y dijo: – En verdad les digo que para entrar en el reino de los cielos, ustedes tienen que cambiar su manera de vivir y ser como niños.
Juan 6:53 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Jesús dijo: – En verdad, en verdad les digo, a no ser que coman la carne del Hijo del Hombre, y beban su sangre, no tendrán vida plena en ustedes mismos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Por eso Jesús volvió a decir: «Les digo la verdad, a menos que coman la carne del Hijo del Hombre y beban su sangre, no podrán tener vida eterna en ustedes; Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les dijo: 'En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Así que Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: A menos que comáis la carne del Hijo del Hombre y bebáis su sangre, no tenéis vida en vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Jesús les contestó: 'De verdad os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. |
y dijo: – En verdad les digo que para entrar en el reino de los cielos, ustedes tienen que cambiar su manera de vivir y ser como niños.
En verdad les digo, toda la ley se cumplirá y nada pasará por alto hasta que todo se cumpla.
Le respondió Jesús: – Las zorras tienen guaridas, las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene donde descansar su cabeza.
¡Claro que no! Y les digo que si ustedes no cambian su manera de pensar, para cambiar su forma de vivir, seguramente morirán.
Les digo que no; y si ustedes no cambian su manera de pensar y su conducta, también morirán.
Entonces Pedro contestó: – Maestro, nunca me lavarás los pies; Jesús le respondió: – Si no te lavo los pies, no estarás unido a mí.
Permanezcan en mí, como yo también en ustedes; como la rama no puede tener fruto por sí misma si no está unida a la vid, así también ustedes no pueden producir frutos si no están unidos a mí.
Jesús le respondió diciendo: – En verdad, en verdad te digo, el que no nace de nuevo, no puede vivir, tampoco experimentar el reino de Dios.
El que cree en su Hijo tiene vida eterna; pero el que no cree en su Hijo no verá la plenitud de vida, por el contrario, la ira de Dios caerá sobre él.
– En verdad te digo, si alguien no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar al reino de Dios. – Le dijo Jesús.
Yo soy el pan vivo que bajó del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; el pan que yo daré es mi carne, servirá para darle vida plena al mundo.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
Quien tiene a Jesucristo posee la vida verdadera, la cual permite el desarrollo pleno de todas las capacidades: espirituales, emocionales, físicas, éticas y más. Aquel que no tiene a Jesucristo carece de esta vida plena.
El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que solo conoce quien la recibe.
El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida que está en el paraíso de Dios.