María fue la que ungió al Señor Jesús con perfume y secó los pies del maestro con sus cabellos, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo.
Juan 13:14 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Pues si yo, siendo Señor y Maestro, les lavé los pies a ustedes, con mayor razón, ustedes se deben lavar los pies los unos a los otros. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Biblia Nueva Traducción Viviente Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. La Biblia Textual 3a Edicion Pues si Yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pues si yo, vuestro Señor y Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. |
María fue la que ungió al Señor Jesús con perfume y secó los pies del maestro con sus cabellos, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo.
Este fue el ejemplo que les enseñé, deben trabajar así y ayudar a los débiles, recordando también lo que dijo nuestro Señor Jesús: “Es más plenamente feliz el que da, que el que recibe”.
Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose mutuamente, dando preferencia y honra a los demás.
Vivan en paz y unidad unos con otros; no sean arrogantes, no sobreestimen los bienes materiales, háganse solidarios con los humildes. No se crean mejores ni más sabios que los demás.
Por eso les advierto, que nadie que esté hablando por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús; ni nadie puede reconocer que “Jesús es el Señor” sino por el Espíritu Santo.
En conclusión, si una comida hace que mi hermano peque, nunca más la comeré, para que mi hermano no se escandalice.
Por la humildad y la bondad de Cristo, yo Pablo, les ruego que me escuchen: algunos dicen que soy tímido cuando estoy con ustedes, pero muy valiente cuando estoy lejos.
Porque ustedes conocen la gracia salvífica de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se empobreció por causa de nosotros, para que por medio de su pobreza, ustedes se hicieran ricos.
Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero no quiero que mal entiendan la libertad y se vuelvan libertinos, sino que vivan la libertad practicando el amor sacrificial, ayudándose unos a otros.
y confiesen, con palabras y hasta con sus propias vidas, que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre.
que haya mostrado un buen testimonio de vida, criado correctamente a sus hijos, que haya practicado la hospitalidad con los forasteros, que haya lavado los pies a los santos, y ayudado a los que sufren, en conclusión, que haya practicado toda buena obra cristiana.
Fijando la mirada en el autor y perfeccionador de nuestra fe, Jesús, el mejor ejemplo de fe, que miró el dolor con los ojos de la fe para redención, soportando la cruz y el maltrato, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
Pues si Cristo sufrió en la carne y la resistió, ustedes también, ármense con un pensamiento fuerte y una buena actitud para vencer a la carne, pues el que ha sufrido en la carne y la ha vencido, ha terminado con el pecado.
Así mismo, los jóvenes, respeten a los líderes de la Iglesia, todos respétense mutuamente, vivan siempre la humildad de espíritu, porque como dice la Escritura: “Dios desprecia a los arrogantes, pero da gracia a los humildes”.