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Hechos 2:39 - Biblia Martin Nieto

39 Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y también para todos los extranjeros que llame el Señor Dios nuestro'.

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Biblia Reina Valera 1960

39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

39 Esta promesa es para ustedes, para sus hijos y para los que están lejos, es decir, para todos los que han sido llamados por el Señor nuestro Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

39 Porque el don de Dios es para ustedes y para sus hijos, y también para todos aquellos a los que el Señor, nuestro Dios, quiera llamar, aun cuando se hayan alejado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos llame el Señor nuestro Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

39 porque esta promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos cuantos, estando lejos, el Señor nuestro Dios se dignare llamar'.

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Hechos 2:39
41 Tagairtí Cros  

porque yo derramaré agua en el suelo sediento, y torrentes en la tierra reseca: infundiré mi espíritu en tu raza y mi bendición en tu posteridad.


Tus hijos serán todos discípulos del Señor, grande será la dicha de tus hijos.


haré brotar la alabanza en sus labios. ¡Paz al que está lejos, paz al que está cerca - dice el Señor-; yo le curaré!


En occidente se temerá el nombre del Señor, y en oriente su gloria; porque vendrá como un torrente impetuoso, empujado por el soplo del Señor.


Pero como libertador vendrá para Sión y para los convertidos de su pecado en Jacob - dice el Señor-.


No se afanarán en vano, ni engendrarán hijos destinados a la muerte, porque serán una raza bendita del Señor, y con ellos su estirpe.


Habitarán la tierra que yo di a mi siervo Jacob, donde habitaron vuestros padres. Allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos siempre. David, mi siervo, será su príncipe eternamente.


Todos los fieles circuncisos que habían venido con Pedro se extrañaban de que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los paganos,


Cuando llegaron, reunieron a la Iglesia y contaron todo lo que había hecho Dios por medio de ellos, y cómo había abierto a los paganos la puerta de la fe.


Simón ha contado cómo Dios dispuso desde el principio escoger de entre los paganos un pueblo consagrado a su nombre.


Ellos, enviados por la Iglesia, atravesaron Fenicia y Samaría, narrando la conversión de los paganos y causando un gran gozo a todos los hermanos.


Y Dios, conocedor de los corazones, dio testimonio en su favor, dándoles el Espíritu Santo, igual que a nosotros;


porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables.


Y a los que predestinó, los llamó; y a los que llamó, los justificó; y a los que justificó, los hizo partícipes de su gloria.


a saber, nosotros, a los que él llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los paganos?


son los israelitas, a los que Dios adoptó como hijos y a los que se apareció gloriosamente; de ellos es la alianza, la ley, el culto y las promesas;


Pues el marido no creyente queda consagrado a Dios por la mujer cristiana, y la mujer no creyente queda consagrada a Dios por el marido cristiano; de lo contrario, vuestros hijos serían impuros, mientras que ahora pertenecen al pueblo de Dios.


que ilumine los ojos de vuestro corazón, para que conozcáis cuál es la esperanza de su llamada, cuál la riqueza de la gloria de su herencia otorgada a su pueblo


estabais en otro tiempo sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a las alianzas, sin esperanza de la promesa y sin Dios en el mundo;


Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a la que habéis sido llamados.


Vosotros sabéis cómo vivimos en Egipto y cómo hemos cruzado a través de las naciones por las que hemos pasado.


En este sentido pedimos sin cesar por vosotros: que nuestro Dios os haga dignos de vuestra vocación y que con su poder lleve a término todos vuestros buenos deseos y la obra de vuestra fe.


que nos ha salvado y nos ha llamado a una vida consagrada a él, no por nuestras obras, sino por pura voluntad suya y por la gracia que nos ha dado en Cristo Jesús, desde toda la eternidad,


Por eso, hermanos, miembros del pueblo de Dios, partícipes de una vocación celeste, considerad al apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos, a Jesús,


Por eso es el mediador de una nueva alianza, a fin de que, consiguiendo con su muerte el perdón de los delitos cometidos en el tiempo de la primera alianza, aquellos que son llamados reciban la herencia eterna prometida.


El Dios de toda gracia que os llamó en Cristo a su eterna gloria, él mismo os perfeccionará después de un breve padecer, os confirmará, os fortalecerá y os consolidará.


Por consiguiente, hermanos, esforzaos más y más por asegurar vuestra vocación y elección; de esta manera no tropezaréis jamás


El poder divino nos ha otorgado todo lo necesario para la vida y la piedad, dándonos a conocer al que nos ha llamado por su propia gloria y su grandeza.


Harán la guerra al cordero, y el cordero los vencerá porque es el señor de señores y el rey de reyes; y con él vencerán los suyos, los llamados, los elegidos, los fieles'.


Y el ángel me dijo: 'Dichosos los invitados al banquete de las bodas del cordero'. Y añadió: 'Estas palabras de Dios dicen la verdad'.


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