Job 36 - Biblia Martin Nieto1 Elihú prosiguió diciendo: 2 Espera un poco más, y yo te instruiré, pues todavía tengo razones en defensa de Dios. 3 Traeré de muy lejos mi saber, y a mi hacedor daré razón. 4 Pues, en verdad, no son mentira mis palabras, a un hombre de perfecto saber tienes delante. 5 No, Dios no rechaza al hombre justo, en pleno vigor 6 no deja vivir al hombre injusto; hace a los míseros justicia, 7 y no quita a los justos su derecho. Pone a los reyes en el trono, los asienta por siempre; pero, si se engríen, 8 los ataca entonces con cadenas y los prende en los lazos de la angustia. 9 Luego les descubre sus acciones, las faltas de orgullo cometidas, 10 abre sus oídos a la reprensión, y les exhorta a apartarse del mal. 11 Si escuchan y se someten, acaban sus días en ventura, y en delicias sus años. 12 Si no escuchan, un golpe los abate y mueren sin contarlo. 13 Sí; los malvados de corazón, que se entregan a la ira y no imploran ayuda cuando él los encadena, 14 mueren en plena juventud, y su vida termina como la de los disolutos. 15 Mas él salva al miserable mediante la aflicción, le abre el oído por medio de la tribulación. 16 A ti también te arrancará de las fauces de la angustia, en lugar amplio te pondrá sin estrecheces, y de tu mesa desbordará la grasa. 17 Pero si traspasas la medida del malvado, te aferrarán juicio y sentencia. 18 Cuida de que el desdén no te conduzca al insulto, y la grandeza no te haga desviarte. 19 ¿Podrá librarte entonces de la angustia tu grito y todos tus esfuerzos incesantes? 20 No andes esperando a la noche, cuando la gente sube a su lugar. 21 Guárdate de inclinarte a la injusticia, pues por ella te ha probado la desgracia. 22 Mira, Dios es sublime en su potencia, ¿quién es Señor como él? 23 ¿Quién puede señalarle el camino a seguir o se atreverá a decirle: 'Has hecho mal'? 24 Acuérdate de exaltar la obra suya, que con himnos han celebrado los hombres. 25 Todo mortal la admira, de lejos el hombre la contempla. 26 Sí; tan grande es Dios que no le comprendemos, incontable es la suma de sus años. 27 Él absorbe las gotas de agua y condensa en neblina su vapor. 28 Las nubes luego la derraman, la llueven sobre los hombres a raudales. 29 Por ellas sustenta él a los pueblos, les da alimentos en abundancia. 30 ¿Quién puede comprender el despliegue de las nubes, los fragores de su tienda? 31 Él despliega en torno a sí la nube y cubre la cima de los montes. 32 Llena sus manos de relámpagos y les ordena herir. 33 El trueno anuncia su furor, la tempestad su cólera pregona. |
Evaristo Martín Nieto©