En la palabra de Dios encontramos versículos que hablan de lo que va a acontecer, el profeta es el ministerio que da Dios para hablar a su pueblo, sin embargo en la biblia ya están escritas muchas de las cosas que van a acontecer. En su palabra encontramos este hermoso versículo: Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. (2 Pedro 1:21) La palabra profética es la llave para cerrar y abrir el cielo según los propósitos de Dios. Se debe Comparar los mensajes proféticos que se han cumplido cronológicamente y predecir ordenada y clara lo que va a acontecer. Así se podrá proclamar, y advertir a los que están caminando mal, hacerlos volver al camino de la vida eterna. A los que están listos para recibir a Cristo y ser arrebatados al cielo, sigan perseverando hasta el Fin para ser salvos.
Y me dijo: Mira, te enseñaré lo que ocurrirá en el último tiempo de la ira, porque eso es para el tiempo del fin.
El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que llegue el día grande y terrible de Yavé.
Pero el fin de todas las cosas está cerca. Sean, pues, serios y sobrios en las conversaciones con Dios,
Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra en los cuales mora la justicia.
Estas Buenas Noticias del reino serán proclamadas en toda la tierra para testimonio a todas las naciones. Entonces vendrá el fin.
Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos desaparecerán con un gran estruendo, los elementos serán destruidos con el intenso calor, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas.
Así será en el fin del mundo. Los ángeles saldrán, separarán a los malvados de entre los justos
Ciertamente Yavé vacía la tierra y la deja desolada. Trastorna su superficie y esparce a sus habitantes,La ciudad está quebrantada por el caos. Toda casa está cerrada para que nadie entre.Hay lamentos en las calles por la falta de vino. Todo gozo se oscurece. La alegría salió de la tierra.La ciudad quedó desolada. Su puerta fue golpeada con destrucción.Sucederá en medio de la tierra y en medio de los pueblos como cuando se sacude el olivo o en el rebusco después de la cosecha.A causa de la majestad de Yavé, alzarán la voz desde el occidente y dirán:¡Aclamen a Yavé desde el oriente, desde las costas del mar, al Nombre de Yavé, el ʼElohim de Israel!Oímos cánticos desde el extremo de la tierra: ¡Gloria al Justo! Pero yo digo: ¡Qué dolor! ¡Qué dolor! ¡Ay de mí! Los traidores traicionan. Los traidores traicionan con gran traición.¡Terror, fosa y trampa hay contra ti, oh habitante de la tierra!Acontecerá que el que huya del informe del desastre caerá en la fosa. El que salga de la fosa será atrapado en la red. Las ventanas de lo alto están abiertas. Los cimientos de la tierra se conmueven.La tierra será completamente destrozada, completamente desmenuzada. Se deshace en pedazos. En gran manera será derrumbada.tanto al pueblo como al sacerdote, al esclavo como a su amo, a la esclava como a su ama, al comprador como al vendedor, al prestamista como al que toma prestado, al acreedor como al deudor.La tierra se tambalea como un ebrio y será removida como una choza. ¡Tanto le pesa su pecado! Se desploma y no volverá a levantarse.Aquel día Yavé castigará en lo alto al ejército de lo alto, y sobre la tierra a los reyes de la tierra.Serán agrupados como se agrupa a los prisioneros en prisiones subterráneas. Quedarán encerrados, y después de muchos días serán castigados.La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Yavé de las huestes reine en la Montaña Sion y en Jerusalén, y la gloria esté ante sus ancianos.La tierra será completamente vaciada, totalmente saqueada. Yavé pronunció esta palabra:
Toda la hueste del cielo se disolverá. El cielo se envolverá como un rollo. Toda su hueste caerá como la hoja cae de la vid, como un higo seco cae de la higuera.
Por tanto, así como la cizaña es recogida y destruida con fuego, así sucederá en el fin del mundo.
Cuando estaba sentado en la Montaña de Los Olivos, los discípulos se le acercaron en privado y le preguntaron: Dinos, ¿cuándo será esto? ¿Cuál es la señal de tu venida y del fin de la era?
Inmensamente feliz el que lee y los que escuchan las palabras de la profecía y guardan las cosas que fueron escritas en ella, porque el tiempo está cerca.
Luego viene el fin, cuando Él entregue el reino al Dios y Padre, cuando suprima toda soberanía, autoridad y poder,
Si el Señor no acortara aquellos días, nadie sería salvo, pero por causa de los escogidos los acortó.
Ustedes oirán de guerras y rumores de guerras. Atención, no se alarmen, porque esto debe suceder. Pero aún no es el fin.
Levanten sus ojos al cielo y contemplen la tierra acá abajo. Porque el cielo se desvanecerá como el humo. La tierra envejecerá como una ropa, y los que la habitan morirán de igual manera. Pero mi salvación será para siempre, y mi justicia no será abolida.
Porque en verdad, Yo creo nuevos cielos y nueva tierra. No habrá recuerdo de las primeras cosas, ni llegarán más al pensamiento.
Porque permanecerán delante de Mí como los nuevos cielos y la nueva tierra que haré, dice Yavé. Así permanecerán su linaje y su nombre.Sucederá de nueva luna en nueva luna, y de sábado en sábado, que toda criatura vendrá para postrarse delante de Mí, dice Yavé.Saldrán y mirarán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra Mí: Su gusano no morirá, ni su fuego se extinguirá. Serán una repugnancia para toda la humanidad.
Miré la tierra y ciertamente estaba deformada y vacía. Miré los cielos y no tenían luz.Miré las montañas y en verdad temblaban. Todas las colinas se estremecían.Miré, y ciertamente no había hombre. Todas las aves del cielo huyeron.Miré, y en verdad la tierra fértil era un desierto. Todas sus ciudades fueron destruidas ante la Presencia de Yavé, ante el ardor de su ira.Porque Yavé dice: Toda la tierra será asolada, pero no la destruiré por completo.Por eso se enluta la tierra y se oscurecen los cielos arriba. Pues hablé, lo pensé. No cambiaré de parecer ni desistiré de ello.
ʼAdonay Yavé dice: Ciertamente viene un desastre, un gran desastre.¡El fin viene! ¡Vino el fin! Despertó contra ti. ¡Ciertamente viene!Tu juicio vino a ti, oh habitante de la tierra. Vino el tiempo. El día está cerca. Habrá tumulto en vez de grito de júbilo sobre las montañas.
Porque cercano está el día. En verdad el día de Yavé está cercano, día de nubarrones. Será el tiempo de las naciones.
En los días de estos reyes, el ʼElah del cielo establecerá un reino que jamás será destruido, ni será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará y consumirá a todos estos reinos. Pero él permanecerá para siempre,
Yo observaba en las visiones nocturnas. Vi Uno como un Hijo de Hombre que venía con las nubes del cielo. Llegó hasta el Anciano de Días y se presentó ante Él.Se le concedió dominio, gloria y un reino para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvan. Su dominio es eterno, que no pasará, y su reino no será jamás destruido.
Pero el Juez se sentará y le quitará su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin.El reino, el dominio y la majestad de los reinos bajo todo el cielo será dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es eterno. Todos los dominios le servirán y obedecerán.
Miguel, el gran arcángel que respalda a los hijos de tu pueblo se levantará en aquel tiempo. Será tiempo de angustia, como nunca hubo desde cuando existen las naciones hasta entonces. Pero en aquel tiempo tu pueblo será libertado, todos los que se hallen inscritos en el rollo.Muchos serán limpios, emblanquecidos y purificados. Los impíos obrarán impíamente y ninguno de ellos entenderá, pero los entendidos comprenderán.Desde el tiempo cuando sea quitado el continuo sacrificio hasta la repugnancia desoladora habrá 1.290 días.¡Inmensamente feliz el que espere y llegue a 1.335 días!Tú irás hasta el fin y reposarás. Te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y afrenta perpetua.Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que enseñan la justicia a la multitud como las estrellas a perpetua eternidad.
¡Toquen trompeta en Sion! ¡Suene alarma en mi Montaña Santa! ¡Tiemblen todos los habitantes de la tierra! Porque viene el día de Yavé. Ciertamente está cerca.Delante de ellos tiembla la tierra y se estremecen los cielos, el sol y la luna se oscurecen y las estrellas retiran su fulgor.Yavé da su voz ante su ejército. Su campamento es muy grande, poderoso el que ejecuta su Palabra. ¡Porque grande y terrible es el día de Yavé! ¿Quién lo podrá soportar?Pero aun ahora, Yavé dice: ¡Regresen a Mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento!Rasguen su corazón, y no sus ropas. Regresen a Yavé su ʼElohim, Quien es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en misericordia, y se duele del castigo.Quizás se vuelva, se conduela, y a su paso deje una bendición, es decir, una ofrenda vegetal y una libación para Yavé, el ʼElohim de ustedes.¡Toquen trompeta en Sion, proclamen ayuno! ¡Convoquen asamblea,congreguen al pueblo, santifiquen la asamblea, reúnan a los ancianos, reúnan a los niños y a los bebés! ¡Salga el novio de su habitación, y la novia de su tálamo!¡Lloren los sacerdotes entre la entrada y el altar! Y digan los ministros de Yavé: Oh Yavé, perdona a tu pueblo. No entregues tu heredad al oprobio, a la burla entre los gentiles. ¿Por qué se dirá entre los pueblos: Dónde está su ʼElohim?Entonces Yavé se llenará de celo por su tierra y de compasión por su pueblo.Yavé responderá y dirá a su pueblo: Miren, Yo les envío trigo, vino y aceite. Serán saciados con ellos. Y nunca más los pondré como oprobio de las naciones.Día de oscuridad y de falta de luz, como negrura que se extiende sobre las montañas. Es un pueblo grande y poderoso. Nunca hubo algo igual, ni lo habrá en los años de muchas generaciones.
Delante de ellos tiembla la tierra y se estremecen los cielos, el sol y la luna se oscurecen y las estrellas retiran su fulgor.Yavé da su voz ante su ejército. Su campamento es muy grande, poderoso el que ejecuta su Palabra. ¡Porque grande y terrible es el día de Yavé! ¿Quién lo podrá soportar?
Haré prodigios en los cielos y en la tierra, sangre, fuego y columnas de humo.El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que llegue el día grande y terrible de Yavé.
¡Ay de los que anhelan el día de Yavé! ¿Para qué desean este día de Yavé? Será de tinieblas y no de luz,como cuando uno huye del león y choca con un oso. O al entrar en su casa, apoya la mano en la pared y lo muerde una serpiente.La virgen de Israel cayó para no levantarse. Está tendido y abandonado su cuerpo. No hay quien la levante.¿No será el día de Yavé oscuridad y no luz? ¿Muy oscuro, sin resplandor?
¡Cercano está el día grande de Yavé! Cercano y se apresura rápidamente. Escuchen el día de Yavé. Hasta el guerrero clama amargamente.Día de ira es aquel día, día de tribulación y angustia, día de destrucción y desolación, día de oscuridad y tenebrosidad, día de nubes y densa niebla,día de trompeta y de griterío sobre las ciudades fortificadas y las altas torres.Atribularé a los hombres y deambularán como ciegos, porque pecaron contra Yavé. Su sangre será derramada como polvo y su carne como estiércol.Ni su plata ni su oro podrán librarlos el día de la ira de Yavé, cuando el fuego de su celo consuma toda la tierra, porque ciertamente todos los que viven en la tierra serán destruidos apresuradamente.
Por tanto, dice Yavé, espérenme hasta el día cuando Yo me levante para juzgarlos, pues mi decisión es reunir las naciones y congregar los reinos, para derramar sobre ellos mi furor, todo el ardor de mi ira, porque toda la tierra será devorada con el fuego de mi celo.
Ciertamente el día de Yavé viene, y tus despojos serán repartidos en medio de ti.Toda la tierra será allanada desde Geba hasta Rimón, al sur de Jerusalén. Será enaltecida y habitada, desde la puerta de Benjamín hasta la primera Puerta y la puerta del Ángulo, y desde la Torre de Hananeel hasta el lagar del Rey.Vivirán en ella, y nunca más habrá maldición. Pero Jerusalén será habitada confiadamente.Esta será la peste con la cual Yavé herirá a todos los pueblos que combatieron contra Jerusalén. La carne de ellos se corromperá cuando aún estén sobre sus pies, sus ojos se consumirán en las cuencas y su lengua se pudrirá en sus bocas.Acontecerá en aquel día que habrá entre ellos un pánico de parte de Yavé, de tal modo que cuando alguno agarre la mano de su compañero, el otro volverá su mano contra él.Judá también peleará en Jerusalén, y las riquezas de todos los pueblos de alrededor serán reunidas: oro, plata y ropa en abundancia.Los caballos, mulas, camellos, asnos y todas las bestias que estén en los campos sufrirán el mismo castigo.Todos los que sobrevivan de las naciones que llegaron contra Jerusalén subirán de año en año a adorar al Rey, Yavé de las huestes, y a celebrar la solemnidad de las Cabañas.Acontecerá que sobre aquellas familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey Yavé de las huestes, no vendrá lluvia.Si la familia de Egipto no sube ni acude, tampoco habrá lluvia sobre ellos. Les vendrá la peste con la cual Yavé golpeará a las naciones que no suban a celebrar la solemnidad de las Cabañas.Tal será el castigo para Egipto y el castigo para todos los pueblos que no suban a celebrar la solemnidad de las Cabañas.Porque Yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén. La ciudad será conquistada, las casas serán saqueadas y las mujeres violadas. La mitad del pueblo irá en cautiverio, pero el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.
Porque ciertamente viene el día ardiente como un horno, cuando todos los altivos y todos los perversos serán estopa. Aquel día que viene los quemará, y no quedará de ellos raíz ni rama, dice Yavé de las huestes.
Miren, Yo les envío al profeta Elías antes de la venida grande y terrible del día de Yavé.Él volverá los corazones de los progenitores a sus hijos, y los corazones de los hijos a los progenitores, no sea que Yo venga y golpee la tierra con una maldición.
Por tanto, así como la cizaña es recogida y destruida con fuego, así sucederá en el fin del mundo.El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles y recogerán de su reino a todos los que son piedra de tropiezo y a los que practican iniquidad,y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el crujido de los dientes.Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos, escuche.
Así será en el fin del mundo. Los ángeles saldrán, separarán a los malvados de entre los justosOtra cayó en pedregales donde no había mucha tierra. Enseguida brotó por cuanto no tenía profundidad de tierra.y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el crujido de los dientes.
Ustedes oirán de guerras y rumores de guerras. Atención, no se alarmen, porque esto debe suceder. Pero aún no es el fin.Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá hambrunas y terremotos en diferentes lugares.Pero todas estas cosas serán principio de dolores de parto.
Porque habrá entonces una gran tribulación, como no hubo desde el comienzo del mundo hasta ahora, ni habrá jamás.Si aquellos días no fueran acortados, ninguna persona sería salva. Pero aquellos días serán acortados por causa de los escogidos.
Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, El sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor. Las estrellas se caerán del cielo y las potencias celestiales serán conmovidas.Cuando estaba sentado en la Montaña de Los Olivos, los discípulos se le acercaron en privado y le preguntaron: Dinos, ¿cuándo será esto? ¿Cuál es la señal de tu venida y del fin de la era?Entonces se mostrará la señal del Hijo del Hombre en el cielo. Todas las naciones de la tierra se lamentarán y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.Enviará a sus ángeles con sonido de gran trompeta, y reunirán a sus escogidos de los cuatro puntos cardinales, desde un extremo al otro extremo de los cielos.
El cielo y la tierra pasarán, pero que no pasen mis Palabras.Sin embargo, nadie sabe en cuanto a aquél día y hora, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo. Solo el Padre.
Por esto, ustedes también estén preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora cuando no lo piensen.
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con Él, se sentará en su trono de gloria.Se reunirán delante de Él todas las naciones. Apartará los unos de los otros como el pastor separa las ovejas de las cabras:
Enséñenles a guardar todas las cosas que les he mandado. Y ciertamente Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la era.
Cuando oigan de guerras y rumores de guerras, no se turben. Es necesario que sucedan, pero aún no es el fin.Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá terremotos en diversas regiones. Habrá hambrunas. Estas cosas serán principio de dolores de parto.
Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su claridad nocturna,las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán sacudidas.En ese tiempo verán al Hijo del Hombre que viene en las nubes con gran poder y gloria.Entonces enviará a los ángeles y reunirá a los escogidos de los cuatro puntos cardinales, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
Con respecto a aquel día o la hora, nadie sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.Cuidado, estén alerta, porque no saben cuándo es el tiempo.
Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre:Comían, bebían, se casaban y se daban en matrimonio, hasta el día cuando Noé entró en el arca. Vino el diluvio y destruyó a todos.Asimismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y edificaban.Pero el día cuando Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y destruyó a todos.Tengan cuidado de ustedes mismos. Cuando peque tu hermano, repréndelo, y si cambia de mente, perdónalo.Así será el día cuando el Hijo del Hombre se manifieste.
Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. Sobre la tierra habrá angustia de gentes en perplejidad por un rugido y oleaje del mar,tal que desfallecen los hombres por miedo y expectación de lo que viene a la tierra habitada, porque las potencias de los cielos serán sacudidas.Entonces verán al Hijo del Hombre que viene con poder y gran gloria en una nube.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán.Estén alerta, no sea que se carguen con relajamiento moral, embriaguez y afanes de la vida, y aquel día aparezca de repente sobre ustedes.Porque vendrá como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.Así que velen en todo tiempo, rueguen que tengan completa fuerza para escapar de todo esto que va a suceder y estar en pie delante del Hijo del Hombre.
No se maravillen de esto, porque viene la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz.Los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida, pero los que hicieron lo malo, a resurrección de juicio.
La voluntad del Padre Quien me envió es que no pierda nada de todo lo que me dio, sino que lo resucite el día final.Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos.Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que mira al Hijo y cree en Él, tenga vida eterna, y Yo lo resucitaré el día final.
El que me rechaza y no recibe mis Palabras tiene quien lo juzgue. La Palabra que hablé es la que lo juzgará en el día final.
quienes les preguntaron: Varones galileos, ¿por qué miran al cielo? Este Jesús, Quien fue tomado de ustedes al cielo, vendrá así como lo contemplaron al ascender.
Haré prodigios arriba en el cielo, y señales milagrosas abajo en la tierra, sangre, fuego y vapor de humo.De repente vino del cielo un estruendo, como una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados.El sol se convertirá en oscuridad, y la luna en sangre antes que venga el día grande y glorioso del Señor.
Por tanto, cambien de mente y den la vuelta hacia Dios, para que sean borrados sus pecados,Cada día llevaban un hombre cojo de nacimiento a la puerta del Templo llamada La Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban.y que de la presencia del Señor vengan tiempos de refrigerio, y les envíe a Cristo Jesús Quien fue antes Anunciado,Quien ciertamente debe permanecer en el cielo hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de las que Dios habló desde tiempo antiguo por medio de sus santos profetas.
Pues bien, Dios pasó por alto los tiempos de la ignorancia y ahora ordena a todos los hombres en todo lugar que cambien de mente.Porque Él estableció un día cuando juzgará a la humanidad con justicia por medio de un Hombre, y lo resucitó como garantía para todos.
Pero por tu terquedad y tu corazón no cambiado, acumulas ira para ti para el día de la ira y la manifestación del justo juicio de Dios.
Considero que los sufrimientos actuales no merecen compararse con la gloria que se nos manifestará.La creación espera con ardiente anhelo la manifestación de los hijos de Dios.
de que también la misma creación sea liberada de la esclavitud a la corrupción hacia la libertad gloriosa de los hijos de Dios.Porque sabemos que toda la creación gime y sufre dolores de parto hasta ahora.No solo ella, sino también nosotros mismos, quienes tenemos la primicia del Espíritu, también gemimos al esperar ansiosamente la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
Por lo demás, hermanos, nos queda poco tiempo para que los que tienen esposa sean como los que no tienen,El esposo y la esposa cumplan su deber conyugal.los que lloran como los que no lloran, los que gozan como los que no gozan, los que compran como los que nada tienen,y los que se aprovechan del mundo como los que no son absorbidos por él, porque la apariencia de este mundo pasa.
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir.Pero cada uno en su orden: Cristo, el Primero, luego, los de Cristo, en su venida.Luego viene el fin, cuando Él entregue el reino al Dios y Padre, cuando suprima toda soberanía, autoridad y poder,
Ciertamente les digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformadosen un instante, en un pestañeo de ojo, al toque de la trompeta final, porque sonará. Los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
Es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hizo mientras estuvo en el cuerpo, sea bueno o malo.
Me convencí de que El que inició en ustedes la buena obra la completará hasta el día de Jesucristo.
Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo.Él transformará nuestro humilde cuerpo para que sea semejante a su glorioso cuerpo, según la operación de su poder que somete todas las cosas a Él mismo.
Cuando se manifieste Cristo, Quien es su vida, entonces también ustedes se manifestarán con Él en gloria.
Les decimos esto en Palabra del Señor: Nosotros los que vivamos, los que seamos dejados atrás hasta la venida del Señor, ¡que de ningún modo precedamos a los que durmieron!Porque el Señor mismo con señal de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero.Luego nosotros, los que vivamos, los que quedemos atrás, seremos arrebatados simultáneamente con ellos en las nubes a encontrar al Señor en al aire. Así estaremos siempre con el Señor.
Hermanos, no tienen necesidad de que les escriba con respecto a los tiempos y a las ocasiones.Quien murió por nosotros, para que, ya sea que velemos o que durmamos, vivamos juntamente con Él.Por tanto exhórtense y edifíquense los unos a los otros, como ya lo hacen.Hermanos, les rogamos que reconozcan a los que trabajan entre ustedes, que se preocupan por ustedes y los amonestan en el Señor.Que los tengan en gran estima con amor a causa de su obra. Vivan en paz los unos con los otros.También les rogamos, hermanos: Amonesten a los ociosos, animen a los desanimados, sostengan a los débiles, sean pacientes con todos.Tengan cuidado que nadie devuelva a alguno mal por mal. Más bien persigan siempre lo bueno los unos para los otros y para todos.¡Estén siempre gozosos!Hablen con Dios sin cesar.Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.No apaguen al Espíritu.Porque ustedes saben perfectamente que el día del Señor viene como ladrón de noche.No menosprecien las profecías,sino examinen todo. Retengan lo bueno.Absténganse de toda clase de mal.El mismo Dios de la paz los santifique por completo y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo sea guardado sin reproche para la venida de nuestro Señor Jesucristo.Fiel es el que los llama, Quien también lo hará.Hermanos, hablen con Dios por nosotros.Saluden a todos los hermanos con beso santo.Les ruego encarecidamente en el Nombre del Señor que sea leída esta epístola a todos los hermanos.La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.Cuando digan: Paz y seguridad, vendrá sobre ellos destrucción repentina como el dolor a la que está embarazada, ¡y que no escapen de ningún modo!
Porque Dios no nos destinó para ira, sino para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con Él, les rogamos, hermanos,y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, porque no aceptaron el amor a la verdad para ser salvos.Por esto Dios les envía una operación engañosa para que ellos crean en la mentira,a fin de que sean juzgados todos los que no creyeron en la verdad, sino se deleitaron en la injusticia.Hermanos amados por el Señor, nosotros tenemos que dar gracias siempre a Dios por ustedes, pues desde el principio Él los escogió para salvación por medio de la santificación del espíritu y fe en la verdad.A esto los llamó por medio de nuestras Buenas Noticias para que obtengan la gloria de nuestro Señor Jesucristo.Así que, hermanos, estén firmes y retengan las tradiciones como las enseñamos, bien por palabra o por epístola nuestra.El mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios nuestro Padre, Quien nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,consuele y confirme sus corazones en toda obra y buena palabra.que no se muevan fácilmente del entendimiento, ni sean perturbados por espíritu, ni por palabra, ni por epístola como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día del Señor llegó.¡Que nadie los engañe en ninguna manera! Pues no sucederá si la apostasía no viene primero, y se manifiesta el hombre de iniquidad, el hijo de destrucción,el oponente que se levanta contra todo lo que es llamado Dios o es objeto de adoración, hasta el punto de tomar asiento en el Santuario de Dios para proclamar que él mismo es Dios.
Entonces se manifestará el inicuo, a quien el Señor matará con el aliento de su boca, y lo reducirá a la impotencia con la gloria de su venida.
que guardes el mandamiento sin mancha, sin reproche, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo,la cual mostrará en tiempos apropiados el bendito y único Soberano, el Rey de reyes y Señor de señores,
Declaro solemnemente delante de Dios y de Cristo Jesús, Quien está destinado a juzgar a los vivos y a los muertos en su aparición y en su reino:
que nos acojamos a la esperanza bienaventurada y la aparición de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
Y: Tú, Señor, desde el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obras de tus manos,Y se acabarán, pero Tú permaneces. Y todos envejecerán como ropa.Como un vestido los enrollarás, Y como ropa serán mudados. Pero Tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.
De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde la fundación del mundo, pero ahora se presentó una vez por todas al fin de los siglos para remoción de pecado por medio del sacrificio de Él mismo.De la manera como está establecido a los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,así también Cristo fue ofrecido una sola vez para cargar los pecados de muchos, y aparecerá por segunda vez sin relación con el pecado para salvar a los que lo esperan.
cuya voz entonces sacudió la tierra, pero ahora prometió: Una vez más Yo sacudiré no solo la tierra sino también el cielo.Esta frase: una vez más, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que permanezcan las inconmovibles.
Por tanto, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. Observen cómo el labrador espera con paciencia el precioso fruto de la tierra hasta que llegue la lluvia temprana y tardía.Sean pacientes. Fortalezcan sus corazones, porque la venida del Señor está cerca.
Hermanos, no se quejen unos contra otros para que no sean juzgados. Observen, el Juez está en la puerta.
Por el poder de Dios ustedes son protegidos bajo custodia por medio de la fe para la salvación preparada, a fin de que les sea manifestada en el tiempo final.
Porque es tiempo de que comience el juicio en la casa de Dios. Si comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de los que desobedecen las Buenas Noticias de Dios?
Sepan primero que en los últimos días aparecerán burladores que seguirán sus deseos apasionados,y dirán: ¿Dónde está la promesa de su venida? Porque desde cuando los antepasados durmieron, todas las cosas permanecen como desde el principio de la creación.
Los cielos y la tierra de ahora están reservados para el fuego por la misma Palabra, guardados para el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos.
Esperamos y anhelamos intensamente la venida del día de Dios en el cual los cielos serán derretidos al ser incendiados, y los elementos serán fundidos con intenso calor.Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra en los cuales mora la justicia.
El mundo pasa, y sus deseos ardientes, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Ahora, hijitos, permanezcan en Él, para que cuando se manifieste tengamos confianza y no seamos avergonzados de parte de Él en su venida.
También con respecto a éstos Enoc, séptimo patriarca desde Adán, profetizó: Ciertamente el Señor vino con sus santas miríadaspara hacer juicio contra todos y convencer a toda persona con respecto a todas las obras inicuas de ellos en las cuales actuaron impíamente, y con respecto a todas las cosas insolentes que los pecadores impíos hablaron contra Él.
Ciertamente viene con las nubes. Todo ojo lo verá, también los que lo traspasaron. Y todas las naciones de la tierra harán lamentación por Él. Sí. Amén.
Puesto que guardaste la Palabra de mi paciencia, Yo también te guardaré de la hora de la prueba que viene sobre el mundo entero para probar a los que moran sobre la tierra.
Miré cuando el Cordero abrió el sexto sello. Hubo un gran terremoto, el sol oscureció como tela de crin y la luna entera se volvió como sangre.Las estrellas del cielo cayeron a la tierra como una higuera suelta sus brevas cuando es sacudida por un viento fuerte.El cielo fue replegado como un rollo que es enrollado. Toda montaña y toda isla fueron removidas de sus lugares.
El séptimo ángel tocó la trompeta, y se produjeron grandes voces en el cielo, que decían: ¡El reino del mundo es de nuestro Señor y de su Cristo, y reinará por los siglos de los siglos!
Miré, y ahí estaba una nube blanca, y sobre la nube estaba sentado uno semejante al Hijo del Hombre, Quien tenía en su cabeza una corona de oro y en su mano una hoz afilada.Otro ángel salió del Santuario que clamaba con gran voz al que estaba sentado sobre la nube: ¡Envía tu hoz y cosecha, porque llegó la hora de cosechar pues se maduró la cosecha de la tierra!El que estaba sentado sobre la nube blandió su hoz sobre la tierra, y la tierra fue cosechada.
(Ciertamente vengo como ladrón. Inmensamente feliz el que vela y protege sus ropas, para que no ande desnudo y vean su vergüenza.)
Vi el cielo abierto, y ahí estaba un caballo blanco. Su Jinete es Fiel y Verdadero. Con justicia juzga y pelea.Sus ojos son llama de fuego. Hay muchas diademas en su cabeza. Tenía un Nombre escrito, el cual nadie conoció sino Él.Se vistió con una ropa empapada en sangre, y su Nombre es: El Verbo de Dios.Los ejércitos del cielo, vestidos de lino fino, blanco y limpio, lo seguían en caballos blancos.Una espada aguda sale de su boca para golpear con ella a las naciones. Él las pastoreará con vara de hierro. Y Él pisa el lagar del vino del furor de la ira del Dios Todopoderoso.En la vestidura y en su muslo tiene un Nombre escrito: Rey de reyes Y Señor de señores.
Vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer la guerra contra el Jinete y contra su ejército.Porque sus juicios son verdaderos y justos, porque juzgó a la gran prostituta, la cual corrompía la tierra con su inmoralidad sexual y vengó la sangre de sus esclavos de mano de ella.La bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que hizo milagros delante de ella, con los cuales engañó a los que recibieron la marca de la bestia y a los que adoran su imagen. Los dos fueron lanzados vivos al lago de fuego encendido con azufre.Los demás murieron por la espada que sale de la boca del Jinete. Todas las aves se saciaron con los cuerpos de ellos.
Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. La tierra y el cielo huyeron de su presencia, y no se halló el lugar de ellos.Vi a los muertos, los grandes y los pequeños, en pie delante del trono. Y unos rollos fueron abiertos. También fue abierto el rollo de la vida. Los muertos fueron juzgados por las cosas escritas en los rollos, según sus obras.El mar entregó a los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los que había en ellos. Fueron juzgados, cada uno según sus obras.La muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda: el lago de fuego.Si alguno no se halló inscrito en el rollo de la vida, fue lanzado al lago de fuego.
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.
Enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá muerte. No habrá llanto, ni clamor, ni dolor. Las primeras cosas pasaron.
¡Ten presente, vengo con prontitud, y traigo mi galardón conmigo para recompensar a cada uno según su obra!Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.
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