No tengan miedo a los que matan el cuerpo, ya que no pueden matar el alma; pero tengan temor a Dios, que es el único dueño de ustedes, de sus cuerpos y de sus almas.
Juan 16:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Serán expulsados de las sinagogas; y lo peor de todo es que los asesinarán pensando que están obedeciendo a Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Los expulsarán de las sinagogas, y llegará el tiempo en que quienes los maten pensarán que están haciendo un servicio santo para Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Serán expulsados de las comunidades judías; más aún, se acerca el tiempo en que cualquiera que los mate pensará que está sirviendo a Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Os echarán de las sinagogas,° y llega la hora cuando cualquiera que os mate,° piense que ofrece servicio a Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os echarán de las sinagogas; más aún, llega la hora en que todo aquel que os mate creerá dar culto a Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Os echarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. |
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, ya que no pueden matar el alma; pero tengan temor a Dios, que es el único dueño de ustedes, de sus cuerpos y de sus almas.
Por lo tanto, ustedes serán entregados a muchos sufrimientos, los matarán y serán odiados por todas las naciones por causa de mi nombre.
Serán plenamente felices cuando los perseguidores les desprecien, y también cuando los excluyan de la comunidad o sociedad, también cuando los calumnien y manchen sus nombres, por causa del Hijo del Hombre.
Sin embargo, muchos de los líderes judíos creyeron en Jesús, pero por causa de los fariseos no lo confesaron abiertamente, para no ser expulsados de las sinagogas.
A través de comparaciones les he hablado; pero llegará el momento cuando ya no les hablaré por medio de comparaciones, sino que abiertamente anunciaré las cosas del Padre.
¡Miren!, viene la hora, y ha llegado el momento que ustedes se irán cada uno por su lado, y me dejarán solo; pero no estoy solo, porque mi Padre siempre está conmigo.
Le dijo Jesús: – Créeme mujer que viene el momento en que ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán al Padre.
Pero llegará un momento muy especial, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; y el Padre busca a tales adoradores.
Estas cosas dijeron los padres del que había sido sanado. Ellos tenían miedo a los judíos, porque ya los judíos se habían puesto de acuerdo para que si alguno confesara que Jesús era el Mesías, entonces fuese expulsado de la sinagoga.
Los fariseos replicaron al hombre: – Tú naciste en total pecado, ¿y te atreves a enseñarnos? Y lo arrojaron fuera.
Entonces exclamó: – ¡Miren! ¡Veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre que está de pie a la derecha de Dios!
somos calumniados, pero consolamos a los demás, hemos sido tratados como la basura del mundo, como desechos de todos.
cumplía la ley tan fielmente que me volví celoso y perseguí a la iglesia, siempre me destaqué por practicar la justicia fundamentada en la ley.
Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio.