Isaías 23:1 - Biblia Martin Nieto Oráculo sobre Tiro: ¡Ululad, naves de Tarsis, pues está destruida vuestra fortaleza! Al volver de Chipre les llegó la noticia. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Profecía sobre Tiro. Aullad, naves de Tarsis, porque destruida es Tiro hasta no quedar casa, ni a donde entrar; desde la tierra de Quitim les es revelado. Biblia Nueva Traducción Viviente Este es el mensaje que recibí acerca de Tiro: ¡Giman ustedes, barcos mercantes de Tarsis, porque quedaron destruidos el puerto y las casas de Tiro! Los rumores que oyeron en Chipre son ciertos. Biblia Católica (Latinoamericana) Profecía contra Tiro.
Lloren, navíos de Tarsis,
porque ha sido destruido su puerto.
Al volver del país de Quitim
supieron la noticia. La Biblia Textual 3a Edicion Carga de Tiro: ¡Gemid, naves de Tarsis,° Porque vuestro puerto está destruido! Al volver de la tierra de Quitim° lo han descubierto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Oráculo contra Tiro. Gemid, naves de Tarsis; que está devastado vuestro puerto. Mientras volvían del país de Quitín se les dio la noticia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La carga de Tiro. Lamentad, oh naves de Tarsis, porque Tiro es destruida hasta no quedar en ella casa ni lugar por donde entrar. Desde la tierra de Quitim le ha sido revelado. |
El rey tenía en el mar una flota junto con la flota de Jirán, y una vez cada tres años llegaba la flota de Tarsis cargada de oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
Salomón dominaba en todos los reinos, desde el río Éufrates hasta la tierra de los filisteos y hasta los confines de Egipto; todos le pagaron tributo y estuvieron sometidos a él mientras vivió.
El rey tenía una flota que iba a Tarsis con los súbditos de Jirán, y cada tres años volvía cargada de oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
allí mismo se echaron a temblar, se retorcían de dolor como mujer en parto,
Los lamentos recorren el territorio de Moab: hasta Egláyim llega su grito; su aullido, hasta Beer- Elín.
contra todas las naves de Tarsis, contra todos los objetos preciosos.
Ha dicho: No te alegrarás ya más, virgen deshonrada, hija de Sidón. Levántate; vete a Chipre, que tampoco allí tendrás reposo.
Sí, los barcos para mí se congregan, y al frente de ellos los navíos de Tarsis, para traer de lejos a tus hijos, con su plata y su oro, por el nombre del Señor tu Dios, por el Santo de Israel, esplendor tuyo.
Llegad a las costas de Chipre y mirad; enviad a Quedar para informaros si sucedió jamás cosa semejante.
El Señor, Dios de Israel, me dijo: 'Toma de mi mano esta copa de vino y dásela a beber a todas las naciones a las que yo te mando,
a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón y a los reyes de las islas del otro lado del mar;
por este día que llega para ruina de todos los filisteos, para exterminar a Tiro y a Sidón todos los aliados que les quedan; sí, el Señor extermina a los filisteos, restos de la isla de Caftor.
'Hijo de hombre, porque Tiro se ha burlado de Jerusalén diciendo: ¡Ja, ja, ha sido rota la puerta de los pueblos! Se vuelve hacia mí, yo me enriquezco: ¡Está devastada!,
Y lanzarán su clamor por ti, gritarán amargamente, se echarán polvo sobre sus cabezas, se revolcarán en la ceniza.
con encinas del Basán tus remos; tu cubierta la hicieron de marfil incrustado de cedro de las costas de Chipre;
Vendrán contra él las naves de Chipre y tendrá que desistir de su propósito; pero desahogará su furor contra el pacto santo, tomará medidas hostiles y, volviendo, se entenderá con los desertores del pacto santo.
Jonás partió, pero para huir a Tarsis, lejos del Señor. Llegó a Jafa, donde encontró una nave que se dirigía a Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para ir con ellos a Tarsis, huyendo de la presencia del Señor.
Naves de la parte de Kittim, oprimen a Asiria, oprimen a Eber; también ellos perecerán para siempre'.
'¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace ya tiempo que se hubieran arrepentido cubiertas de saco y de ceniza.
volvía hacia Ramá y hasta la plaza fuerte de Tiro; pasaba por Josá, y terminaba en el mar; Majaleb, Acziba,