que le preguntaron: – ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?
Hebreos 10:5 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Por eso cuando Cristo vino al mundo dijo: – “Tú no quieres sacrificios ni ofrendas interminables, sino que has preparado un cuerpo para mí. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. Biblia Nueva Traducción Viviente Por eso, cuando Cristo vino al mundo, le dijo a Dios: «No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado. Pero me has dado un cuerpo para ofrecer. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, al entrar Cristo en el mundo dice:
Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, sino que me formaste un cuerpo. La Biblia Textual 3a Edicion Por lo cual, entrando en el mundo, dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Pero me preparaste cuerpo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso, al entrar en el mundo, dice: Sacrificios y oblaciones no deseas, pero me preparaste un cuerpo; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por lo cual, entrando en el mundo, dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo: |
que le preguntaron: – ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?
El ángel le contestó: – El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá. Por lo tanto, el ser que llevarás en tu vientre es Santo, y será llamado Hijo de Dios.
y los envió donde Jesús, para preguntarle: – ¿Tú eres el Mesías o tenemos que esperar a otro?
Y la Palabra de vida se encarnó y plantó su tabernáculo en nosotros, y hemos contemplado su gloria, la gloria del Unigénito que procede del Padre, lleno de gracia y de verdad.
pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios mandó a su Hijo que nació de una mujer y vivió bajo la ley;
Sin lugar a duda, grandes son las verdades espirituales: que Dios a través de Jesucristo fue encarnado, fue justificado en el Espíritu, fue visto y vivido por los ángeles, fue predicado entre los gentiles, el mundo tuvo fe en Él y fue recibido en el cielo con gloria.
Además, cuando Dios introduce a su Primogénito en el mundo, dice: “Que todos los ángeles de Dios lo adoren”.
En virtud de esa voluntad, somos santificados y perfeccionados, mediante el sacrificio del cuerpo de Cristo, que fue único y definitivo.
Entonces dije: – ¡Aquí estoy, Dios! En el libro de la ley está escrito acerca de mí: vengo a hacer, oh Dios, tu voluntad”.
Cristo comienza diciendo: – “Tú no quieres sacrificios ni ofrendas interminables. A ti no te agradaron los sacrificios de animales muertos y quemados ni los sacrificios que se ofrecieron por los pecados”, aunque todos estos sacrificios los exigía la ley.
Así pues, como los hijos son de carne y sangre, también Cristo se hizo carne y sangre, para que por medio de su muerte destruyera al que tiene el dominio de la muerte, es decir, al diablo;
Cristo cuando estaba encarnado en la humanidad, oró y pidió ayuda a Dios, con gran clamor y lágrimas, pues era el único que le podría salvar de la muerte, y Dios respondió a sus oraciones porque Jesús era humilde y hacía todo lo que a su Padre le agradaba.
Porque todo sumo sacerdote está obligado a ofrecer ofrendas y sacrificios, por eso es necesario que nuestro Sumo Sacerdote, Jesús, tenga algo que ofrecer;
Él llevó nuestros pecados en su propio cuerpo a la cruz, a fin de destruir nuestros pecados, para que vivamos en su justicia; porque fuimos sanados por medio de sus heridas.
Pues muchos mentirosos salieron al mundo negando la humanidad de Jesucristo, el que niegue la encarnación es un enemigo de Cristo.