Luego les dijo: Está escrito: 'MI CASA SERÁ LLAMADA CASA DE ORACIÓN', pero ustedes la han convertido en CUEVA DE LADRONES.
Por tanto, todo el que escuche estas mis palabras y las ponga por obra, será semejante a un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca,
y mi Señor me librará de cualquier obra mala y me mantendrá a salvo para su reino celestial. A Él sea la gloria eternamente y para siempre. Amén.
Por tanto, ustedes ya no son extranjeros ni advenidizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios,
estando edificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo la piedra angular del edificio Jesucristo mismo,
y construído todo el edificio por medio de Él, el cual crece para ser templo santo para Yahweh,
por quien también ustedes son edificados para morada de Dios por el espíritu.
y la paz de Dios, que excede a todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Jesucristo.
y que la paz del Cristo gobierne sus corazones, porque han sido llamados para Él en un cuerpo; y muestren gratitud al Cristo.
Que el Dios de la esperanza los colme de todo gozo y paz en la fe, para que crezcan en su esperanza por el poder del espíritu santo.
y al entrar en una casa saluden a la familia.
Si la casa fuera digna, su paz venga sobre ella, pero si no fuera digna, su paz retorne a ustedes.
Que si palabra habite abundantemente en ustedes en toda sabiduría, enseñándose y amonestándose entre ustedes con salmos, con cánticos e himnos del espíritu, cantando con gracia a Dios con sus corazones.
Y todo lo que hagan, sea de palabra o de hecho, háganlo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, dando gracias a Dios Padre por medio de Él.
Según el don que cada uno recibió de Dios, sirva con él a sus compañeros como buenos administradores de la gracia multiforme de Dios.