Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si hace mal, yo lo castigaré con varas de hombre y con castigos corrientes entre los hombres.
Apocalipsis 3:19 - Biblia Martin Nieto Yo reprendo y castigo a los que amo; por tanto, sé fervoroso y arrepiéntete. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo corrijo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé diligente y arrepiéntete de tu indiferencia. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo reprendo y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete. La Biblia Textual 3a Edicion Yo reprendo y disciplino a todos los que amo,° sé pues fervoroso, y arrepiéntete. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo, a los que amo, los reprendo y castigo. ¡Anímate, pues, y conviértete! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. |
Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Si hace mal, yo lo castigaré con varas de hombre y con castigos corrientes entre los hombres.
¡Oh, sí, feliz el hombre que por Dios es corregido y no desperdicia la enseñanza del todopoderoso!
Al maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. En octava. Salmo de David
pues soy como un extranjero para mis hermanos, como un extraño para los hijos de mi madre.
el que acusa a los pueblos, ¿no va a castigar?; el que enseña al hombre, ¿no va a saber?
La necedad va ligada al corazón del niño, pero la vara de la corrección la aleja de él.
Señor, en la angustia te buscábamos; te hemos invocado mientras tu castigo nos hería.
Castígame, Señor, mas con justa medida, y no según tu cólera, no sea que me aniquiles.
En vano he castigado a vuestros hijos; no habéis aprendido la lección; vuestra espada devoró a vuestros profetas como un león devastador.
Porque yo estoy contigo -dice el Señor- para salvarte. Aniquilaré a todas las naciones entre las que te he dispersado. A ti no te aniquilaré; sólo te castigaré como mereces y no te dejaré pasar nada.
Escucho, escucho el lamento de Efraín: 'Me has castigado, y he sufrido el castigo como novillo indómito; haz que vuelva y volveré, pues tú eres el Señor, mi Dios.
Diles: Ésta es la nación que no ha escuchado la voz del Señor, su Dios, y que no ha aprendido la lección. ¡La verdad ha muerto, ha desaparecido de su boca!
No ha escuchado la voz, no ha aprendido la lección, no ha puesto su confianza en el Señor, no ha acudido a su Dios.
Entonces se despertaron todas las muchachas y se pusieron a aderezar sus lámparas.
Sus discípulos se acordaron que está escrito: El celo de tu casa me devora.
Y si el Señor nos castiga, es para corregirnos y para que no seamos condenados con el mundo.
como desconocidos, aunque conocidos; como moribundos, aunque estamos vivos; como castigados, aunque sin ser condenados a la muerte;
Considerad lo que esa tristeza querida por Dios ha producido en vosotros: qué solicitud, qué disculpas, qué indignación, qué temor, qué deseos, qué emulación, qué escarmiento. Demostrasteis ser totalmente inocentes en este asunto.
Lo mejor es demostrar un sano interés por los demás; pero siempre, y no solamente cuando estoy entre vosotros.
Reconoce en tu corazón que el Señor, tu Dios, te corrige como un padre lo hace con su hijo.
que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.
dichoso el hombre que soporta la prueba; porque si la ha superado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a los que le aman.
Acuérdate, pues, de dónde te has caído, arrepiéntete y vuelve a obrar como antes. Porque, si no te conviertes, iré a ti rápidamente y te quitaré el candelabro de su puesto.