considérense los unos a los otros como superiores a ustedes mismos.Estuvo al borde de la muerte por causa de la obra de Cristo y arriesgó la vida para completar la ausencia de servicio de ustedes para mí.No fije cada uno los ojos en sus propias cosas, sino cada cual en las cosas de otros.
Él contestó: Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con todo tu entendimiento, y a tu prójimo como a ti mismo.
Nosotros sabemos que pasamos de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte.
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amemos a Dios y practiquemos sus Mandamientos,
Así que, todo lo que quieran que los hombres les hagan, háganles también ustedes, porque ésta es la Ley y los profetas.
Si alguno dice: Amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso, porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a Quien no ha visto.Este Mandamiento tenemos de parte de Él: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Así que, nosotros los fuertes tenemos que sobrellevar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.En otro pasaje dice: Alégrense, gentiles, con su pueblo.Y otra vez: Alaben al Señor todos los gentiles, Y exáltenlo, pueblos todos.Y además Isaías dice: Brotará la raíz de Isaí: el que se levanta a regir a los gentiles, los gentiles esperarán en Él.El Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que ustedes abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.Hermanos míos, yo mismo me convencí de que ustedes están colmados de bondad y todo conocimiento, y que igualmente pueden amonestarse los unos a los otros.Pero les escribí, en un sentido con atrevimiento, para recordarles por medio de la gracia que Dios me dio,para que yo sea ministro de Cristo Jesús a los gentiles y administre las Buenas Noticias como sacerdote de Dios, a fin de que los gentiles sean una ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.Entonces tengo de qué enaltecerme en Cristo Jesús en lo que se refiere a Dios,porque, para que los gentiles obedezcan, no me atrevería a hablar sino de lo que Cristo realizó por medio de mí, en palabra y obra,con poder de señales milagrosas y prodigios mediante el poder del Espíritu, con el propósito de proclamar plenamente las Buenas Noticias de Cristo desde Jerusalén y sus alrededores hasta Ilírico.Cada uno de nosotros agrade al prójimo en lo bueno, para edificación.
Si ciertamente cumplen la Ley real según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, hacen bien.
Decía también al que lo invitó: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no invites a tus amigos, hermanos, parientes, ni vecinos ricos, no sea que también ellos a su vez te inviten y tengas recompensa.Pero cuando hagas un banquete, invita a pobres, mancos, cojos, ciegos,y serás inmensamente feliz, pues no tienen cómo retribuirte, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
Porque el amor de Cristo nos obliga al pensar esto: que si Uno murió por todos, entonces todos murieron.
En esto son conocidos los hijos de Dios y los hijos del diablo: Todo el que no practica justicia no es de Dios. Tampoco es de Dios el que no ama a su hermano.
Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer. Si tiene sed, dale de beber. Porque si haces esto apilarás carbones encendidos sobre su cabeza.No seas vencido por lo malo, sino vence el mal con el bien.
Entonces, Pedro se acercó y le preguntó: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete veces?Jesús le contestó: No te digo hasta siete veces, sino hasta 70 veces siete.
El Señor los haga crecer y abundar en el amor unos a otros y para todos, así como también nosotros para ustedes,
Hablo con Dios para que su amor abunde aun más y más en conocimiento superior y en toda comprensión
Pero el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad,
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