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Hechos 1:3 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Después de morir, Jesús se dejó ver por sus discípulos durante cuarenta días, les demostró con muchas pruebas que estaba vivo y les hablaba del reino de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Durante los cuarenta días después de que sufrió y murió, Cristo se apareció varias veces a los apóstoles y les demostró con muchas pruebas convincentes que él realmente estaba vivo. Y les habló del reino de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

De hecho, se presentó a ellos después de su pasión y les dio numerosas pruebas de que vivía. Durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Ante los cuales, después de haber padecido, se presentó vivo, con muchas pruebas decisivas, apareciéndoseles durante cuarenta días, y hablándoles de las cosas concernientes al reino de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

A estos mismos se mostró después de su pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo, permitió que por espacio de cuarenta días le vieran, y les habló del reino de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas infalibles, siendo visto de ellos por cuarenta días, y hablándoles de las cosas que pertenecen al reino de Dios:

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Hechos 1:3
27 Tagairtí Cros  

Por eso les digo que el reino de Dios será quitado de ustedes, y será dado a un pueblo que produzca los frutos del reino.


Y de repente, Jesús salió al encuentro de ellas, diciendo: – ¡Alégrense! Y ellas se acercaron, lo abrazaron y se arrodillaron a los pies de Él.


y decía: – Cambien su manera de pensar, porque cambiando su forma de pensar, su conducta y manera de vivir serán transformadas, pues el reino de los cielos se ha acercado.


Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.


Cuando Jesús terminó de hablar, fue llevado hacia el cielo y se sentó a la derecha de Dios.


Después de ocho días, los discípulos estaban reunidos nuevamente, y Tomás con ellos; y llegó Jesús estando las puertas cerradas, se puso en medio de ellos, y dijo: – Paz a ustedes.


Poco tiempo después, Jesús se manifestó de nuevo a sus discípulos junto al mar de Tiberias, de la siguiente manera:


Ya era la tercera vez que Jesús se había manifestado a sus discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos.


Y el mismo Jesús Resucitado se apareció durante muchos días a los que subieron con Él, desde Galilea hasta Jerusalén y ahora ellos son testigos de Jesús ante el pueblo.


Durante tres meses Pablo entró en la sinagoga y habló con valentía, discutiendo y tratando de convencerlos acerca del reino de Dios.


Entonces fijaron un día específico para reunirse con Pablo y acudieron, un número mucho mayor, a la casa donde estaba alojado. Desde la mañana hasta la tarde estuvo explicándoles y testificándoles acerca del reino de Dios y tratando de persuadirlos sobre Jesús, partiendo de la ley de Moisés y de los profetas.


Proclamando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo. Lo hacía abiertamente y sin que nadie se lo impidiera, sin obstáculos.


Pero cuando creyeron en la predicación de Felipe, que anunciaba las buenas nuevas acerca del reino de Dios y del nombre de Jesucristo, eran bautizados tanto hombres como mujeres.


Porque el reino de Dios no se trata de comida ni de bebida, sino que consiste en la práctica de la justicia, en la paz y en el gozo del Espíritu Santo.


Él nos rescató del poder de las tinieblas y nos llevó al reino de su amado Hijo,


con el propósito que caminen dignamente como llamados de Dios, participen de su reino y de su gloria.


Donde no había principio era la Palabra de vida, la que hemos oído muy atentamente, la que hemos experimentado en nuestras vidas y visto con nuestros ojos, la que hemos contemplado espectacularmente y poderosamente y la que nuestras manos tocaron, por eso hablaremos del Verbo de la vida que perfecciona y mejora la calidad de nuestra existencia.