Jesús le contestó: – Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.
Lucas 15:24 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Porque mi hijo estaba muerto y revivió, estaba perdido y fue encontrado”; y comenzó a celebrar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Biblia Nueva Traducción Viviente porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta. Biblia Católica (Latinoamericana) porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado. Y comenzaron la fiesta. La Biblia Textual 3a Edicion Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; estaba perdido, y fue hallado. Y comenzaron a regocijarse. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado'. Y comenzaron a celebrar la fiesta con alegría. Biblia Reina Valera Gómez (2023) porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. |
Jesús le contestó: – Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.
Jesús se fue a Betsaida, y le llevaron a un ciego, y le rogaron que lo tocase para sanarlo.
Miren, les he dado autoridad espiritual, es como salvoconducto para que caminen hasta por medio de serpientes y escorpiones y los aplasten. Además, les protegerá contra los ataques del enemigo; nada les hará daño.
traigan el mejor ternero y prepárenlo, pues haremos una gran fiesta con mucha comida.
Mientras tanto el hijo mayor que estaba trabajando en el campo, al regresar a su casa, escuchó la música y el festejo;
Pero era necesario alegrarnos, porque tu hermano estaba muerto y volvió a la vida, estaba perdido y fue encontrado; supera tu resentimiento”.
– ¿Quién de ustedes, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el campo y va a buscar la oveja perdida hasta encontrarla?
En efecto, el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Jesús respondió: – Deja que los muertos sepulten a sus muertos, tú ve y anuncia el reino de Dios.
Le dijo Jesús: – Yo soy la resurrección y la vida plena; el que cree en mí, aunque muera, vivirá.
Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quien Él quiere.
Pues si el rechazo de ellos resultó en la reconciliación entre Dios y el mundo, ¿no será su restitución como volver de la muerte a la vida?
por eso, ustedes considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Jesucristo.
tampoco utilicen ninguna parte de su cuerpo para el pecado, como instrumento de injusticia; mejor preséntense ustedes mismos al servicio de Dios, como personas que han muerto y han resucitado; ofrezcan todo su cuerpo como instrumento de justicia a Dios.
porque por medio de Él, la ley del Espíritu que da vida plena nos liberó de la ley del pecado y de la muerte.
Si una parte sufre, todas sufren. Igualmente, si una parte recibe honor, todas las otras partes comparten su alegría.
cuando aún estábamos muertos espiritualmente en nuestros pecados, la resurrección de Cristo nos dio nueva vida. ¡Somos salvos por gracia!
pues todo lo que se saca a la luz queda iluminado; por eso se dice: “Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo te iluminará”.
Ustedes estaban muertos por sus delitos y no formaban parte del pacto que Dios había hecho con su pueblo, a pesar de eso, Dios tuvo misericordia y les dio una vida de calidad junto con Cristo, perdonándolos de todos sus pecados,
Por otro lado, la viuda que se entrega a una conducta de inmoralidad, aunque viva, ya está muerta espiritualmente.
Estos son los que comparten, que comen y beben con ustedes en sus celebraciones de amor fraternal, las comidas de ágape. Sin embargo, sin respeto, manchan el verdadero significado de comunión y que a sí mismos se pastorean. Son como nubes sin agua que son llevadas por el viento de un lado a otro, árboles que no dan frutos cuando deberían dar, ya están totalmente muertos, sin esperanza de vivir.
Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Conozco tus obras; tienes reputación de estar vivo, pero en realidad estás muerto.