Génesis 32 - Nueva Biblia Española (1975)1 Jacob siguió su camino y se encontró con unos mensajeros de Dios, 2 y al verlos dijo: Es el campamento de Dios. Y llamó a aquel lugar Los Castros. 3 Jacob envió por delante mensajeros a Esaú, su hermano, al país de Seír, al campo de Edom, 4 y les encargó: Así dirán a mi señor Esaú: 'Esto dice tu siervo Jacob: He vivido con Labán y he estado con él hasta ahora; 5 tengo vacas, burros, ovejas, siervos y siervas, envío este mensaje a mi señor para alcanzar su favor'. 6 Los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Nos acercamos a tu hermano Esaú, y él salió a nuestro encuentro con cuatrocientos hombres. 7 Jacob se llenó de miedo y angustia, y dividió en dos campamentos su gente, sus posesiones, ovejas, vacas y camellos, 8 calculando: 'Si Esaú ataca un campamento y lo destroza, se salvará el otro'. 9 Y rezó: 'Dios de mi padre Abrahán, Dios de mi padre Isaac, Señor que me dijiste: Vuelve a tu tierra nativa, que allí te daré bienes, 10 no merezco los favores ni la lealtad con que has tratado a tu siervo, pues con un bastón pasé este Jordán y ahora llevo dos caravanas: 11 líbrame del poder de mi hermano Esaú, pues temo que venga y mate a las madres con los hijos. 12 Tú me dijiste: Te daré bienes, haré tu descendencia como la arena innumerable de la playa'. 13 Y pasó allí la noche. Luego, de lo que tenía a mano, escogió regalos para su hermano Esaú: 14 doscientas cabras y veinte cabritos, doscientas ovejas y veinte carneros, 15 treinta camellas de leche con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte burras y diez burros. 16 Y se los confió a sus servidores en rebaños aparte, y les encargó: Vayan por delante, dejando un trecho entre cada rebaño. 17 Y dio instrucciones al primero: Cuando te encuentre mi hermano Esaú y te pregunte: ¿De quién eres, adonde vas, para quién es eso que llevas?, 18 responderás: Es de tu siervo Jacob, un regalo que envía a su señor Esaú; él viene detrás. 19 Lo mismo encargó al segundo y al tercero y a todos los que guiaban los rebaños: Esto dirán ustedes a Esaú cuando lo encuentren, 20 y añadirán: Mira, también tu siervo Jacob viene detrás de nosotros. Pues se decía: 'Me lo ganaré con los regalos que van por delante. Después me presentaré a él; quizá me reciba bien'. 21 Los regalos pasaron delante; él se quedó aquella noche en el campamento. 22 Todavía de noche, se levantó, tomó a las dos mujeres, las dos siervas y los once hijos y cruzó el vado de Yaboc; 23 pasó con ellos el torrente e hizo pasar a sus posesiones. 24 Y él se quedó solo. Un hombre peleó con él hasta la aurora, 25 y viendo que no lo vencía, le tocó la articulación del muslo y se la dejó tiesa mientras peleaba con él. 26 Dijo: Suéltame, que llega la aurora. Respondió: No te soltaré hasta que me bendigas. 27 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Contestó: Jacob. 28 Le replicó: Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con dioses y con hombres y has vencido. 29 Jacob, a su vez, preguntó: Dime tu nombre. Respondió: ¿Por qué me preguntas mi nombre? Y le bendijo. 30 Jacob llamó aquel lugar Penuel, diciendo: He visto a Dios cara a cara y he quedado vivo. 31 Mientras atravesaba Penuel salía el sol, y él iba cojeando. 32 Por eso los israelitas, hasta hoy, no comen el tendón de la articulación del muslo, porque Jacob fue herido en dicho tendón del muslo. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.