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64 Versículos de la Biblia sobre nuestro amor a Dios
Amarás a Yavé tu ʼElohim con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.
pues éste es el amor de Dios: que guardemos sus Mandamientos, y sus Mandamientos no son insoportables.
Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para lo bueno, a los que son llamados según su propósito.
En esto está el amor: No en que nosotros amamos a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo como ofrenda por nuestros pecados.
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con toda tu fuerza.
Amo a Yavé, Porque escucha mi voz y mis súplicas,
Creí, por tanto hablé: Estoy afligido en gran manera.
Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso.
¿Qué pagaré a Yavé Por todos sus beneficios para mí?
Levantaré la copa de la salvación E invocaré el Nombre de Yavé.
A Yavé cumpliré mis votos En presencia de todo su pueblo.
Estimada es a los ojos de Yavé La muerte de sus santos.
Oh Yavé, ciertamente yo soy tu esclavo. Esclavo tuyo soy, hijo de tu esclava, Tú desataste mis ataduras.
Te ofreceré sacrificio de acción de gracias E invocaré el Nombre de Yavé.
A Yavé cumpliré mis votos, En presencia de todo su pueblo,
En los patios de la Casa de Yavé, En medio de ti, oh Jerusalén. ¡Aleluya!
Porque inclina a mí su oído. Por tanto, lo invocaré mientras viva.
Jesús le respondió: Si alguno me ama, guardará mi Palabra. Mi Padre lo amará. Vendremos a él y viviremos con él.
Todo el que cree que Jesús es el Cristo, fue engendrado por Dios. Todo el que ama al que engendró, ama al que fue engendrado por Él.
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios. Todo el que ama, nació de Dios y conoce a Dios.
El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor.
Le respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
Éste es el grande y primer Mandamiento,
Pero, ¡alégrense todos los que confían en Ti! ¡Den voces de júbilo porque Tú los defiendes para siempre! ¡Regocíjense en Ti los que aman tu Nombre!
Si alguno dice: Amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso, porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a Quien no ha visto.
Reconoce que Yavé tu ʼElohim es fiel, que guarda el Pacto y la misericordia hasta 1.000 generaciones de los que lo aman y guardan sus Mandamientos,
Pero al practicar la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas en Aquel que es la Cabeza, Cristo,
Entonces sucederá que por cuanto tú escuchas estos Decretos, los guardas y los practicas, también Yavé tu ʼElohim guardará contigo el Pacto y la misericordia que juró a tus antepasados.
que ames a Yavé tu ʼElohim, escuches su voz y seas fiel a Él. Porque Él es tu vida y la prolongación de tus días para que vivas en la tierra que Yavé juró dar a tus antepasados, Abraham, Isaac y Jacob.
¡Consideren qué glorioso amor nos dio el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios! ¡Y somos! Por esto no nos conoce el mundo, porque no lo conoció a Él.
ni lo alto, ni lo profundo, ni otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, nuestro Señor.
La esperanza no decepciona, porque el amor de Dios se derramó en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos dio.
El que ama su vida, la pierde. El que aborrece su vida en este mundo, la guardará para vida eterna.
Una cosa le pedí a Yavé. Ésta buscaré: Que esté yo en la Casa de Yavé todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Yavé Y para meditar en su Templo.
Porque el amor de Cristo nos obliga al pensar esto: que si Uno murió por todos, entonces todos murieron.
Por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para ellos mismos, sino para Aquel que murió y fue resucitado por ellos.
Yavé pasó frente a él, y proclamó: Yavé, Yavé, ʼEL misericordioso y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad,
Nadie vio jamás a Dios. Cuando nos amemos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor es perfeccionado en nosotros.
En el amor no hay temor, porque el perfecto amor echa fuera el temor, pues el temor incluye castigo. El que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
Sucederá que, si obedecen sinceramente mis Mandamientos que les ordeno hoy, aman a Yavé su ʼElohim, y le sirven con todo su corazón y con toda su alma,
no escucharás las palabras de tal profeta o de tal soñador, porque Yavé tu ʼElohim te prueba para saber si amas a Yavé tu ʼElohim con todo tu corazón y con toda tu alma.
porque hoy te mando que ames a Yavé tu ʼElohim, que andes en sus caminos y guardes sus Mandamientos, Estatutos y Decretos, a fin de que vivas y te multipliques, para que Yavé tu ʼElohim te bendiga en la tierra adonde entras para poseerla.
Amen a Yavé ustedes, todos sus santos. Yavé guarda a los fieles, Pero retribuye con creces al que actúa con soberbia.
Aborrezcan el mal ustedes los que aman a Yavé, Quien preserva las almas de sus santos. ʼEL los libra de la mano de los perversos.
El que ama a padre o madre más que a Mí, no es digno de Mí. El que ama a hijo o hija más que a Mí, no es digno de Mí.
Acérquense a Dios y Él se acercará a ustedes. Pecadores, limpien sus manos, y los que vacilan purifiquen sus corazones.
Él contestó: Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con todo tu entendimiento, y a tu prójimo como a ti mismo.
El que tiene mis Mandamientos y los guarda es el que me ama. Al que me ama, mi Padre lo amará. Y Yo lo amaré y me revelaré a él.
Porque eres precioso a mis ojos. Fuiste exaltado porque Yo te amo. Daré hombres por ti y naciones por tu vida.
Hablo con Dios para que su amor abunde aun más y más en conocimiento superior y en toda comprensión
Porque ustedes, hermanos, a libertad fueron llamados. Solo que no usen la libertad como base de abastecimiento para la naturaleza pecaminosa, sino sírvanse los unos a los otros como esclavos por medio del amor.
Por tanto, hermanos, los exhorto por las misericordias de Dios a que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, lo cual es su adoración racional.
Porque Dios no nos dio espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
a Quien aman, aunque no lo vean, en Quien creen sin verlo ahora. Se alegran con un gozo indecible y esplendoroso,
Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y las buenas obras,
sin dejar de congregarnos, como algunos acostumbran, sino exhortémonos, y tanto más cuando ven que el día se acerca.
Cuando desayunaron Jesús le preguntó a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor, Tú sabes que te tengo afecto. Le dijo: Apacienta mis corderos.
Otra vez le preguntó: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Le respondió: Sí, Señor, Tú sabes que te tengo afecto. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
Le preguntó la tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me tienes afecto? Pedro se entristeció porque le preguntó la tercera vez: ¿me tienes afecto? Y le respondió: Señor, Tú sabes que te tengo afecto. Tú conoces todas las cosas. Le dijo: Apacienta mis ovejas.
No amen al mundo ni las cosas del mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Amarás a Yavé tu ʼElohim y guardarás siempre sus Preceptos, Estatutos, Ordenanzas y Mandamientos.
Confía en Yavé con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus sendas.