'Vete y di a mi siervo David: No serás tú el que me construyas una casa para que habite en ella.
Proverbios 16:1 - Biblia Martin Nieto Propio es del hombre hacer planes, pero la última palabra es de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Del hombre son las disposiciones del corazón; Mas de Jehová es la respuesta de la lengua. Biblia Nueva Traducción Viviente Podemos hacer nuestros propios planes, pero la respuesta correcta viene del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) El hombre propone, pero Yavé dispone. La Biblia Textual 3a Edicion Del hombre son las disposiciones del corazón, Pero de YHVH la respuesta de la lengua. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El hombre propone en su corazón, pero es Yahveh quien da la respuesta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Las disposiciones del corazón en el hombre, y la respuesta de la lengua, son de Jehová. |
'Vete y di a mi siervo David: No serás tú el que me construyas una casa para que habite en ella.
Cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, se dijeron: 'Este es el rey de Israel'. Fueron contra él y lo atacaron. Josafat entonces lanzó un grito, y el Señor le ayudó y los apartó de él.
¡Bendito sea el Señor, Dios de nuestros padres, que tan bien dispuso el corazón del rey para glorificar el templo del Señor en Jerusalén,
Oh Señor, estén atentos tus oídos a la súplica de tu siervo y a la oración de tus servidores, que quieren ser fieles a ti. Concede éxito a tu siervo y haz que tengan buena acogida ante ese hombre'. Era yo entonces copero del rey.
Mis días han pasado, mis planes se han deshecho, han fallado las fibras de mi corazón.
Tú escuchas, Señor, el deseo de los pobres; su corazón confortas, les tiendes tus oídos
Tú le hablarás a él y pondrás las palabras en su boca; yo estaré en tu boca y en la suya y os enseñaré lo que habéis de hacer.
El hombre proyecta muchos planes, pero sólo se realiza el que quiere el Señor.
El Señor dirige los pasos del hombre, ¿cómo puede comprender el hombre su camino?
El corazón del rey es canal de agua en manos del Señor, él lo inclina hacia donde quiere.
Bien sé, Señor, que el camino del hombre no está en sus manos, y que no depende del hombre que camina enderezar sus pasos.
Gracias a Dios, que ha suscitado en Tito mi misma preocupación por vosotros,
pues es Dios el que obra en vosotros el querer y el obrar, según su voluntad.