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Hechos 2:38 - Biblia Martin Nieto

38 Y Pedro les dijo: 'Arrepentíos, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo para el perdón de vuestros pecados; entonces recibiréis el don del Espíritu Santo.

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Biblia Reina Valera 1960

38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

38 Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

38 Pedro les contestó: 'Arrepiéntanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el Nombre de Jesús, el Mesías, para que sus pecados sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

38 Y Pedro a ellos: ¡Arrepentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús el Mesías para perdón de vuestros° pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

38 Pedro les respondió: 'Convertíos, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo;

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Hechos 2:38
43 Tagairtí Cros  

Hasta que sobre nosotros se derrame el espíritu venido de lo alto: entonces el desierto se trocará en vergel y el vergel se cambiará en selva.


Pero como libertador vendrá para Sión y para los convertidos de su pecado en Jacob - dice el Señor-.


En cuanto a mí, éste es mi pacto con ellos, dice el Señor: Mi espíritu, que reposa en ti, y mis palabras, que he puesto en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes, ni de la boca de los descendientes de tus descendientes -dice el Señor- desde ahora y por siempre.


No les volveré más la espalda, pues derramaré mi espíritu sobre la casa de Israel, dice el Señor Dios.


Pero entonces infundiré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de buena voluntad y de súplica. Volverán sus ojos hacia el que traspasaron con la espada y harán luto por él como por un hijo único. Y llorarán por Jerusalén como se llora por el primogénito.


Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,


y diciendo: 'Convertíos, porque está cerca el reino de Dios'.


ellos confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán.


Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: 'Convertíos, porque el reino de Dios está cerca'.


y decía: 'Se ha cumplido el tiempo y el reino de Dios está cerca. Arrepentíos y creed en el evangelio'.


El que crea y sea bautizado se salvará, pero el que no crea se condenará.


y que hay que predicar en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.


La gente le preguntaba: '¿Qué tenemos que hacer?'.


Todos los profetas testifican que el que crea en él recibirá, por su nombre, el perdón de los pecados'.


Y ordenó que fuesen bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le suplicaron que se quedara con ellos algunos días.


Sabed, pues, hermanos, que por medio de éste se os anuncia el perdón de los pecados;


Después de haber sido bautizada con toda su familia, nos suplicó: 'Si consideráis que soy fiel al Señor, venid y quedaos en mi casa'. Y nos obligó a ello.


Dios, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, hace saber ahora a los hombres que todos, en todas partes, se arrepientan,


instando a judíos y griegos a convertirse a Dios y a la fe en Jesús nuestro Señor.


Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre.


a abrirles los ojos, para que pasen de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios; para que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los consagrados.


sino que, primero a los de Damasco, luego a los de Jerusalén y de todo el territorio de Judea y, por fin, a los paganos les he predicado que se arrepientan y se conviertan a Dios observando una conducta de arrepentimiento sincera.


Por tanto, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados;


Dios lo ha ensalzado con su diestra como jefe y salvador para dar a Israel el arrepentimiento y el perdón de los pecados.


Pero cuando Felipe les habló del reino de Dios y de Jesucristo, hombres y mujeres creyeron en él y se bautizaron.


Pedro le dijo: 'Al infierno tú y tu dinero, por haber creído que el don de Dios se compra con dinero.


¿No sabéis que, al quedar unidos a Cristo mediante el bautismo, hemos quedado unidos a su muerte?


Él nos ha obtenido con su sangre la redención, el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia,


nos ha salvado, no por la justicia que hayamos practicado, sino por puro amor, mediante el bautismo regenerador y la renovación del Espíritu Santo,


agua que presagiaba el bautismo, que ahora os salva a vosotros, no mediante la purificación de la inmundicia corporal sino mediante la súplica hecha a Dios por una conciencia buena la cual recibe su eficacia de la resurrección de Jesucristo,


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