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Mateo 5:18 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

18 En verdad les digo, toda la ley se cumplirá y nada pasará por alto hasta que todo se cumpla.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Les digo la verdad, hasta que desaparezcan el cielo y la tierra, no desaparecerá ni el más mínimo detalle de la ley de Dios hasta que su propósito se cumpla.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 En verdad les digo: mientras dure el cielo y la tierra, no pasará una letra o una coma de la Ley hasta que todo se realice.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Porque de cierto os digo: Hasta que pase el cielo y la tierra, de ningún modo pasará una iota,° ni un trazo° de letra de la ley, hasta que todo se haya cumplido.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Porque os lo aseguro: antes pasarán el cielo y la tierra que pase una sola jota o una sola tilde de la ley sin que todo se cumpla.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo sea cumplido.

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Mateo 5:18
82 Tagairtí Cros  

de cierto les digo, será más misericordioso el castigo en el día del juicio para Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad donde los rechazaron.


Cuando los persigan en una ciudad, vayan a la otra; de cierto les digo, no alcanzarán a visitar todas las ciudades de Israel hasta que el Hijo del Hombre venga.


Y cualquiera que dé de beber un vaso de agua a uno de mis discípulos, aunque se trate del más pequeño, en verdad les digo, tendrá una recompensa que no la perderá.


De cierto les digo, no se ha levantado entre los nacidos de mujeres alguien que sea mayor que Juan el Bautista; pero el que es menor en el reino de los cielos, será mayor que Juan.


En verdad les digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes han visto, pero no lo vieron, y anhelaron oír las cosas que ustedes han escuchado, pero no oyeron.


En verdad les digo que hay algunos de ustedes que están aquí presentes, que de ningún modo probarán la muerte hasta que vean y experimenten en sus vidas al Hijo del Hombre viniendo en su reino.


Jesús les respondió: – Porque la fe de ustedes es pequeña, pero les digo que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, le dirían a esta montaña muévete de aquí para allá, y se movería, y nada sería imposible para ustedes.


En verdad les digo: toda autoridad que la iglesia ejerza en la tierra, será respetada en el cielo.


y dijo: – En verdad les digo que para entrar en el reino de los cielos, ustedes tienen que cambiar su manera de vivir y ser como niños.


Así que Jesús dijo a sus discípulos: – En verdad les digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.


Mas Jesús les contestó: – En verdad les digo que ustedes los que me siguieron, cuando todas las cosas sean renovadas, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de gloria, ustedes también se sentarán en los doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.


Respondió Jesús: – En verdad les digo, si ustedes tuvieran fe y no dudaran, no solamente harían lo que yo hice con la higuera, sino que le dirían a esta montaña: muévete y arrójate al mar; y esto sucedería.


¿Cuál de los dos hijos hizo la voluntad del padre? Entonces ellos respondieron: – El primero. Jesús les contestó: – En verdad les digo que los pecadores, como los cobradores de impuestos y las prostitutas, entrarán más fácil que ustedes en el reino de Dios, si se arrepienten; pero ustedes, por su religiosidad se vuelven soberbios.


En verdad les digo, todo esto vendrá sobre esta generación.


Pero Jesús dijo: – ¿Ven todo esto? En verdad les digo, de ningún modo quedará piedra sobre piedra, todo será destruido.


Les aseguro que el señor lo pondrá a administrar todas las posesiones de su casa.


Pero el novio respondió: “La verdad es que no las conozco”.


Y contestando el rey, dijo: “En verdad les digo, en la medida que lo hicieron a uno de mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicieron”.


Entonces el rey responderá: “En verdad les digo, en la medida en que no ayudaron a uno de mis hermanos más pequeños, es como si no me hubieran ayudado a mí”.


En verdad les digo: de ninguna manera podrán salir de la prisión, hasta que paguen todo lo que deben.


Cuando ayunen, no pongan la cara triste, como los hipócritas, ya que ellos desfiguran sus rostros para aparentar ante los hombres que están ayunando; de cierto les digo, ellos ya recibieron su propia recompensa.


Cuando ayuden a los necesitados, o hagan una buena acción, no lo publiquen, ni tampoco lo anuncien demasiado, porque esto es lo que hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, dan limosnas para ser vistos y alabados por los hombres. La intención de sus corazones es la fama y no tanto hacer el bien; de cierto les digo, esta es la única recompensa que ellos van a recibir.


Cuando Jesús escuchó estas palabras, se admiró y dijo a sus seguidores: – En verdad les digo, no he encontrado una persona en Israel que tenga tanta fe como este capitán.


En verdad les digo, cualquiera que no reciba el reino de Dios con la actitud de un niño, de ningún modo entrará en él.


Jesús contestó: – En verdad les digo, que todo el que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o tierras por mi causa y por el Evangelio,


En verdad les digo, cualquier persona que diga a esta montaña: ¡quítate y lánzate al mar!, y no duda en su corazón, sino que cree en lo que está hablando, así sucederá.


Jesús llamó a sus discípulos y les comentó: – En verdad les digo que de entre todos, esta viuda pobre dio la mejor ofrenda;


En verdad les digo que esta generación no pasará hasta que estas cosas sucedan.


Cuando estaban sentados a la mesa comiendo, Jesús dijo: – En verdad les digo que uno de ustedes me entregará, el que está comiendo conmigo.


En verdad les digo que ya no beberé más del fruto de la vid, hasta el día que yo lo beba de nuevo en el reino de Dios.


Jesús respondió: – En verdad te digo, en esta misma noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, tú me negarás tres veces.


En verdad les digo: dondequiera que se predique el Evangelio en todo el mundo, también se contará lo que ella hizo para recordarla.


En verdad, en verdad les digo que todo pecado les será perdonado a los seres humanos, incluyendo también las blasfemias;


Si en un lugar no los reciben bien o no los escuchan, cuando salgan de allí sacudan el polvo de sus sandalias, para que conste que rechazaron las buenas noticias.


Él se molestó demasiado y dijo: – ¿Por qué esta generación busca una señal? Pues les digo que sí será dada una señal a esta generación.


Añadió: – En verdad les digo que hay algunos de los que están aquí, que no morirán hasta que vean el reino de Dios establecido con poder.


Cualquiera que les dé un vaso de agua, en mi nombre, ya que ustedes son de Cristo, en verdad les digo que esta persona tendrá una recompensa.


desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacarías, el que fue muerto entre el altar de los sacrificios y el edificio del templo. Les aseguro que esta generación pagará por todo eso.


Felices aquellos empleados, que cuando su jefe llega, los encuentre atentos; en verdad les digo, que el jefe los invitará a la mesa, y él mismo les servirá.


Por eso les digo, su templo quedará abandonado; y les digo también que no me verán más hasta que digan: – Bendito el que viene en nombre del Señor.


Aunque el cielo y la tierra se desintegren, la ley de Dios permanecerá siempre.


En verdad les digo que el reino de Dios le pertenece a los que son como niños, quien no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él.


Y Jesús le contestó: – En verdad les digo, no hay nadie que haya dejado casa, cónyuge, hermanos, padres, hijos, por causa del reino de Dios,


Entonces Jesús le respondió: – En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso.


Y añadió: – En verdad les digo que ningún profeta es reconocido en su propia tierra.


Jesús continuó diciendo: – De cierto, de cierto les digo que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.


En verdad, en verdad les digo, el que no entra al corral de las ovejas por la puerta principal, sino que entra por puertas sospechosas, ese es un ladrón y bandido.


Jesús les dijo nuevamente: – De cierto, de cierto les digo que yo soy la puerta de las ovejas.


En verdad, en verdad les digo, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, va a dar muchos frutos.


De cierto, de cierto les digo, no es el siervo mayor que su señor, ni el enviado mayor que el que le envió.


Jesús replicó: – ¿Tú darías la vida por mí? En verdad, en verdad te digo, antes de que el gallo cante, me habrás negado tres veces.


En verdad, en verdad les digo, el que cree en mí, también hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo voy al Padre.


En verdad, en verdad les digo que ustedes llorarán y se lamentarán, pero el mundo se alegrará; ustedes se entristecerán, pero la tristeza de ustedes se convertirá en alegría.


Y cuando todo esto pase, ustedes ya no me van a preguntar nada. De cierto, de cierto les digo, probablemente todo lo que pidan al Padre en mi nombre, Él se los concederá.


Jesús siguió diciendo: – En verdad, en verdad te digo, cuando eras joven, te vestías y te ibas donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás tus manos y otro te vestirá, y te llevará donde no quieres ir.


En verdad, en verdad te digo, lo que conocemos hablamos, y lo que hemos visto testificamos; pero les cuesta mucho recibir nuestro testimonio.


Jesús le respondió diciendo: – En verdad, en verdad te digo, el que no nace de nuevo, no puede vivir, tampoco experimentar el reino de Dios.


– En verdad te digo, si alguien no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar al reino de Dios. – Le dijo Jesús.


Entonces Jesús les decía a los judíos: – En verdad, en verdad les digo, no puede el Hijo hacer tales cosas por sí mismo, el Hijo hace lo que el Padre hace; porque el Hijo siempre ve lo que hace su Padre y hace lo mismo.


Jesús respondió: – En verdad, en verdad les digo, me buscan no porque vieron las señales en el milagro que hice, sino porque comieron y se saciaron.


Dijo Jesús: – En verdad, en verdad les digo, no fue Moisés quien les dio el pan del cielo, sino mi Padre es quien les da a ustedes el verdadero pan del cielo.


De cierto, de cierto les digo: el que cree, tiene vida eterna.


Jesús dijo: – En verdad, en verdad les digo, a no ser que coman la carne del Hijo del Hombre, y beban su sangre, no tendrán vida plena en ustedes mismos.


Jesús respondió: – En verdad, en verdad les digo, todo aquel que practica el pecado es esclavo del pecado, y no es libre.


Les digo la verdad, si alguno guarda y practica mi palabra, nunca vivirá la muerte eterna.


Jesús dijo: – En verdad, en verdad les digo, antes que Abraham existiera, yo ya existía.


pero la palabra del Señor permanece para siempre y esta palabra fue anunciada a ustedes”.


Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él; y nadie podía permanecer en su presencia ni en la tierra, ni en el cielo.


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