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Juan 16:32 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

32 ¡Miren!, viene la hora, y ha llegado el momento que ustedes se irán cada uno por su lado, y me dejarán solo; pero no estoy solo, porque mi Padre siempre está conmigo.

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Biblia Reina Valera 1960

32 He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando ustedes serán dispersados, cada uno se irá por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Está llegando la hora, y ya ha llegado, en que se dispersarán cada uno por su lado y me dejarán solo. Aunque no estoy solo, pues el Padre está conmigo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 He aquí viene una hora, y ha llegado, en que seáis esparcidos cada uno por su lado y me dejéis solo; aunque no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Mirad: llega la hora -o mejor: ya ha llegado- en que seréis dispersados cada uno por su lado y me dejaréis solo; aunque no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

32 He aquí la hora viene, y ya ha venido, en que seréis dispersados cada uno a los suyos, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Juan 16:32
22 Tagairtí Cros  

Jesús les dijo a los discípulos: – Todos ustedes se van a escandalizar de mí en esta noche; porque ha sido escrito: “Heriré al pastor y las ovejas del rebaño se dispersarán”.


Mas todo eso sucede para que se cumplan las Escrituras de los profetas. En ese momento, todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.


Jesús les dijo: – Todos ustedes me abandonarán, pues está escrito: “Heriré al pastor y las ovejas se dispersarán”.


Y todos sus discípulos lo abandonaron y huyeron.


Y Jesús les respondió: – Ha llegado la hora para que sea glorificado el Hijo del Hombre a través de su muerte y resurrección.


Serán expulsados de las sinagogas; y lo peor de todo es que los asesinarán pensando que están obedeciendo a Dios.


A través de comparaciones les he hablado; pero llegará el momento cuando ya no les hablaré por medio de comparaciones, sino que abiertamente anunciaré las cosas del Padre.


Respondió Jesús: – ¿Ahora ustedes creen?


Después le dijo a su discípulo amado: – ¡Ahí tienes a tu madre! Y en ese momento su discípulo la recibió como parte de los suyos.


Los discípulos se fueron a sus casas.


Le dijo Jesús: – Créeme mujer que viene el momento en que ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán al Padre.


Pero llegará un momento muy especial, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; y el Padre busca a tales adoradores.


Les digo la verdad, viene la hora y en efecto, ya llegó, cuando los muertos espirituales oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan tendrán vida plena.


No se asombren con esto, pues viene el momento que todos los que están en las tumbas, escucharán la voz del Hijo del Hombre;


Si yo juzgo, mi juicio es válido, pues yo juzgo junto con mi Padre, que me envió.


Mi Padre siempre está conmigo, Él nunca me ha dejado solo, y yo siempre hago lo correcto y busco agradarlo.


Entonces nos despedimos y subimos al barco y ellos regresaron a sus hogares.


Saulo fue cómplice del asesinato de Esteban. En aquel día se desencadenó una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, todos fueron esparcidos por todas las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles, que se quedaron en Jerusalén.


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