Josafat, atemorizado, recurrió al Señor y promulgó ayuno en todo Judá.
Esdras 8:21 - Biblia Martin Nieto Allí, a orillas del río Ahavá, proclamé un ayuno para humillarnos delante de nuestro Dios y pedirle un viaje feliz para nosotros, nuestras familias y toda nuestra hacienda. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes. Biblia Nueva Traducción Viviente Allí, junto al canal de Ahava, di órdenes de que todos ayunáramos y nos humilláramos ante nuestro Dios. En oración le pedimos a Dios que nos diera un buen viaje y nos protegiera en el camino tanto a nosotros como a nuestros hijos y nuestros bienes. Biblia Católica (Latinoamericana) Allí, a orillas del río Ahava, proclamé un día de ayuno para hacer penitencia delante de nuestro Dios, para suplicarle que nos concediera un viaje feliz junto con nuestros hijos y todo lo que llevábamos. La Biblia Textual 3a Edicion Y allí, junto al río de Ahava, proclamé un ayuno para humillarnos delante de nuestro Dios, a fin de suplicar de Él un buen viaje para nosotros y para nuestros pequeños, así como para toda nuestra hacienda. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y allí, a la orilla del río Ahavá, pregoné un ayuno para humillarnos ante nuestro Dios, con el fin de impetrar de él un feliz viaje para nosotros, para nuestros hijos y toda nuestra hacienda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y publiqué ayuno allí junto al río de Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de Él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para toda nuestra hacienda. |
Josafat, atemorizado, recurrió al Señor y promulgó ayuno en todo Judá.
Todos se reunieron para invocar al Señor; de todas las ciudades de Judá vinieron a implorar el auxilio del Señor.
Yo los reuní junto al río que corre hacia Ahavá, donde estuvimos acampados tres días. Al pasar revista a la expedición, encontré laicos y sacerdotes, pero ningún levita.
Por fin partimos del río Ahavá hacia Jerusalén el día doce del primer mes; nuestro Dios nos protegió durante el viaje, y nos libró de toda violencia de enemigos y saqueadores.
El día veinticuatro de aquel mismo mes, los israelitas, vestidos de saco y cubierta de tierra la cabeza, se congregaron para el ayuno.
'Anda, reúne a todos los judíos de Susa, y ayunad por mi intención. No comáis ni bebáis durante tres días y tres noches. También yo, con mis doncellas, ayunaré. Luego me presentaré al rey, aun contra la ley, y si he de morir, moriré'.
Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos al acordarnos de Sión.
Mas yo, por tu infinita bondad, entro en tu casa, me postro hacia tu templo con toda reverencia.
Guíame tú, Señor, por tu justicia, frente a mis opresores, allana tus caminos ante mí.
¡Oh Dios, Señor nuestro, qué admirable es tu nombre por toda la tierra, tu majestad se asienta encima de los cielos!
y tus oídos oirán resonar detrás de ti estas palabras: Éste es el camino, seguidlo, ya estéis a la derecha o a la izquierda.
Habrá allí un camino allanado, se le llamará la vía santa; ningún impuro pasará por él, ni a él irán a parar los insensatos.
Guiaré a los ciegos por caminos que no conocen, por senderos ignorados los haré caminar; ante ellos cambiaré las tinieblas en luz, y en llano el terreno pedregoso. Todo esto es lo que voy a hacer y lo haré sin falta.
No padecerán hambre ni sed, no les alcanzará ni el viento árido ni el sol, porque el que se apiada de ellos los guiará y los conducirá a manantiales de agua.
¿Por qué vamos a ayunar si tú no lo ves, por qué mortificarnos si tú no te enteras? Mirad, el día de ayuno andáis de negocios y oprimís a todos vuestros jornaleros.
¿Es éste acaso el ayuno que me agrada, el día en que el hombre se mortifica? ¿Doblar como un junco la cabeza, acostarse en el saco y la ceniza? ¿A eso llamas ayuno, día agradable al Señor?
Bien sé, Señor, que el camino del hombre no está en sus manos, y que no depende del hombre que camina enderezar sus pasos.
Y que el Señor, tu Dios, nos indique el camino que hemos de seguir y lo que debemos hacer'.
Me dirigí al Señor implorándole con oraciones y súplicas, con ayuno, sayal y ceniza.
Promulgad un ayuno, convocad una asamblea, reuníos, ancianos, y vosotros todos, habitantes del país, en la casa del Señor, Dios vuestro; aclamad al Señor:
Ésta será para vosotros ley perpetua: el séptimo mes, el día diez del mes, ayunaréis y no haréis trabajo alguno, tanto el indígena como el extranjero residente en medio de vosotros.
Será para vosotros día de descanso sabático y día de ayuno. Es ley perpetua.
Los ninivitas creyeron a Dios y ordenaron un ayuno; se vistieron de saco chicos y grandes.
Y por orden del rey y de sus magnates se publicó en Nínive este bando: 'Hombres y bestias, ganado mayor y menor no probarán bocado, no pastarán, ni beberán agua.
¿Por qué nos lleva el Señor a esa tierra a morir bajo la espada y entregar nuestras mujeres y nuestros hijos como botín de guerra? ¿No sería mejor volver a Egipto?'.
Entrarán vuestros hijos, de los que habíais dicho que iban a ser presa del enemigo; ellos conocerán la tierra que vosotros habéis despreciado.
Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y también para todos los extranjeros que llame el Señor Dios nuestro'.
Entonces todo el ejército de Israel y todo el pueblo fueron a Betel y allí lloraron ante el Señor y ayunaron aquel día hasta la tarde y ofrecieron al Señor holocaustos y sacrificios de reconciliación.
Se reunieron en Mispá, sacaron agua y la derramaron ante el Señor, ayunaron aquel día y dijeron: 'Hemos pecado contra el Señor'. Y Samuel fue juez de los israelitas en Mispá.