Estén siempre gozosos.
Oren sin desistir.
Den gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Jesucristo.
Alégrense entonces y regocíjense en gran manera, porque su recompensa es grande en el Cielo, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de ustedes.
Cuando ayunen, no se pongan apesadumbrados como los hipócritas, que ponen cara de aflicción para que vean los hombres que están ayunando. De cierto les digo que ya recibieron su recompensa.
Pero cuando tú ayunes, lava tu rostro y unge tu cabeza,
para no hacer notorio a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará.
Y le llevaron un paralítico tendido en una camilla. Cuando Jesús vio la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, tus pecados te son perdonados, hijo mío.
y su amo le dijo: 'Bien hecho, buen siervo y fiel. Sobre poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré. Entra al gozo de tu señor'.
Ellas se marcharon de la tumba a toda prisa, con temor y gran gozo, y fueron corriendo a comunicárselo a sus discípulos.
dichosos los que ahora tienen hambre, porque serán saciados; dichosos los que ahora lloran, porque reirán.
No obstante, no se regocijen en esto, en que los espíritus malignos se someten a ustedes, sino regocíjense de que sus nombres están inscritos en el Cielo.
Les digo que del mismo modo habrá más gozo en el Cielo por un pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.
Les digo que del mismo modo habrá gozo ante los ángeles de Dios por un pecador que se arrepienta.
De cierto, de cierto les digo que ustedes llorarán y harán lamentación, pero el mundo se gozará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en regocijo.
Ustedes también ahora tienen aflicción, pero los veré de nuevo, y su corazón se regocijará, y nadie les quitará su regocijo.
'TÚ ME HAS DADO A CONOCER EL CAMINO DE LA SALVACIÓN; ME COLMARÁS DE REGOCIJO CON TU PRESENCIA'.
por quien fuimos acercados por medio de la fe a esta gracia en la que estamos, y nos deleitamos en la esperanza de la gloria de Dios;
pero no solamente en esto, sino que también nos gloriamos en nuestras aflicciones, porque comprendemos que la aflicción perfecciona la paciencia en nosotros,
gócense en su esperanza, y sean pacientes en sus aflicciones, siendo constantes en la oración.
Porque el reino de Dios no consiste en comida ni en bebida, sino en justicia, paz y gozo por el espíritu santo,
Que el Dios de la esperanza los colme de todo gozo y paz en la fe, para que crezcan en su esperanza por el poder del espíritu santo.
Tengo mucha confianza para con ustedes, y tengo mucho orgullo de ustedes; lleno estoy de consuelo, y en medio de todas mis aflicciones sobreabundo de gozo.
Pero los frutos del espíritu son: amor, gozo, paz, paciencia, afabilidad, bondad, confianza,
humildad, dominio de sí mismo. Contra tales cosas no hay ley,
Por tanto, hermanos míos, regocíjense en nuestro Señor. No me es cansado escribirles las mismas cosas, porque son una advertencia para ustedes.
y la paz de Dios, que excede a todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Jesucristo.
y siendo fortalecidos con todo poder, en toda perseverencia, paciencia y gozo según la grandeza de su gloria.
Que si palabra habite abundantemente en ustedes en toda sabiduría, enseñándose y amonestándose entre ustedes con salmos, con cánticos e himnos del espíritu, cantando con gracia a Dios con sus corazones.
habiendo ustedes llegado a ser imitadores nuestros y de nuestro Señor, porque recibieron la palabra en medio de gran aflicción, pero con el gozo del espíritu santo,
puestos los ojos en Jesús, porque Él fue el Autor y Consumador de nuestra fe, quien por el gozo que había para Él soportó la cruz, despreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hermanos míos, tengan pleno gozo cuando entre en muchas y variadas pruebas,
porque ustedes saben que la prueba de la fe les hará obtener paciencia;
Y si alguno entre ustedes se encuentra en aflicción, que haga oración, y si está alegre, que cante salmos;
a quien ustedes han amado sin haberlo visto, y en cuya fe se regocijan jubilosamente con regocijo glorioso e inefable,
sino regocíjense por ser partícipes de los padecimientos del Cristo, para que de la misma manera también se gocen y se regocijen en la manifestación de su gloria.
Así que, hermanos míos, en lo que es verdadero, lo que es sobrio, lo que es justo, lo que es puro, lo que es amable, lo que es excelente, y en las acciones honrosas y dignas de alabanza, en esto piensen,