El significado original (etimológico) de la palabra pecado es "errar el blanco". Quiere decir que cuando pecamos no acertamos o nos desviamos de lo que hubiera sido correcto hacer. El pecado nos separa de Dios, pero contamos con su preciosa sangre que nos limpia de todo pecado, por medio del arrepentimiento. El concepto de pecado en la Biblia se refiere a quebrantar o transgredir la ley de Dios. El verdadero cristiano no quiere pecar, si lo hace, es contra su fuero interno (hombre interior), debido a la naturaleza pecaminosa que todos arrastramos. Todos los pecados son perdonados, por la gracia de Dios, por los méritos de Cristo. En cambio, los falsos profesantes, viven con pecado oculto, porque siguen como cuando eran impíos, solamente que cubiertos de un barniz de santidad, puramente externa; de hecho, siguen siendo impíos. "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros" (1 Juan 1:8-10) El tener pecado, no significa practicar pecado o vivir conforme al pecado. Aquí la Escritura nos está declarando algo que todos sabemos, que todavía arrastramos los efectos de una naturaleza caída, y que cometemos pecados. Nadie está libre de esto. El don o regalo de Dios para con nosotros es su gracia. Y esta, revelada a través de Jesús, es mucho más grande y tiene mucho más poder que el pecado. Jesús, Dios encarnado, vino al mundo para que todos podamos tener la oportunidad de recibir el perdón por nuestros pecados. Él estuvo dispuesto a morir en la cruz y llevar nuestras culpas para que a través de su sacrificio nosotros podamos tener vida eterna.
¿O no saben ustedes que los inicuos no heredarán el reino de Dios? No se engañen: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los depravados, ni los que se echan con varones, ni los avaros, ni los ladrones, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
Por tanto, hagan morir de sus miembros terrenales la fornicación, la inmundicia, las ansiedades, los apetitos insanos y la avaricia, que es idolatría,
porque ellos mismos cuentan de la recepción que tuvimos de parte de ustedes, y de cómo se tornaron de la adoración de ídolos, a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,
porque en otro tiempo, cuando no habían conocido a Dios, ustedes servían a los que por naturaleza no son dioses. Pero ahora, habiendo conocido a Dios, o mejor dicho, que ustedes han sido conocidos por Dios, se vuelven otra vez a los débiles y pobres principios elementales y pretenden de nuevo esclavizarse a ellos,
Ninguno puede servir a dos amos, porque odiará a uno y amará al otro, o favorecerá a uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir a Dios y a las riquezas.
Ningún siervo puede servir a dos amos, porque odiará al uno y amará al otro, u honrará a uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir a Dios y a las riquezas.
porque supieron de Dios, pero no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, siendo entenebrecido su insensato corazón para que no entendieran[2], porque profesando ser sabios, se volvieron insensatos, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por la semejanza de la imagen de hombre corruptible, por la semejanza de aves, de cuadrúpedos y de reptiles de la Tierra.
Los demás hombres que no fueron muertos con estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos para dejar de adorar a los espíritus malignos y a los ídolos de or, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no pueden ver ni oír.
Y estando Pablo esperando en Atenas, se enardecía en su espíritu cuando veía a toda la ciudad llena de ídolos, y hablaba en la sinagoga con los judíos y con los que reverenciaban a Dios, y en la plaza cada día con los que se encontraban presentes, y también contendían con él los filósofos de la doctrina de Epicuro, y otros llamados estoicos, y algunos de ellos decían: ¿Qué desea este charlatán? Y otros decían: Proclama a dioses extraños, porque les anunciaba a Jesús y su resurrección. Entonces lo tomaron y lo trajeron ante la corte, que era llamada Areópago, y le decían: ¿Podemos saber qué nueva doctrina es esta que tú proclamas? porque difundes palabras extrañas a nuestros oídos. Por tanto, deseamos saber qué significan estas cosas. (Porque todos los atenienses y los extranjeros que allí llegaban no se ocupaban en otra cosa que en decir o escuchar algo nuevo). Y poniéndose Pablo de pies en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, veo que en todo son ustedes los más grandes adoradores de espíritus malignos, porque mientras yo pasaba y veía el templo donde adoran, encontré un altar que tenía esta inscripción: 'AL DIOS DESCONOCIDO'. Por tanto, al que ustedes adoran aunque no lo conocen, es el mismo que yo les anuncio, porque el Dios que hizo el mundo y todo cuanto hay en él, siendo el Señor de los cielos y de la Tierra, no mora en templos construídos por manos, ni es ministrado por manos humanas, ni necesita de nada, porque Él es quien da la vida y el alma a toda persona persona, y ha hecho todo el mundo de los hombres de una sangre, para que moren sobre la superficie de toda la Tierra, y por su mandato estableció las estaciones y puso los límites al lugar de morada de los hombres, para que busquen e investiguen acerca de Dios y lo encuentren a través de sus creaciones, porque ciertamente Él no está lejos de ninguno de nosotros, porque en Él vivimos y nos movemos y somos, así como también algunos de los sabios que están entre ustedes han declarado: 'Porque somos de origen suyo'. Ahora pues, varones, por cuanto nuestro origen es de Dios, no debemos pensar que la Deidad se asemeja al oro o a la plata o a la piedra esculpida por la habilidad o el conocimiento humano. Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de extravío, ahora ordena a todos los hombres que en todas partes todo hombre se arrepienta, porque ha establecido un día en el cual con justicia habrá de juzgar a toda la Tierra, por medio del Hombre a quien Él ha designado y que hace volver a su fe a cualquiera, porque lo ha resucitado de entre los muertos.
y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por la semejanza de la imagen de hombre corruptible, por la semejanza de aves, de cuadrúpedos y de reptiles de la Tierra.
Y estando Pablo esperando en Atenas, se enardecía en su espíritu cuando veía a toda la ciudad llena de ídolos,
¡Oh adúlteros! ¿No saben que la amistad con este mundo es enemistad con Dios? Por tanto, el que quiera ser amigo de este mundo, se constituye en enemigo de Dios.
Así que, en cuanto al comer de lo que se sacrifica a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo y que no hay otro, sino un solo Dios, porque aunque hay algunos a los que se les llama dioses, ya sea en los cielos o en la Tierra (como hay muchos dioses y muchos señoríos), no obstante, para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros somos para Él; y un Señor, Jesucristo, por medio de quien es todo, y por medio de quien nosotros existimos.
Ellos cambiaron la verdad de Dios por el engaño, rindieron culto y sirviendo a las criaturas en lugar de a su Creador, para quien son nuestras alabanzas y nuestras bendiciones eternamente y para siempre. Amén.
Entonces se hicieron para ellos un becerro en aquellos días; ofrecieron sacrificios a los ídolos y se complacieron en la obra de sus manos, por lo cual Dios se volvió y los entregó a que sirvieran a las potestades de los cielos, como está escrito en el libro de los profetas: '¿ACASO FUE A MÍ A QUIEN OFRECIERON VÍCTIMAS O SACRIFICIOS EN EL DESIERTO DURANTE CUARENTA AÑOS, OH HIJOS DE ISRAEL? 'PERO USTEDES LLEVARON EL TABERNÁCULO DE MALCOM Y LA ESTRELLA DEL DIOS DARFÁN, IMÁGENES QUE USTEDES MISMOS HICIERON PARA POSTRARSE ANTE ELLAS. POR ESTO, LOS LLEVARÉ MÁS ALLÁ DE BABILONIA'.
Les suplico, pues, hermanos míos, por las misericordias de Dios, que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, en culto racional, y no sean conforme a este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, y disciernan cuál es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
Entonces Jesús le dijo:¡Vete, Satanás! Porque escrito está: 'A YAHWEH TU DIOS ADORARÁS Y SOLAMENTE A ÉL SERVIRÁS'.
exclamando: ¡Varones! ¿Qué es lo que hacen? También nosotros somos hombres sujetos a pasiones al igual que ustedes, que les anunciamos que de estas cosas vanas se vuelvan al Dios vivo QUE HIZO LOS CIELOS Y LA TIERRA, LOS MARES Y TODO LO QUE HAY EN ELLOS,
Porque las obras de la carne son bien conocidas, las cuales son: fornicación, impureza, disolución, idolatría, brujería, enemistad, contiendas, envidia, ira, contumacia, divisiones, sectarismos; rencor, homicidio, borrachera, orgías y cualquier cosa semejante a éstas. Les advierto ahora, como también les advertí anteriormente que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Pero también hubo entre el pueblo falsos profetas, como también habrá entre ustedes falsos maestros que introducirán herejías destructivas y negarán al Señor que los redimió, acarreando sobre sí mismos destrucción repentina,
al contrario, lo que los paganos sacrifican, a los espíritus malignos lo sacrifican y no a Dios, y yo no quiero que ustedes sean partícipes con los espíritus malignos. No pueden beber la copa de nuestro Señor y la copa de los espíritus malignos; no pueden participar de la mesa de nuestro Señor y de la mesa de los espíritus malignos. ¡O acaso provocaremos a celos a nuestro Señor? ¿Acaso somos más poderosos que Él?
¿no saben que cuando se disponen para obedecer a alguien en esclavitud, son esclavos del que obedecen?, ya sea al pecado, ya sea para prestar obediencia a la justicia.
porque en otro tiempo, cuando no habían conocido a Dios, ustedes servían a los que por naturaleza no son dioses.
Y como no se propusieron llegar a conocer a Dios, los entregó Dios a una mente vana para que hicieran lo indebido, estando colmados de toda iniquidad, fornicación, crueldad, perversidad, avaricia, rencor, homicidio, altercados, falsedad, malos pensamientos, murmuración, calumnia, aborrecedores de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos, inventores de males, insensatos, desobedientes a sus padres, que no tienen estabilidad, ni afecto, ni tranquilidad, ni compasión; quienes, aunque saben del juicio de Dios, que a los que andan en tales cosas Él los condena a muerte, no sólo andan en ellas, sino que también se unen en compañerismo con los que las hacen.
como hijos obedientes, no participen de nuevo en las bajas pasiones que tenían anteriormente, las cuales deseaban en su ignorancia,
No se engañen, de Dios nadie puede burlarse, porque lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará.
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