Sí; los malvados de corazón, que se entregan a la ira y no imploran ayuda cuando él los encadena,
1 Pedro 2:1 - Biblia Martin Nieto Desechad toda maldad todo engaño y toda clase de hipocresía envidia o maledicencia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, desháganse de toda mala conducta. Acaben con todo engaño, hipocresía, celos y toda clase de comentarios hirientes. Biblia Católica (Latinoamericana) Rechacen, pues, toda maldad y engaño, la hipocresía, la envidia y toda clase de chismes. La Biblia Textual 3a Edicion Desechando pues toda malicia, y todo engaño, fingimientos y envidias, y todas las maledicencias, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Despojaos, pues, de toda maldad y de toda falsedad, de hipocresías, de envidias y de toda clase de maledicencias. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Desechando, pues, toda malicia, y todo engaño, e hipocresía, y envidia, y toda maledicencia, |
Sí; los malvados de corazón, que se entregan a la ira y no imploran ayuda cuando él los encadena,
dichoso aquel a quien el Señor no le tiene en cuenta su delito y no tiene dobles intenciones.
pues tuve envidia de los prepotentes viendo la prosperidad de los malvados:
Un corazón tranquilo es la vida del cuerpo, la envidia es la caries de los huesos.
Aquel día todos arrojarán a los topos y a los murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que se hicieron para adorarlos.
Entonces tendrás como profanos los ídolos recubiertos de plata y las imágenes revestidas de oro, y los tirarás como objeto inmundo, diciendo: ¡Fuera de aquí!
Así también vosotros por fuera parecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de crímenes.
le castigará severamente y le asignará su suerte con los hipócritas. Allí será el llanto y el crujir de dientes'.
¡Hipócrita!, quita primero la viga de tu ojo, y entonces verás para quitar la paja del ojo de tu hermano'.
Jesús, conociendo su hipocresía, les dijo: '¿Por qué me tentáis? Traedme una moneda, que la vea'.
¡Ay de vosotros, que sois como sepulcros que nadie ve y sobre los que caminan los hombres sin saberlo!'.
Entre tanto se agolparon miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros. Y comenzó a decir primeramente a sus discípulos: 'Guardaos del fermento de los fariseos, que es la hipocresía.
¿Cómo puedes decir a tu hermano: Deja que saque la paja de tu ojo, tú que no ves la viga en el tuyo? Hipócrita, quita primero la viga de tu ojo, y entonces verás para quitar la paja del ojo de tu hermano'.
Jesús vio a Natanael, que se le acercaba, y dijo de él: 'Éste es un israelita auténtico, en el que no hay engaño'.
Están llenos de injusticia, malicia, perversidad, codicia, maldad; rebosantes de odio, de asesinatos, de disputas, de engaño, de malignidad; chismosos,
Hermanos, no seáis como niños en vuestros pensamientos; sed como niños en lo que se refiere al mal, pero como hombres adultos en vuestra manera de pensar.
Así que celebremos la fiesta, no con levadura vieja, con levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, panes de sinceridad y de verdad.
Pues temo que cuando yo vaya no os encuentre como yo quisiera, y vosotros no me encontréis a mí como vosotros quisierais; temo que haya rivalidades, envidias, animosidades, ambiciones, discordias, detracciones, murmuraciones, engreimientos, alborotos;
Desterrad la amargura, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad.
En efecto, nuestra predicación no se basa en el error, en malas intenciones o en ánimo de engañar.
Las mujeres, igualmente, que sean dignas, no chismosas, moderadas en la bebida, fieles en todo.
que las ancianas, igualmente, observen una conducta digna de personas santas; que no sean calumniadoras, ni dadas a la bebida, sino capaces de instruir en el bien,
Precisamente por eso también nosotros, envueltos como estamos en una gran nube de testigos, debemos liberarnos de todo aquello que es un peso para nosotros y del pecado, que fácilmente nos seduce, y correr con perseverancia en la prueba que se nos propone,
Por eso, alejad de vosotros todo vicio y toda manifestación de malicia, y recibid con docilidad la palabra que ha sido plantada en vosotros y que puede salvaros.
Pero si tenéis en vuestros corazones envidia amarga y espíritu de contradicción, no presumáis ni mintáis contra la verdad.
Hermanos, no habléis mal unos de otros. El que habla mal de su hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga la ley; y si juzgas la ley no eres cumplidor de la ley, sino juez.
¿O pensáis que en vano dice la Escritura: El Espíritu de Dios, que habita en nosotros, ama hasta con celos?
Hermanos, no os quejéis unos de otros, para que no seáis condenados. Mirad que el juez está a las puertas.
Comportaos como hombres libres, pero sin usar la libertad como pretexto para encubrir la malicia sino obrando como siervos de Dios.
¿Quién es el que ama la vida y quiere vivir años felices?. Guarde del mal su lengua y sus labios de palabras mentirosas.
Los días restantes de su vida mortal estarán al servicio no de las pasiones humanas, sino de la voluntad de Dios.
Extrañados ahora de que ya no os mezcláis con ellos en ese desbordamiento de inmoralidad os insultan.