Hebreos 12:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia2 Fijando la mirada en el autor y perfeccionador de nuestra fe, Jesús, el mejor ejemplo de fe, que miró el dolor con los ojos de la fe para redención, soportando la cruz y el maltrato, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19602 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente2 Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)2 Levantemos la mirada hacia Jesús, que dirige esta competición de la fe y la lleva a su término. El escogió la cruz en vez de la felicidad que se le ofrecía; no tuvo miedo a la humillación, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion2 puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe; el cual, por el gozo puesto delante de Él, soportó la cruz, y despreciando el oprobio, se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19752 fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios. Féach an chaibidilBiblia Reina Valera Gómez (2023)2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual, por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Féach an chaibidil |
El Hijo refleja perfecta y constantemente la brillante belleza de la gloria, la esencia de lo que Dios es, la evidencia de la realidad sustancial de Dios, y sustenta todas las cosas con su poderosa palabra. Después de haber hecho la purificación de los pecados, tomó su lugar de honor y se sentó a la derecha de la majestad de Dios en los altos cielos.