Ezequiel 45 - Biblia Martin Nieto1 Cuando os repartáis por sorteo la tierra en patrimonio, reservaréis al Señor la parte sagrada del territorio: una extensión de doce kilómetros y medio de larga por diez de ancha. Este coto será todo él sagrado. 2 En el medio quedará reservado para el templo un cuadrado de doscientos cincuenta metros de lado, y en torno a él una zona libre de veinticinco metros. 3 En esta superficie medirás doce kilómetros y medio de largo por cinco de ancho; aquí estará el santuario, el lugar santo. 4 Será una porción santa del país reservada a los sacerdotes que ejercen el ministerio del santuario y se acercan al Señor para servirle; aquí podrán construir sus casas y tendrán un espacio consagrado al santuario. 5 Otro territorio de doce kilómetros y medio de largo por cinco de ancho será propiedad de los levitas, que ejercen el ministerio en el templo, con ciudades para vivir. 6 Y como propiedad de la ciudad asignaréis un terreno de dos kilómetros y medio de ancho por doce y medio de largo, paralelo a la porción del santuario; éste será para toda la casa de Israel. 7 Al príncipe le tocará un terreno a los dos lados del coto del santuario y del término de la ciudad, por la parte de occidente hacia occidente y por la parte de oriente hacia oriente, de una longitud igual a cada una de las partes, desde la frontera occidental hasta la oriental 8 del país. Ésta será su posesión en Israel. Así mis príncipes no oprimirán más al pueblo, sino que dejarán el país a la casa de Israel, a sus tribus. 9 Esto dice el Señor Dios: ¡Ya tenéis bastante, príncipes de Israel! Desistid de la violencia y la rapiña, practicad el derecho y la justicia, quitad las confiscaciones de mi pueblo, dice el Señor Dios. 10 Usad balanzas justas, pesos y medidas justos. 11 La unidad para sólidos y líquidos será igual, una décima parte de la unidad mayor, o sea, cuarenta y cinco kilos y cuarenta y cinco litros. 12 En cuanto a los pesos, la unidad será de doce gramos; la unidad mayor será de setecientos veinte gramos. 13 Ésta será la ofrenda que habréis de ofrecer: ocho kilos por cada cuatrocientos cincuenta de trigo y de cebada, respectivamente. 14 Normas para el aceite: cuatro litros y medio por cada cuatrocientos cincuenta. 15 Del ganado menor se tomará una oveja por cada doscientas del patrimonio de Israel, para las ofrendas, holocaustos y sacrificios de reconciliación para hacer el rito de absolución sobre el pueblo, dice el Señor Dios. 16 Toda la población del país estará obligada a presentar tal ofrenda al príncipe de Israel. 17 Mas el príncipe se ocupará de los holocaustos y de las ofrendas de pan y vino en las solemnidades, novilunios y sábados, en todas las fiestas en que se congrega la casa de Israel. Él tendrá que proveer lo necesario para el sacrificio por el pecado, la ofrenda, el holocausto y los sacrificios de reconciliación para hacer el rito de absolución sobre la casa de Israel. 18 Esto dice el Señor Dios: El día uno del primer mes tomarás un novillo sin defecto y realizarás el rito de expiación del santuario. 19 El sacerdote tomará de la sangre del sacrificio por el pecado y la derramará sobre las jambas del templo, sobre los cuatro ángulos del zócalo del altar y sobre las jambas del pórtico del atrio interior. 20 De la misma manera haréis el día siete del mes en favor de todo aquel que haya pecado por inadvertencia o ligereza. Así harás la expiación del templo. 21 El día catorce del primer mes celebraréis la fiesta de la pascua, y durante siete días se comerá el pan sin levadura. 22 El príncipe ofrecerá aquel día por él y por todo el pueblo del país un novillo en sacrificio por el pecado. 23 Durante siete días de la fiesta ofrecerá un holocausto al Señor cada día, siete novillos y siete carneros sin defecto, y un macho cabrío en sacrificio por el pecado; 24 ofrecerá cuarenta y cinco kilos por novillo, cuarenta y cinco por carnero y siete litros y medio de aceite por cada cuarenta y cinco kilos. 25 El día quince del séptimo mes, con ocasión de la fiesta, hará igualmente durante aquellos siete días, tanto en lo referente a los sacrificios por el pecado como a los holocaustos, las ofrendas y el aceite. |
Evaristo Martín Nieto©