Miqueas replicó: 'Escucha la palabra del Señor: He visto al Señor sentado en su trono y a toda la corte del cielo alineada a su derecha y a su izquierda.
Amós 8:4 - Biblia Martin Nieto Escuchad esto, los que aplastáis al pobre e intentáis exterminar a los necesitados, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra, Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Escuchen esto, ustedes que roban al pobre y pisotean al necesitado! Biblia Católica (Latinoamericana) A ustedes me dirijo, explotadores del pobre, que quisieran hacer desaparecer a los humildes. La Biblia Textual 3a Edicion Oíd esto vosotros, los que pisoteáis al menesteroso y destruís° a los pobres de la tierra, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escuchad esto, los que aplastáis al pobre y extermináis a los humildes del país Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oíd esto, los que devoráis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra, |
Miqueas replicó: 'Escucha la palabra del Señor: He visto al Señor sentado en su trono y a toda la corte del cielo alineada a su derecha y a su izquierda.
Expulsan a los indigentes del camino, todos los pobres del país han de esconderse.
Su boca está llena de violencia y fraude, bajo su lengua sólo hay vejación y mentira;
de todos los que dicen: 'La lengua es nuestra fuerza, los labios nuestras armas, ¿quién podrá dominarnos?'.
¿No aprenderán los malvados que devoran a mi pueblo como pan y no invocan el nombre del Señor?
que no quede un calumniador en el país y la desgracia lleve al violento a la ruina.
Al maestro de coro. Según 'Paloma que viene de lejos'. Poema de David. Cuando los filisteos le apresaron en Gat
raza cuyos dientes son espadas y cuchillos sus molares para devorar a los humildes de la tierra y acabar con los pobres del país.
¡Escuchad la palabra del Señor, jefes de Sodoma; prestad oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra!
Escuchad, pues, la palabra del Señor, los que os mofáis, jefes de este pueblo, que está en Jerusalén.
Y el profeta Jeremías dijo al profeta Ananías: 'Escucha bien, Ananías: El Señor no te ha enviado, y tú has hecho que este pueblo crea en la mentira.
Escucha, pueblo necio e insensato, que tiene ojos y no ve, oídos y no oye.
En ti se acepta soborno para derramar sangre; aceptas usura e interés, despojas con violencia a tu prójimo y te has olvidado de mí, dice el Señor Dios.
Pues bien, porque oprimís al pobre y le imponéis tributo del grano, casas de piedra labradas habéis construido, pero no las habitaréis; habéis plantado viñas deliciosas, pero no beberéis su vino.
Porque sé que son muchos vuestros crímenes y enormes vuestras injusticias. Opresores del justo, os dejáis sobornar con dádivas y atropelláis al pobre en el tribunal.
Y ahora escucha la palabra del Señor. Tú dices: No profetices contra Israel, y no vaticines contra la casa de Isaac.
Codician campos y los roban, casas y se apoderan de ellas; hacen violencia al hombre y a su casa, al dueño y a su propiedad.
Vosotros devoráis la carne de mi pueblo, desolláis su piel, quebrantáis sus huesos, le hacéis trozos como carne en la olla, como carne en una caldera.
Y pregunté: ¿Qué es? Él respondió: Es una medida de cuarenta y cinco litros. Y añadió: Éste es el pecado en toda la tierra.
'¡A y de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que cerráis el reino de Dios a los hombres! ¡No entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren!
Habéis condenado y habéis asesinado al inocente sin que él os opusiera resistencia.