Jesús recorrió toda Galilea enseñando en las sinagogas de los judíos, predicando el Evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo tipo de mal en las personas.
Marcos 6:6 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Se sorprendió por la incredulidad de su gente. A pesar de ello, continuó enseñando y recorriendo los pueblos cercanos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. Biblia Nueva Traducción Viviente Y estaba asombrado de su incredulidad. Después Jesús fue de aldea en aldea enseñando a la gente. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús se admiraba de cómo se negaban a creer. La Biblia Textual 3a Edicion Y estaba asombrado por la incredulidad de ellos; y así, recorría las aldeas de los alrededores enseñando. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y quedó extrañado de aquella incredulidad. Recorría las aldeas circunvecinas enseñando. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. |
Jesús recorrió toda Galilea enseñando en las sinagogas de los judíos, predicando el Evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo tipo de mal en las personas.
Cuando Jesús escuchó estas palabras, se admiró y dijo a sus seguidores: – En verdad les digo, no he encontrado una persona en Israel que tenga tanta fe como este capitán.
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas enseñando en las sinagogas de los judíos, y predicando el Evangelio del reino, sanando toda enfermedad y todo tipo de dolencias.
Y fue predicando en todas las sinagogas, por toda Galilea, y expulsando a los demonios.
Fueron a la región de Judea y al otro lado del Jordán, y nuevamente la multitud se formó para estar con Él, y como de costumbre, Jesús empezó a enseñarles.
Mientras seguía su viaje hacia Jerusalén, Jesús caminaba por ciudades y pueblos, y por todas partes aprovechaba para enseñar la Palabra.
Jesús descendió a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y enseñaba al pueblo los sábados.
Le respondió el hombre: – ¡Esto es maravilloso!, que ustedes no saben ni de dónde es Jesús, pero a mí me sanó.
y como Dios ungió a Jesús de Nazaret, lo llenó con poder y con el Espíritu Santo; Él fue por todas partes haciendo el bien y sanando a los que vivían oprimidos por el diablo. Lo pudo hacer porque Dios estaba con Él.