Hebreos 5:7 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia7 Cristo cuando estaba encarnado en la humanidad, oró y pidió ayuda a Dios, con gran clamor y lágrimas, pues era el único que le podría salvar de la muerte, y Dios respondió a sus oraciones porque Jesús era humilde y hacía todo lo que a su Padre le agradaba. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19607 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente7 Mientras estuvo aquí en la tierra, Jesús ofreció oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte. Y Dios oyó sus oraciones por la gran reverencia que Jesús le tenía. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)7 En los días de su vida mortal presentó ruegos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte; éste fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion7 Quien en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte,° fue oído a causa de su sumisión. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19757 Cristo, en los días de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial. Féach an chaibidilBiblia Reina Valera Gómez (2023)7 El cual en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente. Féach an chaibidil |
En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la carne anuló su poder; por eso Dios se donó a sí mismo a través de su Hijo que vino en una condición humana, semejante a la de los pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado y por medio de la humanidad de Cristo, Dios derrotó al pecado.
Por la fe, Noé recibió una advertencia de Dios sobre algo que aún no se podía ver. Noé respetó la advertencia de Dios y construyó un barco muy grande para salvar a su familia. Con su fe, Noé demostró que el mundo estaba equivocado, y así heredó las bendiciones de la justicia, preparadas para los que tienen fe y agradan a Dios.