Jueces 1 - Nueva Biblia Española (1975)1 Después que murió Josué, los israelitas consultaron al Señor: ¿Quién de nosotros subirá el primero a luchar contra los cananeos? 2 El Señor respondió: Judá, que ya le he entregado el país. 3 Entonces Judá dijo a su hermano Simeón: Ven conmigo a la región que me ha tocado en suerte; lucharemos contra los cananeos, y después iré yo contigo a la tuya. Simeón fue con él. 4 Judá subió, y el Señor le entregó los cananeos y los fereceos: mataron a diez mil hombres en Bézec. 5 Encontraron a Adonisedec, lucharon con él y derrotaron a cananeos y fereceos. 6 Adonisedec logró escapar, pero lo persiguieron, lo apresaron y le cortaron los pulgares de manos y pies. 7 Adonisedec comentó: Setenta reyes, amputados los pulgares de manos y pies, recogían las migajas que caían de mi mesa. Dios me paga mi merecido. Lo llevaron a Jerusalén y allí murió. 8 La tribu de Judá asedió Jerusalén; la conquistaron, pasaron a cuchillo a sus habitantes y prendieron fuego a la ciudad. 9 Después bajaron a luchar contra los cananeos de la montaña, del Negueb y de la Sefela. 10 Judá marchó contra los cananeos de Hebrón (llamada antiguamente Villa Arbá), y derrotó a Sesay, Ajimán y Talmay. 11 Desde allí marchó contra los de Debir (llamada antiguamente Villa del Escribano), 12 y prometió: Al que tome al asalto Villa del Escribano, le doy por esposa a mi hija Axá. 13 Otoniel, hijo de Quenaz, pariente de Caleb (más joven que él), tomó la ciudad, y Caleb le dio por esposa a su hija Axá. 14 Cuando ella llegó, Otoniel la instigó a pedirle un terreno a su padre; ella bajó del burro, y Caleb le preguntó: ¿Qué te pasa? 15 Contestó: Hazme un regalo. La tierra que me has dado es de secano, dame alguna alberca. Caleb le dio la alberca de arriba y la de abajo. 16 La familia de Jobab, el quenita, suegro de Moisés, subió desde la ciudad de las Palmas, junto con los de Judá, hasta el desierto de Arad, y se establecieron entre los amalecitas. 17 Judá fue con su hermano Simeón y derrotó a los cananeos de Safat; exterminaron la población y la llamaron Exterminio. 18 Pero no pudo apoderarse de Gaza y su término, ni de Ascalón y su término, ni de Ecrón y su término; 19 no logró expulsar a los habitantes del valle, porque tenían carros de hierro, pero el Señor estaba con Judá, y conquistó la montaña. 20 A Caleb, como dejó encargado Moisés, le asignaron Hebrón, y expulsó de allí a los tres hijos de Enac. 21 Pero la tribu de Judá no pudo expulsar a los jebuseos que habitaban Jerusalén; por eso han seguido viviendo hasta hoy en Jerusalén, en medio de Judá. 22 Por su parte, la casa de Josué subió hacia Betel -el Señor está con ellos- 23 e hicieron un reconocimiento en las cercanías de Betel (llamada antiguamente Almendral) 24 los centinelas vieron a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron Enséñanos por dónde se entra en la ciudad, y te perdonamos la vida. 25 El hombre les enseñó por donde entrar en la ciudad, y la pasaron a cuchillo, excepto a aquel hombre y a su familia, a los que dejaron ir li bres; 26 el hombre emigró al país de los hititas y fundó una ciudad: la llamó Almendral, nombre que conserva hasta hoy. 27 En cambio, Manases no logró expulsar a los vecinos del municipio de Beisán, ni a los del municipio de Taanac, ni a los del municipio de Dor, ni a los del municipio de Yiblán, ni a los del municipio Megido. Los cananeos siguieron en aquella región. 28 Sin embargo cuando Israel se impuso, no llegó a expulsarlos, pero los sometió a trabajos forzados. 29 Tampoco Efrain logró expulsar a los cananeos de Guézer. Los cananeos siguieron en Guézer, en medio de los efraimitas. 30 Tampoco Zabulón logró expulsar a los de Quitrón ni a los de Abrevadero. Los cananeos siguieron viviendo en medio de Zabulón aunque sometidos a trabajos forzados. 31 Tampoco Aser logró expulsarlos de Acó, ni a los de Sidón, ni a los de Majaleb, ni a los de Aczib, ni a los de El Cerco, ni a los de Plaza 32 se instaló en medio de los cananeos que habitaban el país, porque no pudo expulsarlos. 33 Tampoco Neftalí logró expulsar a los de Casalsol ni a los de Casa Anat; se instaló en medio de los cananeos que habitaban el país, pero a los vecinos de Casalsol y de Casa Ana los sometió a trabajos f orzados. 34 Los amorreos presionaron sobre los danitas hacia la montaña, sin dejarlos bajar al valle; 35 así pudieron los amorreos seguir en Montesol, Cervera y Saalbin. Pero la casa de José los tuvo en un puño, sometiéndolos a trabajos forzados. 36 Las fronteras del territorio edomita iban desde la Cuesta de los Alacranes hasta Petra, y seguían más arriba. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.