Jueces 17 - Nueva Biblia Española (1975)1 Había un hombre en la serranía de Efraín llamado Mica. 2 Un día dijo a su madre: Aquellos mil cien siclos que te desaparecieron, por los que echaste una maldición en mi presencia, mira, ese dinero lo tengo yo, lo tomé yo. 3 Pero ahora te lo devuelvo. Su madre exclamó: ¡Dios te bendiga, hijo mío! Trajo a su madre los mil cien siclos, y ella dijo: Consagro este dinero mío al Señor, en favor de mi hijo, para hacer una estatua chapada. Entonces entregó el dinero a su madre; 4 ella tomó doscientos siclos, se los llevó al platero, que les hizo una estatua chapada, y la pusieron en casa de Mica. 5 Aquel Mica tenía una capilla, hizo un efod y unos amuletos y consagró sacerdote a uno de sus hijos. 6 Por entonces no había rey en Israel. Cada uno hacía lo que le parecía bien. 7 Un joven de Belén de Judá (de la tribu de Judá), que era levita y residía allí como emigrante, 8 salió de Belén de Judá con intención de establecerse donde pudiera; fue a la serranía de Efraín, y, de camino, fue a dar a casa de Mica. 9 Este le preguntó: ¿De dónde vienes? El levita respondió: De Belén de Judá. Voy de camino, con intención de establecerme donde pueda. 10 Micá le dijo: Quédate conmigo, me servirás de capellán. Te daré diez monedas al año, ropa y comida. Y lo convenció. 11 Así, pues, el levita accedió a quedarse con él, y Mica lo trató como a un hijo. 12 Lo consagró, y el joven estuvo en casa de Mica como sacerdote. 13 Mica pensó: Ahora estoy seguro de que el Señor me favorecerá, porque tengo a un levita de sacerdote. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.