Después de aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: ¡Ya está bien de subir a Jerusalén! ¡Este es tu dios, Israel, el que te sacó de Egipto!
Éxodo 20:4 - Nueva Biblia Española (1975) No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua bajo tierra, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente »No te hagas ninguna clase de ídolo ni imagen de ninguna cosa que está en los cielos, en la tierra o en el mar. Biblia Católica (Latinoamericana) No te harás estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la tierra, y en las aguas debajo de la tierra. La Biblia Textual 3a Edicion No te harás estatua, ni imagen semejante de lo que esté arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No te harás ninguna imagen esculpida, ni figura de lo que hay arriba en el cielo, o abajo en la tierra, o en las aguas debajo de la tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. |
Después de aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: ¡Ya está bien de subir a Jerusalén! ¡Este es tu dios, Israel, el que te sacó de Egipto!
La imagen del ídolo que había fabricado la colocó en el templo de Dios, del que Dios había dicho a David y a su hijo Salomón: 'En este templo y en Jerusalén, a la que elegí entre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre;
los que adoran estatuas se sonrojan y los que ponen su orgullo en los ídolos. Ante él se postran todos los dioses.
no me coloquen a mí entre dioses de plata ni se fabriquen dioses de pro.
Viendo el pueblo que Moisés tardaba en bajar del monte, acudió en masa ante Aarón, y le dijo: Anda, haznos un dios que vaya delante de nosotros; pues a ese Moisés que nos sacó de Egipto no sabemos qué le ha pasado.
Me dijeron: 'Haznos un dios que vaya delante de nosotros, pues a ese Moisés que nos sacó de Egipto no sabemos qué le ha pasado'.
El los recibió, hizo trabajar el oro a cincel y fabricó un novillo de fundición. Después les dijo: Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto.
Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un novillo de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: 'Este es tu Dios, Israel, el que té sacó de Egipto'.
Retrocederán defraudados los que confían en el ídolo, los que dicen a una estatua: 'Tú eres nuestro Dios'.
Yo soy el Señor, éste es mi nombre, no cedo mi gloria a nadie ni mi honor a los ídolos.
Derrotados, fracasados todos juntos, se marchan con su fracaso los fabricantes de ídolos,
Y les dije: Arrojen los fetiches que los encandilan y no se contaminen con los ídolos de Egipto. Yo soy el Señor, su Dios.
Entré, y vi. grabados en las cuatro paredes toda clase de reptiles y bichos inmundos, todos los ídolos de la casa de Israel.
Alargando una forma de mano, me agarró por la melena; el espíritu me levantó en vilo y me llevó en éxtasis entre el cielo y la tierra a Jerusalén, junto a la puerta septentrional del atrio interior (donde estaba la estatua rival).
No acudan a ídolos ni se hagan dioses de fundición. Yo soy el Señor, su Dios.
No se harán Ídolos, ni erigirán estelas, ni colocarán relieves en piedra en su país para postrarse ante ellos. Porque yo soy el Señor, su Dios.
A él le hablo cara a cara; en presencia y no adivinando contempla la figura del Señor. ¿Cómo se han atrevido a hablar contra, mi siervo Moisés?
'Sí, linaje suyo somos'. Por tanto, si somos linaje de Dios, no podemos pensar que la divinidad se parezca a oro, plata o piedra, esculpidos por la destreza y la fantasía de un hombre.
que cambiaron la gloría de Dios inmortal por estatuas, imágenes de hombres mortales, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles.
¡Maldito quien se haga una imagen o se funda un ídolo -abominación del Señor, obra de artífice- y se lo guarde escondido!, y el pueblo a una responderá: ¡Amén!
No te harás ídolos: figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra.
Se alejó el primero, derramó su copa en la tierra y apareció una llaga maligna y enconada en los hombres que llevaban la marca de la fiera y veneraban su imagen.
El resto de los hombres, los que no murieron por estas plagas, tampoco se arrepintieron: no renunciaron a las obras dé sus manos, ni dejaron de rendir homenaje a los demonios y a los ídolos de oro y plata, bronce, piedra y madera, que no ven ni oyen ni andan'.
Pero ahora te lo devuelvo. Su madre exclamó: ¡Dios te bendiga, hijo mío! Trajo a su madre los mil cien siclos, y ella dijo: Consagro este dinero mío al Señor, en favor de mi hijo, para hacer una estatua chapada. Entonces entregó el dinero a su madre;