Tito 2 - Biblia Martin Nieto1 Tú, en cambio, predica lo que está conforme con la sana doctrina. 2 Que los ancianos sean sobrios, hombres ponderados, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia; 3 que las ancianas, igualmente, observen una conducta digna de personas santas; que no sean calumniadoras, ni dadas a la bebida, sino capaces de instruir en el bien, 4 a fin de que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, honestas, cuidadosas de los quehaceres domésticos, buenas, sumisas a sus maridos, de modo que no den ocasión a que se blasfeme contra la palabra de Dios. 6 A los jóvenes, de la misma manera, exhórtalos a que sean prudentes en todo, 7 presentándote como ejemplo de buenas obras, un hombre íntegro en la doctrina, de porte digno, 8 de palabra sana, irreprochable, de modo que el adversario quede en vergüenza al no poder alegar contra nosotros nada malo. 9 Los esclavos, que se muestren sumisos en todo a sus amos, que traten de agradarles, que no les contradigan 10 ni les engañen; por el contrario, que sean modelo de fidelidad perfecta, para hacer honor en todo a la doctrina de Dios, nuestro Salvador. 11 Pues se ha manifestado la gracia de Dios, fuente de salvación para todos los hombres, 12 enseñándonos a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos y a llevar una vida sobria, justa y religiosa, 13 mientras aguardamos el feliz cumplimiento de lo que se nos ha prometido y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo, 14 que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien. 15 Esto es lo que tienes que enseñar, predicar y defender con toda autoridad. Que nadie te haga de menos. |
Evaristo Martín Nieto©