Pero a ustedes quienes me oyen les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a los que los aborrecen,bendigan a los que los maldicen, hablen con Dios a favor de los que los maltratan.
Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer. Si tiene sed, dale de beber. Porque si haces esto apilarás carbones encendidos sobre su cabeza.
Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer. Si tiene sed, dale de beber.Porque carbones encendidos amontonas sobre su cabeza, Y Yavé te recompensará.
Pero amen a sus enemigos y hagan bien. Presten sin esperar algo a cambio y su galardón será grande. Serán hijos del Altísimo, porque Él es bondadoso con los ingratos y perversos.
No paguen a nadie mal por mal. Respeten lo bueno delante de todos los hombres.Si es posible, en lo que depende de ustedes, estén en paz con todos los hombres.No se venguen ustedes mismos, amados, sino den lugar a la ira de Dios. Porque está escrito: Mía es la venganza. Yo pagaré, dice el Señor.No sean moldeados por este mundo, sino sean transformados por la renovación de la mente, para que comprueben la voluntad de Dios, la cual es buena, aceptable y perfecta.Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer. Si tiene sed, dale de beber. Porque si haces esto apilarás carbones encendidos sobre su cabeza.No seas vencido por lo malo, sino vence el mal con el bien.
Oyeron ustedes que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.Pero Yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen,para que sean hijos de su Padre celestial, Quien envía su sol sobre malos y buenos, y la lluvia para justos e injustos.Porque si aman a los que los aman, ¿qué galardón tienen? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?Si solo saludan a sus hermanos, ¿qué otra cosa hacen? ¿No hacen también así los gentiles?Por tanto sean ustedes perfectos, como su Padre celestial es perfecto.
No devuelvan mal por mal, ni maldición por maldición. Al contrario, bendigan, pues fueron llamados para heredar bendición.
Si encuentras extraviado el buey o el asno de tu enemigo, ciertamente lo regresarás a él.Cuando veas el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿te abstendrás de ayudarlo? Más bien le ayudarás a levantarlo.
Tengan cuidado que nadie devuelva a alguno mal por mal. Más bien persigan siempre lo bueno los unos para los otros y para todos.
Sean bondadosos los unos con los otros, compasivos. Perdónense los unos a los otros como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios. Todo el que ama, nació de Dios y conoce a Dios.El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor.
Pero Dios demuestra su amor hacia nosotros, porque cuando éramos aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará.Pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre perdonará sus ofensas.
Entonces, Pedro se acercó y le preguntó: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete veces?Jesús le contestó: No te digo hasta siete veces, sino hasta 70 veces siete.
El amor es paciente. Es bondadoso. No está lleno de envidia. No se alaba, no es arrogante,no es indecente, no es egoísta, no se irrita, no guarda rencor.No se goza por la injusticia, pero se regocija por la verdad.Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Sopórtense y perdónense los unos a los otros cuando alguno tenga queja contra otro. Como el Señor ciertamente los perdonó, así también ustedes.
Nada hagan por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considérense los unos a los otros como superiores a ustedes mismos.
y tengan ante todo el amor constante entre ustedes, porque el amor cubre una multitud de pecados.
Yo en cambio, al estar ellos enfermos, Me vestía de ropa áspera Y afligía mi alma con ayuno, Hasta que mi súplica a favor de ellos me era concedida.Como por mi amigo o hermano actuaba, Como el que llora por su madre, Afligido me humillaba.
Cuando los caminos del hombre agradan a Yavé, Él hace que aun sus enemigos estén en paz con él.
Sepan, mis amados hermanos: Todo ser humano sea pronto para escuchar, tardo para hablar, tardo para airarse,Hermanos míos, gócense profundamente cuando pasen por diversas pruebas,porque la ira del hombre no efectúa la justicia de Dios.
Un Mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros. Como los amé, ámense también unos a otros.Por esto sabrán todos que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.
Por tanto sean imitadores de Dios como hijos amados.al tratar de aprender lo que es agradable al Señor.No participen en las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien expónganlas a la luz,porque es vergonzoso aun mencionar las cosas que hacen en secreto.Pero todas las cosas que son expuestas por la luz son manifiestas.Todo lo que se manifiesta es luz. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes. Levántate de entre los muertos, y Cristo te alumbrará.Observen, pues, cuidadosamente cómo viven, no como necios, sino como sabios.Aprovechen el tiempo, porque los días son malos.Por tanto no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor.No se embriaguen con vino en el cual hay desenfreno, más bien, sean llenos con el Espíritu.Hablen con salmos, himnos y cánticos espirituales. Canten y entonen salmos al Señor con su corazónVivan en amor como Cristo también nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio a Dios para olor fragante.
Nosotros conocemos y creemos el amor que Dios tiene en nosotros. Dios es amor, y el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios permanece en él.
¿Qué nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambruna, desnudez, peligro o espada?Como está escrito: Por causa de Ti estamos muertos todo el tiempo. Fuimos estimados como ovejas de matadero.Pero en todas estas cosas ganamos la más gloriosa victoria por medio de Aquel que nos amó.Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni gobernantes, ni lo presente, ni lo que viene, ni poderes,ni lo alto, ni lo profundo, ni otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, nuestro Señor.
De repente un doctor de la Ley apareció para probarlo y preguntó: Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?Jesús le preguntó: ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?Él contestó: Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con todo tu entendimiento, y a tu prójimo como a ti mismo.Le dijo: Respondiste correctamente. Haz esto y vivirás.Pero él para justificarse preguntó a Jesús: ¿Quién es mi prójimo?¡Vayan! Consideren que los envío como corderos en medio de lobos.Jesús le respondió: Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores. Lo desnudaron, lo golpearon, lo dejaron medio muerto y huyeron.Un sacerdote bajaba por aquel camino y al verlo, pasó por el lado opuesto.Un levita llegó al lugar y cuando lo vio también pasó por el otro lado.Pero un samaritano que viajaba, pasó cerca de él. Lo vio y fue movido a compasión.Se acercó, le vendó las heridas, les derramó aceite y vino, y lo puso sobre su propia cabalgadura. Lo llevó a un hospedaje y cuidó de él.Cuando salió el día siguiente le dio dos denarios al hospedador y le dijo: Cuídalo, y lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó entre los salteadores?Y él contestó: El que hizo la misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Vé y haz tú lo mismo.
Así que, mientras tengamos oportunidad, esforcémonos en hacer el bien a todos, especialmente a la familia de la fe.
Así que, todo lo que quieran que los hombres les hagan, háganles también ustedes, porque ésta es la Ley y los profetas.
Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y las buenas obras,sin dejar de congregarnos, como algunos acostumbran, sino exhortémonos, y tanto más cuando ven que el día se acerca.
Porque éste es el mensaje que han escuchado desde un principio: que nos amemos unos a otros.
Porque Tú, ʼAdonay, eres bueno y perdonador, Grande en misericordia para todos los que te invocan.
Y ahora permanecen estos tres: la fe, la esperanza, el amor. Pero el mayor de éstos es el amor.
Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo, mucho más después de ser reconciliados seremos salvos por su vida.
Pues si aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? ¡Aun los pecadores aman a los que los aman!Cuando hagan bien a los que les hacen bien, ¿qué mérito tienen? Los pecadores hacen lo mismo.
Todo esto procede de Dios, Quien nos reconcilió con Él mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.Es decir, que en Cristo, Dios reconciliaba al mundo con Él mismo sin tomar en cuenta las transgresiones de ellos, y puso la Palabra de la reconciliación en nosotros.
Si alguno dice: Amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso, porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a Quien no ha visto.
Hablen con Dios en todo tiempo por medio de toda conversación y súplica en espíritu. Por lo mismo, estén alerta con toda perseverancia y suplicación por todos los santos,
Así que, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de sentimientos afectuosos profundos, bondad, humildad, mansedumbre y longanimidad.Sopórtense y perdónense los unos a los otros cuando alguno tenga queja contra otro. Como el Señor ciertamente los perdonó, así también ustedes.Sobre todas estas cosas, vístanse el amor, que es el cinturón de la perfección.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buena reputación; si hay alguna virtud, si hay algo digno de alabanza, piensen en esto.
No juzguen, para que no sean juzgados.O si le pide un pescado, ¿le da una serpiente?Pues si ustedes, que son malos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡cuánto más su Padre celestial dará cosas buenas a los que le piden!Así que, todo lo que quieran que los hombres les hagan, háganles también ustedes, porque ésta es la Ley y los profetas.Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conduce a la perdición y muchos entran por ella.¡Cuán estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida! Pocos son los que la hallan.Guárdense de los falsos profetas, quienes vienen a ustedes con ropas de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.Por sus frutos los reconocerán. ¿Se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos.No puede un árbol bueno dar frutos malos, ni un árbol malo dar frutos buenos.Todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa al fuego.Porque con el juicio con el cual juzgan, serán juzgados, y con la medida con la cual midan, se les medirá.
Encomienda a Yavé tu camino, Confía en Él, Y Él hará.Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
porque para esto fueron llamados. También Cristo padeció por nosotros y nos dejó ejemplo para que ustedes sigan sus pisadas.Él no pecó, ni fue hallado engaño en su boca.Cuando era insultado, no replicaba. Cuando padecía, no amenazaba, sino se encomendaba al que juzga justamente.
Dedíquense unos a otros con amor fraternal. En cuanto a honor, prefiéranse unos a otros,
El Rey les responderá: En verdad les digo. Por cuanto hicieron esas cosas a uno de mis hermanos más pequeños, las hicieron a Mí.
Que ninguna palabra malsana salga de su boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de que dé gracia a los que oyen.
Igualmente los varones jóvenes, sométanse a los ancianos, y todos unos a otros, vístanse de humildad, porque: Dios resiste a los arrogantes y da gracia a los humildes.
Por tanto confiésense los pecados unos a otros, y hablen con Dios los unos por los otros para que sean sanados. La súplica del justo cuando obra eficazmente puede mucho.
Pero el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad,mansedumbre, dominio propio, contra los cuales no hay Ley.
Tengan cuidado de ustedes mismos. Cuando peque tu hermano, repréndelo, y si cambia de mente, perdónalo.Así será el día cuando el Hijo del Hombre se manifieste.En aquel día, el que esté en la azotea y sus bienes en la casa, no baje a tomarlos. El que esté en el campo, igualmente, no vuelva a las cosas de atrás.Recuerden a la esposa de Lot.Cualquiera que procure preservar su vida, la perderá, y cualquiera que la pierda, la preservará.Les digo: Aquella noche estarán dos en una cama: uno será tomado y otro será dejado.Dos molerán en el mismo lugar: una será tomada y otra será dejada. [[]]Le preguntaron: ¿Dónde, Señor? Él les contestó: Donde esté el cadáver, allí también se reunirán los buitres.Si siete veces al día peca contra ti, y siete veces vuelve a ti y dice: Cambio de mente. Perdónalo.
Pero Yo les digo: No resistan al malvado. Más bien, al que te golpea en la mejilla derecha, ponle también la otra.
¡Oh cuán bendecido es el que piensa en el pobre! En el día malo Yavé lo librará.Pero Tú, oh Yavé, ten compasión de mí. Levántame para que le dé recompensa.En esto sé que te complaces en mí: En que mi enemigo no proclame triunfo sobre mí.En cuanto a mí, en mi integridad me sostienes, Y me establecerás en tu Presencia para siempre.¡Bendito sea Yavé el ʼElohim de Israel, Desde la eternidad y hasta la eternidad! ¡Amén y amén!Yavé lo protegerá y le dará vida. Será bendito en la tierra, Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.
Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca, sino tenga vida eterna.
Permanezca el amor fraternal.Tenemos un altar del cual los que sirven al Tabernáculo no tienen derecho de comer,porque estos cuerpos de animales, cuya sangre el sumo sacerdote lleva al Santuario como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento.Por lo cual también Jesús padeció fuera de la puerta para santificar al pueblo por medio de su propia sangre.Así que salgamos a Él fuera del campamento y llevemos su reproche.Porque no tenemos aquí una ciudad permanente, sino buscamos la que viene.Por medio de Él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su Nombre.No se olviden de hacer bien y de ser generosos, porque a Dios le agradan estos sacrificios.Obedezcan a sus líderes y sujétense a ellos, porque ellos velan por sus almas y darán cuenta a Dios por ustedes, a fin de que lo hagan con gozo, sin queja, porque esto no es provechoso.Hablen con Dios por nosotros, pues confiamos en que tenemos buena conciencia, y deseamos conducirnos bien en todo.Ruego que hagan esto mucho más, a fin de que pronto yo sea restituido para ustedes.No olviden la hospitalidad, porque por medio de ésta algunos hospedaron ángeles sin saberlo.
Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, Y el ser apreciado más que la plata y el oro.
Por tanto acéptense unos a otros, como también Cristo nos aceptó para la gloria de Dios.
En cuanto a lo sacrificado a ídolos, todos sabemos algo. Pero el conocimiento envanece, y el amor edifica.
Vivan con sabiduría en relación con los de afuera y aprovechen bien el tiempo.La palabra de ustedes sea siempre con gracia, sazonada con sal para que sepan cómo les conviene responder.
Si ciertamente cumplen la Ley real según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, hacen bien.
Recuerden, Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. Por tanto sean prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Quien nos consuela en toda nuestra aflicción, para que nosotros consolemos a los que están en cualquier aflicción, por medio de la consolación con la cual nosotros mismos somos consolados por Dios.
Defiendan al débil y al huérfano. Hagan justicia al afligido y al menesteroso.Rescaten al débil y al necesitado. Líbrenlos de mano de los perversos.
Sirvan de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres,pues ustedes saben que lo bueno que cada uno haga, esto recibirá de parte del Señor, sea esclavo o libre.
Santifiquen al Señor Dios en sus corazones. Estén siempre preparados para defender con mansedumbre y reverencia ante todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes.
Con respecto al amor fraternal, no tienen necesidad de que les escriba, porque ustedes mismos son enseñados por Dios a amarse los unos a los otros.
Con longanimidad se persuade al gobernante, Pues la lengua amable quebranta los huesos.
Porque un esclavo del Señor no debe pelear, sino ser amable con todos, apto para enseñar, paciente,que corrija con mansedumbre a los que se oponen, para ver si Dios les concede cambio de mente a fin de que conozcan la verdad
Pero la sabiduría de arriba es esencialmente pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y frutos buenos, inconmovible y sincera.El fruto de justicia se siembra en paz para los que cultivan la paz.
Lo que hagan sea de corazón, como para el Señor y no para los hombres,pues saben que obtendrán la herencia del Señor como recompensa. Sirvan al Señor Cristo.
El Señor los haga crecer y abundar en el amor unos a otros y para todos, así como también nosotros para ustedes,
pues éste es el amor de Dios: que guardemos sus Mandamientos, y sus Mandamientos no son insoportables.
Instruye al niño en el camino que debe seguir, Aun cuando sea viejo no se apartará de él.
Observen, pues, cuidadosamente cómo viven, no como necios, sino como sabios.Aprovechen el tiempo, porque los días son malos.
A nadie deban nada, sino el amarse los unos a los otros. Porque el que ama al prójimo, cumple la Ley.
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué será salada? Ya para nada es buena, sino para que se eche fuera y la pisoteen los hombres.Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre una montaña no se puede esconder.Tampoco encienden una lámpara para ponerla debajo de una caja, sino sobre el candelero, a fin de que alumbre a todos los que están en la casa.Así alumbre su luz delante de los hombres, de manera que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre celestial.
Guarda tu boca del mal Y tus labios de hablar engaño.Apártate del mal y haz el bien. Busca la paz y persíguela.
en pureza, en conocimiento, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor genuino,
Todas las cosas me son lícitas, pero no todas me son provechosas. Todas las cosas me son lícitas, pero no permitiré que alguna me domine.
para que sean consolados sus corazones, unidos en amor y alcancen todas las riquezas del pleno entendimiento, a fin de que conozcan el misterio de Dios que es Cristo.
Decía también al que lo invitó: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no invites a tus amigos, hermanos, parientes, ni vecinos ricos, no sea que también ellos a su vez te inviten y tengas recompensa.Pero cuando hagas un banquete, invita a pobres, mancos, cojos, ciegos,y serás inmensamente feliz, pues no tienen cómo retribuirte, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
Si alguno me sirve, sígame. Donde Yo estoy, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.
Así alumbre su luz delante de los hombres, de manera que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre celestial.
Escudríñame, oh ʼEL, y conoce mi corazón. Pruébame y conoce mis ansiosos pensamientos,Ve si hay en mí camino de perversidad Y guíame en el camino eterno.
Hay engaño en el corazón del que trama el mal, Pero para los consejeros de la paz hay alegría.
¡Consideren qué glorioso amor nos dio el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios! ¡Y somos! Por esto no nos conoce el mundo, porque no lo conoció a Él.
Pero, ¡alégrense todos los que confían en Ti! ¡Den voces de júbilo porque Tú los defiendes para siempre! ¡Regocíjense en Ti los que aman tu Nombre!
Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso.No juzguen, y que de ningún modo sean juzgados. No condenen, y que de ningún modo sean condenados. Perdonen y serán perdonados.
Pero al practicar la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas en Aquel que es la Cabeza, Cristo,
de que vivamos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, ni en pecados sexuales y sensualidades, ni en contienda y envidia.
Vayan, aprendan qué significa: ¡Misericordia quiero y no sacrificio! Porque no vine a llamar a justos sino a pecadores.
Por tanto, como en todo abundan: en fe, en palabra, en conocimiento, en toda diligencia y en el amor de nosotros para ustedes, abunden también en este privilegio.
Sean sus costumbres sin avaricia. Estén satisfechos con lo que tienen, porque Él mismo dijo: Que de ningún modo te abandone. Que de ningún modo te desampare.De manera que decimos confiadamente: El Señor es mi Ayudador, no temeré. ¿Qué podrá hacerme un ser humano?
Pero no ruego solo por éstos, sino también por los que crean en Mí por la palabra de ellos,para que todos sean uno. Como Tú, Padre, en Mí, y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste.
Le respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.Éste es el grande y primer Mandamiento,y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.Volvió a enviar a otros esclavos y dijo: Anuncien a los invitados: Miren, preparé mi banquete. Sacrifiqué mis novillos y las reses engordadas. Todo está dispuesto. Vengan a la fiesta de bodas.De estos dos Mandamientos dependen toda la Ley y los profetas.
Cada uno ministre a los otros según el don que recibió como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Anhelen ardientemente los mejores dones. Pero yo les muestro un camino más excelente.
No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni hembra. Porque todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús.
y que sean fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener paciencia y longanimidad. Con gozoden gracias al Padre, Quien los hizo suficientes para participar en la herencia de los santos en luz,
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