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Nehemías 1:11 - Biblia Martin Nieto

11 Oh Señor, estén atentos tus oídos a la súplica de tu siervo y a la oración de tus servidores, que quieren ser fieles a ti. Concede éxito a tu siervo y haz que tengan buena acogida ante ese hombre'. Era yo entonces copero del rey.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 ¡Oh Señor, te suplico que oigas mi oración! Escucha las oraciones de aquellos quienes nos deleitamos en darte honra. Te suplico que hoy me concedas éxito y hagas que el rey me dé su favor. Pon en su corazón el deseo de ser bondadoso conmigo». En esos días yo era el copero del rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 ¡Oh Señor, escucha atentamente la oración de tu servidor, la oración de tus servidores que encuentran su alegría en temer tu Nombre, haz que hoy le vaya bien a tu servidor y que pueda conquistar el corazón del rey'. Por ese entonces yo estaba cerca del rey, pues le preparaba sus bebidas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Te ruego, oh YHVH, esté atento ahora tu oído a la oración de tu siervo y a la oración de tus siervos que se complacen en temer tu Nombre, y da prosperidad, te lo ruego, a tu siervo hoy, y concédele gracia delante de este hombre. (Entonces yo era el copero del rey.)

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Ahora, oh Señor, esté atento tu oído a la oración de tu siervo, a la oración de tus siervos, que se complacen en reverenciar tu nombre. Concede a tu siervo que hoy tenga éxito y que halle clemencia ante ese hombre'. Yo era entonces copero del rey.

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Nehemías 1:11
27 Tagairtí Cros  

Hoy llegué a la fuente y dije: Señor, Dios de mi amo Abrahán, lleva a feliz éxito el viaje que he emprendido;


yo no soy digno de todos tus favores y de todo el bien que has hecho a tu siervo, pues pasé este Jordán sólo con mi bastón y ahora puedo formar dos campamentos.


Él le preguntó: '¿Cómo te llamas?'. Contestó: 'Jacob'.


Después de todo esto, el copero del rey de Egipto y su panadero cometieron una culpa contra su señor, el rey de Egipto.


El Faraón se irritó contra sus dos oficiales, el primer copero y el primer panadero,


Repuso al primer copero en su cargo de presentar la copa al Faraón,


Pero el primer copero no se volvió a acordar de José, sino que se olvidó de él.


Entonces el primer copero se dirigió al Faraón y le dijo: 'Ahora me acuerdo de mi falta.


Que el Dios todopoderoso haga que aquel hombre sea benévolo con vosotros y os deje traer libre al otro hermano vuestro y a Benjamín. En cuanto a mí, si he de verme privado de mis hijos, que así sea'.


Dios mío, ten abiertos tus ojos y atentos tus oídos a las plegarias que suben a ti desde este lugar.


El año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de su palabra anunciada por medio de Jeremías, el Señor impulsó a Ciro, rey de Persia, a que proclamara de viva voz y por escrito, en todo su reino, este edicto:


volvió de Babilonia. Era un escriba experto en la ley de Moisés, dada por el Señor, Dios de Israel. El rey le concedió todo lo que deseaba, porque el Señor, su Dios, estaba con él.


Que tus oídos estén atentos y tus ojos abiertos para escuchar la plegaria de tu siervo, que yo derramo ahora ante ti, día y noche, por los israelitas tus siervos, confesando los pecados que ellos han cometido contra ti. Yo mismo y la casa de mi padre hemos pecado;


En el mes de nisán, el año veinte del rey Artajerjes, siendo yo encargado del vino, lo tomé y se lo serví al rey. Anteriormente nunca había estado triste ante él.


y una carta dirigida a Asaf, el guarda del parque real, para que me dé madera de construcción para las puertas de la ciudadela del templo, para la muralla de la ciudad y la casa en que he de habitar yo'. El rey me lo concedió, porque mi Dios me protegía.


hizo que sus conquistadores los trataran con benevolencia.


Señor, escucha mi clamor, estén tus oídos atentos al grito de mi súplica.


Ojalá pueda habitar en tu tienda eternamente y encontrar refugio al abrigo de tus alas.


escucha mi plegaria, Señor, atiende a la voz de mi súplica;


Porque han aborrecido la ciencia y no han amado el temor del Señor;


El corazón del rey es canal de agua en manos del Señor, él lo inclina hacia donde quiere.


Haré que tenga piedad de vosotros y él se compadecerá de vosotros, dejándoos vivir en vuestra tierra.


Así hablaban entre sí los que temen a Dios. Pero el Señor puso atención y escuchó, y se escribió ante él un libro en el que están registrados los que le temen y respetan su nombre.


Rezad por nosotros. Sabemos que tenemos la conciencia tranquila, resueltos como estamos a portarnos bien en todo.


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