Fe es creer, debes tener fe en tu caminar diario, Dios se agrada cuando tenemos Fe, sin fe es imposible agradarle, antes que las cosas sucedan creemos y luego pasan. La vida del cristiano se mueve por fe, ese debe ser nuestro motor diario, creer en Dios y en todas esas maravillosas promesas que nos ha entregado por medio de su palabra. Te animo a seguir creyendo que recibirás eso que tanto has pedido, con la fe puedes alcanzar cosas grandes, solo ejercita tu fe cada día, has que aumente día a día y tendrán una vida justa y reparadora, lee la biblia cada día y alimenta más tu fe por medio de ella. La fe es tan poderosa que Jesucristo menciona que si tuvieras fe como un grano de mostaza tú le dirías a las montañas muévanse y ellas se moverán. Aprende a caminar por fe aunque no veas ten la certeza que lo recibirás, si crees vas a recibir todo lo que en oración has pedido a Dios. En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Hebreos 11:6
Ahora bien, la fe es la convicción de las cosas que se esperan como si ya fueran realidad, y es la revelación de las cosas que no se ven.
Ahora pues, la fe viene por escuchar atentamente, por escuchar atentamente[7] la palabra de Dios.
Y nosotros sabemos que a los que aman a Dios, Él los ayuda en todo para bien, a los que designó anticipadamente para que fueran llamados,
Jesús les dijo: Por su incredulidad; porque en verdad les digo que si tuvieran fe como un grano de mostaza, dirían a este monte: 'Muévete de aquí', y se movería, y nada les sería dificil.
porque sin fe es imposible que alguno agrade a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que recompensa a los que lo buscan.
Que el Dios de la esperanza los colme de todo gozo y paz en la fe, para que crezcan en su esperanza por el poder del espíritu santo.
Y cuando hagamos lo que es bueno, no nos cansemos, porque llegará el tiempo de cosechar, y ya no nos cansaremos.
Por lo cual, no estén preocupados por el futuro, porque el futuro se preocupará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas.
porque estoy convencido de esto: que Aquel que inició en ustedes las buenas obras, las perfeccionará hasta el día de nuestro Señor Jesucristo.
porque no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de poder, de amor y de exhortación[1].
si persisten en su fe y su fundamento permanece firme, sin moverse de la esperanza del Evangelio que han escuchado, el cual ha sido proclamado a toda criatura que está debajo del cielo, del cual yo, Pablo, fui constituido ministro.
¿Qué diremos, pues, acerca de esto? Si Dios está a favor nuestro, ¿quién contra nosotros?
Vengan a mí todos los que están abatidos y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí que soy manso[23] y humilde de corazón, y ENCONTRARÁN REPOSO PARA SUS ALMAS, porque mi yugo es placentero[24] y ligera mi carga.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de su gracia para recibir misericordia y hallar gracia para ser auxiliados en tiempo de aflicción.
gócense en su esperanza, y sean pacientes en sus aflicciones, siendo constantes en la oración.
Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas siempre sus peticiones delante de Dios en oración y súplicas y con acción de gracias, y la paz de Dios, que excede a todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Jesucristo.
Ésta es la confianza que tenemos en Él: que en todo lo que le pedimos de acuerdo a su voluntad, Él nos escucha.
porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada podrán apartarme del amor de Dios que es por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Pero los frutos del espíritu son: amor, gozo, paz, paciencia, afabilidad, bondad, confianza, humildad, dominio de sí mismo. Contra tales cosas no hay ley,
asiéndonos firmemente de la confesión de nuestra esperanza, sin fluctuar, porque fiel es el que nos prometió.
pero no solamente en esto, sino que también nos gloriamos en nuestras aflicciones, porque comprendemos que la aflicción perfecciona la paciencia en nosotros, y la paciencia produce experiencia, y la experiencia, confianza;
Estén siempre gozosos. Oren sin desistir. Den gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Jesucristo.
¿No se venden dos gorriones por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos caerá al suelo sin permitirlo su Padre. En cuanto ustedes, aún cada uno de los cabellos de su cabeza están contados. Así que no tengan temor; son ustedes más valiosos que muchos gorriones.
en la cual se gozarán eternamente, aunque sean afligidos durante este corto tiempo por las diversas pruebas que les han sobrevenido, para que la prueba de su fe, que es más preciosa que el oro refinado que se prueba con fuego, sea vista para alabanza, gloria y honor, en la manifestación de Jesucristo,
corro hacia la meta con el fin de obtener la victoria del supremo llamado de Dios por medio de Jesucristo.
y el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque no están bajo ley, sino bajo la gracia.
Por lo cual les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, qué vestirán. He aquí, ¿no es el alma[14] más importante que la comida y el cuerpo más importante que la ropa? Observen a las aves del cielo no siembran, ni cosechan, ni almacenan en graneros, y su Padre que está en el Cielo las alimenta. ¿No son acaso ustedes más importantes que ellas?
Fiel es Dios, por quien fueron ustedes llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro.
porque con el Cristo fui crucificado, y ya no vivo yo, sino que el Cristo vive en mí. Y lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
porque por medio de Él es revelada la justicia de Dios por fe para fe. Como está escrito: 'EL JUSTO SERÁ SALVO POR LA FE'.
Por tanto, también nosotros que tenemos todos estos testigos alrededor nuestro como una nube, despojémonos de todas nuestras cargas, y del pecado que nos asedia en todo tiempo, y corramos con perseverencia en esta prueba de destreza que está puesta delante de nosotros, puestos los ojos en Jesús, porque Él fue el Autor y Consumador de nuestra fe, quien por el gozo que había para Él soportó la cruz, despreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Sólo compórtense de una manera digna del Evangelio del Cristo, para que ya sea que vaya a verlos o que esté ausente, pueda escuchar respecto a ustedes que están firmes en un mismo espíritu y en una misma alma, venciendo unánimes mediante la fe del Evangelio,
Luego los discípulos, acercándose en privado a Jesús, le dijeron: ¿Por qué no pudimos restaurarlo nosotros? Jesús les dijo: Por su incredulidad; porque en verdad les digo que si tuvieran fe como un grano de mostaza, dirían a este monte: 'Muévete de aquí', y se movería, y nada les sería dificil.
porque considero que las aflicciones del tiempo actual no son comparables a la gloria que ha de ser manifestada en nosotros,
y nosotros hemos creído y conocido el amor que Dios tiene por nosotros, porque Dios es amor, y todo el que permanece en amor permanece en Dios.
Mi Dios, pues, suplirá para toda su necesidad, según sus riquezas, en la gloria de Jesucristo.
¿Qué diremos, pues, acerca de esto? Si Dios está a favor nuestro, ¿quién contra nosotros? Y si no eximió a su Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con Él todas las cosas?
Que el Dios de la paciencia y del consuelo les conceda pensar en armonía los unos respecto a los otros en Jesucristo, para que unánimes en la manera de pensar y hablar, glorifiquen a Dios el Padre de nuestro Señor Jesucristo.
porque todas las promesas de Dios en Él, en el Cristo, son sí, y por tanto, por medio de Él nosotros damos el amén para la gloria de Dios.
Contestando Jesús, les dijo: De cierto les digo que si tienen fe y no dudan, no solamente harán lo de la higuera, sino que incluso si dicen a este monte: 'Desarráigate y arrójate al mar', sucederá. Y todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán.
Así que, hermanos míos, en lo que es verdadero, lo que es sobrio, lo que es justo, lo que es puro, lo que es amable, lo que es excelente, y en las acciones honrosas y dignas de alabanza, en esto piensen,
Así pues, por cuanto somos justificados por medio de la fe, tenemos paz para con Dios mediante nuestro Señor Jesucristo,
a quien ustedes han amado sin haberlo visto, y en cuya fe se regocijan jubilosamente con regocijo glorioso e inefable,
y siendo fortalecidos con todo poder, en toda perseverencia, paciencia y gozo según la grandeza de su gloria.
Así brille su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen ellos a su Padre que está en el Cielo.
porque si vivimos, para nuestro Señor vivimos, y si morimos, para nuestro Señor morimos. Por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, somos de nuestro Señor.
No les ha sobrevenido prueba que no sea común a los hombres, pero Dios es fiel que no permitirá que sean ustedes probados más allá de lo que puedan, sino que dará la salida para su prueba de modo tal que puedan soportar.
Busquen, pues, primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
Permanezcan, pues, firmes en la libertad con la cual el Cristo nos hizo libres, y no se sujeten otra vez al yugo de esclavitud.
Así también el espíritu ayuda a nuestra debilidad, porque ¿cómo orar como conviene? No lo sabemos, pero el espíritu mismo ora por nosotros con gemidos inefables,
Porque todo el que es nacido de Dios vence al mundo, y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.
Porque la palabra de Dios es viva y todo lo inspecciona, y es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas, la médula y los huesos, y juzga las intecnciones y las reflexiones del corazón.
pero ustedes son linaje escogido, para que sirvan como sacerdotes para el reino; pueblo santo, congregación redimida para que anuncien las glorias de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable,
No acumulen tesoros en la Tierra, donde la polilla y la herrumbre corroen y donde ladrones horadan y roban, sino acumulen tesoros en el Cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre corroen y donde los ladrones no horadan ni roban, porque donde esté su tesoro, allí estará su corazón.
Pero nuestro trabajo es conforme al Cielo[4], de donde esperamos a nuestro Salvador, a nuestro Señor Jesucristo,
No se engañen, de Dios nadie puede burlarse, porque lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará.
por cuanto les es necesaria la perseverancia para que hagan la voluntad de Dios y obtengan la promesa,
Pero el Dios de gracia que nos llamó a su gloria eterna por medio de Jesucristo, es quien nos ha permitido, mientras padecemos estas leves aflicciones, que seamos fortalecidos, afirmados y establecidos en Él para siempre.
la cual es para nosotros como un ancla que sostiene firmemente nuestra alma para que no sea sacudida, y penetra hasta detrás del velo,
Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas siempre sus peticiones delante de Dios en oración y súplicas y con acción de gracias,
Así pues, no hay condenación para los que, estando en Jesucristo, no andan conforme a la carne, porque la ley del espíritu de vida que está en jesucristo te ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Por tanto, no nos fatigamos, porque aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, no obstante el interior se va renovando día a día,
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