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Hechos 1:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

2 hasta el día en que fue recibido arriba, pero antes de irse, Jesús dio órdenes con el poder del Espíritu Santo a los apóstoles que escogió.

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Biblia Reina Valera 1960

2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 hasta el día que fue llevado al cielo, después de haberles dado a sus apóstoles escogidos instrucciones adicionales por medio del Espíritu Santo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Al final del libro, Jesús, lleno del Espíritu Santo, daba instrucciones a los apóstoles que había elegido y era llevado al cielo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de dar mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que Él había escogido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 desde el principio hasta el día en que, después de haber dado instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que él se había elegido, fue arrebatado a lo alto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que Él había escogido;

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Hechos 1:2
50 Tagairtí Cros  

Si por el poder del Espíritu de Dios, yo expulso a los demonios, entonces ha llegado a ustedes el reino de Dios.


Después que Jesús fue bautizado y subió del agua, inmediatamente los cielos fueron abiertos y vio al Espíritu de Dios que descendía en forma de paloma, viniendo sobre Él.


Los apóstoles volvieron de su misión, se reunieron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.


Y sucedió que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.


Cuando se iban cumpliendo los días en que Jesús tendría que consumar su misión en la cruz, decididamente emprendió su viaje hacia Jerusalén.


Porque todos nosotros recibimos la llenura de Dios de manera plena, que es gracia por gracia.


Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que la hora para regresar al Padre había llegado, y habiendo amado sacrificialmente a su gente, a los que estaban con Él en este mundo, los amó extremadamente.


No me refiero a todos ustedes; yo sé a quiénes elegí, pero para que la Escritura se cumpla: “El que compartió el pan conmigo, se volvió en contra mía”.


Sabiendo Jesús que el Padre le entregó todas las cosas en sus manos, y que de Dios salió, y hacia el mismo Dios iba;


Salí del Padre y he venido al mundo; de nuevo dejo al mundo y voy al Padre.


Ahora voy hacia Ti, y estas cosas he hablado en el mundo, para que las personas que creyeron en mí puedan vivir mi alegría de manera plena.


Jesús dijo: – No me toques, porque aún no he subido al Padre; pero anda donde mis hermanos y diles que subo a mi Padre, quien es padre de ustedes, y a mi Dios, quien es Dios de ustedes.


Jesús les habló nuevamente: – Paz a ustedes; como el Padre me envió a mí, yo también los envío.


El que Dios envió, es Palabra viva de Dios; pues el Espíritu Santo no es limitado.


¿Qué pasará cuando vean al Hijo del Hombre subir de nuevo al cielo?


Jesús respondió: – ¿Acaso no he escogido yo a los doce? Y uno de ustedes es el opositor.


y dijeron: – Galileos, ¿por qué están de pie mirando hacia el cielo? Este mismo Jesús que fue llevado de entre ustedes a las alturas, vendrá de la misma manera que lo vieron subir al cielo.


Cuando llegaron a Jerusalén, subieron al segundo piso, donde se estaban quedando. Se reunieron allí: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el zelote y Judas el hijo de Santiago.


desde que Él fue bautizado por Juan, hasta el día de su ascensión, para que reemplace a Judas y se una a nosotros como testigo de la resurrección.


Habiendo dicho esto, ellos vieron como Jesús fue llevado, y una nube lo tapó y lo ocultó de los ojos de los que estaban allí.


y como Dios ungió a Jesús de Nazaret, lo llenó con poder y con el Espíritu Santo; Él fue por todas partes haciendo el bien y sanando a los que vivían oprimidos por el diablo. Lo pudo hacer porque Dios estaba con Él.


Pablo, apóstol, no por jerarquía o voluntad humana, sino que mi apostolado fue establecido por Jesucristo y por el Dios Padre, quien lo resucitó de entre los muertos.


Están edificados en el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Jesucristo la piedra principal.


Sin lugar a duda, grandes son las verdades espirituales: que Dios a través de Jesucristo fue encarnado, fue justificado en el Espíritu, fue visto y vivido por los ángeles, fue predicado entre los gentiles, el mundo tuvo fe en Él y fue recibido en el cielo con gloria.


Porque Cristo no entró al Lugar Santísimo hecho por los seres humanos, que solo es una copia del verdadero, sino que entró al mismo cielo y está presente allí, delante de Dios, en favor de nosotros.


el que subió al cielo y está a la derecha de Dios Padre; tanto los ángeles como las autoridades y potestades se someten a Cristo.


y para que siempre recuerden las palabras pronunciadas por los santos profetas y apóstoles, recalcando el mandamiento del Señor y Salvador.


Revelación de Jesucristo, quien Dios dio como máxima revelación, para mostrar a los que están comprometidos con Él las cosas que en poco tiempo son necesarias que sucedan. Envió a su ángel para dar a conocer a través de señales la revelación a Juan, su servidor,


El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte. El mensaje a Pérgamo


El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que solo conoce quien la recibe.


El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.


El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida que está en el paraíso de Dios.


El muro de la ciudad tenía doce fundamentos y sobre ellos los doce nombres de los apóstoles del Cordero.


El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.


Pero como eres tibio, no eres ni frío ni caliente, estoy por vomitarte de mi boca.


El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.


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