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Lucas 10:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Y les decía: – La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos, oren al Señor de la cosecha, para que envíe más obreros para ayudar a cosechar.

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Biblia Reina Valera 1960

Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y les dio las siguientes instrucciones: «La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Les dijo: 'La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y les decía: En verdad la mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad pues al Señor de la mies, para que envíe obreros a su mies.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y les decía: 'La mies es mucha, pero pocos los obreros; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

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Lucas 10:2
48 Tagairtí Cros  

Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana muy temprano a contratar trabajadores para su viña.


Esto es como un hombre que se fue de viaje, dejó su casa al cuidado de sus empleados, y también les dio autoridad. Además, a cada uno le asignó una tarea, y al portero le encargó la vigilancia de su casa.


Y les dijo: – Vayan por todo el mundo, viviendo constantemente el Evangelio, compartiendo este mensaje de transformación con todas las criaturas.


Los discípulos salieron a todas partes anunciando el Evangelio que transforma toda la existencia humana, y Jesús los respaldó en sus palabras y señales.


Jesús reunió a sus doce discípulos, les dio poder sobrenatural y autoridad sobre los demonios y para sanar enfermedades.


Después de que mataron a Esteban, los creyentes judíos se dispersaron tratando de escapar de la persecución. Fueron a Fenicia, Chipre y Antioquía de Siria; y predicaban, pero solamente entre los judíos.


Ellos estaban en un culto de adoración para el Señor y mientras estaban ayunando, el Espíritu Santo dijo: – Apártenme a Bernabé y a Saulo para la misión que les he encomendado.


Así que, enviados por el Espíritu Santo, Bernabé y Saulo llegaron a Seleucia y de ahí navegaron a la isla de Chipre.


Ustedes deben cuidarse a sí mismos y cuidar al rebaño, ya que el Espíritu Santo les dio la responsabilidad de pastorear la iglesia de Dios, la cual compró con la sangre de su propio Hijo.


Pero el Señor me dijo: – ¡Vete ahora! Porque yo te enviaré muy lejos a donde están los que no son judíos.


Los que fueron esparcidos se dedicaban a anunciar el Evangelio que transforma toda la existencia humana.


En la iglesia, Dios dio una función a cada parte; a unos puso como apóstoles, a otros como profetas y a otros como maestros; también llamó a algunos y les dio poder sobrenatural de Dios para hacer milagros, a otros les dio dones de sanidad, a otros un don especial para ayudar a los demás, a otros el don de liderazgo y a otros el don para hablar en diversas lenguas.


Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia para conmigo fue efectiva, e inclusive he trabajado más duro que los demás apóstoles; aunque en realidad no he sido yo el que ha trabajado, sino la gracia de Dios que está en mí.


Nosotros somos colaboradores de Dios, por eso los animamos a que no desprecien su gracia, sino que la reciban.


Porque todos buscan sus propios intereses, mas no buscan los intereses de Cristo Jesús.


Juzgué necesario enviarles de vuelta a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de luchas en el ministerio, a quien ustedes han enviado para ayudarme en mis necesidades.


pues por causa de la obra de Cristo, estuvo al borde de la muerte, puso su vida para ayudarme en nombre de ustedes, ya que no podían darme esta ayuda personalmente.


para este fin, trabajo con mucho empeño gracias al poder de Cristo que actúa en mí y me ayuda a seguir adelante.


También les saluda Epafras, él es uno de ustedes, comprometido con Jesucristo, siempre intercediendo por ustedes en sus oraciones, para que estén firmes, perfectos, y asegurados completamente en el cumplimiento de la voluntad de Dios.


Se acuerdan, queridos hermanos, que para proclamar el Evangelio de transformación de Dios, hemos trabajado duro y con mucha fatiga, trabajando noche y día para no ser una carga para algunos de ustedes.


Mis queridos hermanos, les suplicamos que respeten y reconozcan la autoridad de los que trabajan por ustedes y son sus líderes espirituales, no se enojen cuando reciban correcciones;


Mis queridos hermanos, oren mucho por nosotros, para que se difunda el Evangelio que transforma toda la existencia humana y para que las personas lo reciban con aprecio, así como ustedes lo hicieron.


Por esta Palabra hemos trabajado y por causa de ella hemos recibido persecución, hemos puesto la esperanza en el Dios viviente, quien es el Salvador de la humanidad, especialmente de los que creen.


Pero tú compórtate bien en todo, soporta los sufrimientos, sigue evangelizando a los perdidos y cumple con tu ministerio y vocación.


Pablo, prisionero de Jesucristo y Timoteo el hermano, para el amado Filemón, que siempre supo trabajar en equipo fundamentando la cooperación desde las emociones internas, teniendo inteligencia emocional;


pero Cristo, como Hijo superior en la familia de Dios, se responsabiliza de la casa, nosotros somos esta casa; somos la familia de Dios siempre y cuando nos mantengamos seguros y confiados de testificar la esperanza que tenemos.


Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha y camina en medio de los siete candelabros de oro: