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Juan 20:31 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Todas estas cosas se escribieron con el propósito de que crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y con el objetivo de que, creyendo, tengan vida plena por medio de Él.

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Biblia Reina Valera 1960

Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero estas se escribieron para que ustedes continúen creyendo que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, al creer en él, tengan vida por el poder de su nombre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

pero éstas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Ungido, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero estas se han escrito, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

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Juan 20:31
36 Tagairtí Cros  

Simón Pedro respondió: – Tú eres el Cristo, el Mesías, el Hijo del Dios viviente.


El oficial romano y los que estaban con él cuidando a Jesús, al sentir el terremoto y las otras señales que sucedieron, tuvieron miedo y dijeron: – Verdaderamente este era Hijo de Dios.


Y viniendo el tentador, le dijo a Jesús: – Si eres Hijo de Dios, dile a estas piedras que se conviertan en pan.


Quien crea y se bautice será salvo, pero aquel que no crea estará condenado.


El ángel le contestó: – El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá. Por lo tanto, el ser que llevarás en tu vientre es Santo, y será llamado Hijo de Dios.


así podrás tener plena seguridad que es verdad lo que te enseñaron.


y también para que proclamara en su nombre el cambio de mentalidad que genera un cambio de vida, para perdón de pecados a todas las naciones, comenzado desde Jerusalén.


Natanael le respondió: – Rabí, tú eres el Hijo de Dios, eres el Rey de Israel.


El ladrón viene para robar, matar y destruir; Yo vine para que tengan vida plena, y la tengan en abundancia.


Este soldado ha dado testimonio, su testimonio es verídico, y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean.


Tomás contestó: – ¡Señor mío, y Dios mío!


El que cree en su Hijo no es juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no creyó en el nombre del Hijo único de Dios.


El que cree en su Hijo tiene vida eterna; pero el que no cree en su Hijo no verá la plenitud de vida, por el contrario, la ira de Dios caerá sobre él.


De cierto, de cierto les digo, el que escucha mi Palabra y cree en el Padre que me envió, tiene vida eterna, y no vivirá el juicio de condenación, sino que ha pasado de la muerte a la vida.


Porque esta es la voluntad de mi Padre, que todo aquel que vea al Hijo y crea en el Él, tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.


Todos los profetas también testificaron de Cristo, que todo el que cree en Él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados.


y por la fe en el nombre de Jesús, este paralítico que ustedes conocían, recibió la sanidad completa delante de todos ustedes; así Jesús demostró su poder.


Cuando iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua y el etíope le dijo a Felipe: – ¡Mira, aquí hay agua! ¿Qué impide que yo sea bautizado?


Muy pronto, Saulo ya estaba predicando en las sinagogas que Jesús era el Hijo de Dios.


logrando el objetivo de la fe, que es una salvación integral del alma.


Todo aquel que confiese con palabras y con su propia vida que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él permanece en Dios.


Todo el que tiene fe en que Jesús es el Cristo, de Dios ha sido engendrado, y todo el que ama al que engendró a Jesús, ama también a Jesús.


También sabemos que el Hijo de Dios está aquí, y nos ha dado sabiduría para que conozcamos íntimamente al verdadero Dios; y estamos con Él, el verdadero Cristo, Hijo de Dios, quien es el Dios verdadero y la vida eterna.


Todo el que distorsiona y no permanece en la enseñanza de Cristo no tiene a Dios; el que constantemente permanece y vive en la enseñanza de Cristo tiene al Padre y al Hijo.


Escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: esto dice el Hijo de Dios, el que tiene los ojos como llamas de fuego y los pies como bronce brillante fundido: