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1 Samuel 2:2 - Biblia Martin Nieto

Nadie como el Señor es santo -fuera de ti no hay otros-, no hay roca como nuestro Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

No hay santo como Jehová; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio como el Dios nuestro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Nadie es santo como el Señor! Aparte de ti, no hay nadie; no hay Roca como nuestro Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

No hay otro Santo que Yavé, nadie hay fuera de ti ni otra roca fuera de nuestro Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Nadie hay sagrado como YHVH, Porque no hay nadie como Tú, Ni hay Roca como el Dios nuestro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No hay santo como Yahveh, no hay otro fuera de ti, ni hay roca como nuestro Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No hay santo como Jehová: Porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay Roca como nuestro Dios.

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1 Samuel 2:2
37 Tagairtí Cros  

mi Dios, mi roca, donde yo me refugio, mi escudo protector, mi salvación, mi asilo. Tú me salvas de la violencia.


¿Quién es Dios fuera del Señor? ¿Quién es roca fuera de nuestro Dios?


Eres grande, Señor; no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, como hemos oído.


dijo: 'Señor, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni arriba en los cielos, ni abajo en la tierra. Tú guardas la alianza y la fidelidad con tus siervos que siguen tus caminos de todo corazón.


Envió a su pueblo la liberación y estableció para siempre la alianza: santo es su nombre y venerable.


Oh Dios, su camino es perfecto, la palabra del Señor se cumple siempre, él es el escudo de los que se refugian en él.


Tu justicia, oh Dios, llega hasta las nubes; tú has hecho grandes cosas; oh Dios, ¿quién hay como tú?


sé tú mi roca de refugio, la fortaleza de mi salvación; sí, tú eres mi roca y mi fortaleza.


¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, no me gusta ya la tierra.


Entre los dioses, Señor, no hay nadie como tú ni hay obras semejantes a las tuyas.


Los cielos, Señor, cantan tus maravillas, y tu lealtad en la asamblea de los santos.


Dios es temible en el consejo de los santos, grande y terrible para todo su cortejo.


Alabado sea su nombre grande y terrible, Dios es santo.


Alabad al Señor, nuestro Dios, hincaos de rodillas ante el estrado de sus pies. Dios es santo.


Alabad al Señor, nuestro Dios, hincaos de rodillas ante su monte santo. El Señor, nuestro Dios, es santo.


¿Quién igual a ti, Señor, entre los dioses? ¿Quién igual a ti, sublime en sabiduría, tremendo en gloria, autor de maravillas?


¿Con quién se puede comparar a Dios, dónde encontraréis su semejante?


Esto dice el Señor, rey de Israel, su redentor, el Señor omnipotente. Yo soy el primero y el último, no hay otro dios fuera de mí.


No os asustéis, no temáis. ¿No os lo di a conocer y os lo anuncié yo hace mucho? Vosotros sois testigos: ¿Hay dios fuera de mí o raza alguna? ¡Yo no lo conozco!


Pues esto dice el altísimo, el excelso, el que habita una morada eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en una morada excelsa y santa, pero también estoy con el hombre arrepentido y humilde, para reanimar el espíritu de los humildes, para reconfortar el corazón afligido.


Y se gritaban el uno al otro Santo, santo, santo, Señor todopoderoso; la tierra toda está llena de su gloria.


Nadie hay semejante a ti, Señor; tú eres grande, y grande es tu nombre poderoso.


Yo soy el Señor, vuestro Dios; vosotros debéis santificaros y ser santos, porque yo soy santo; no os contaminéis con esos bichos que se arrastran por el suelo.


Yo soy el Señor, que os he sacado de Egipto para ser vuestro Dios; vosotros seréis santos, porque yo soy santo.


'Di a toda la comunidad de los israelitas: Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.


Pues todo lo que ha sido escrito en el pasado, lo fue para nuestra enseñanza, a fin de que por la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras tengamos esperanza.


Dichoso aquel a quien el Señor no le tiene en cuenta su delito. La circuncisión, señal de la justicia por la fe.


¡Señor, Señor! Tú has comenzado a mostrar a tu siervo la grandeza y el poder de tu brazo, pues ¿qué Dios hay en los cielos o en la tierra que iguale tus obras y tus hazañas?


y dijo: Voy a volverles las espaldas y veremos qué pasa en adelante, / pues es una generación pervertida, / hijos desleales.


Ved ahora que soy yo, / que soy el único, / y que no hay Dios alguno más que yo. / Soy yo el dueño de la muerte y de la vida. / Yo hiero y yo curo. No hay nadie que se libre de mi mano.


Él es la roca, sus obras son perfectas, / todos sus caminos son la justicia misma; / el Dios fiel, en él no hay maldad; es justo y recto.


Te ha hecho ver todo esto para que sepas que el Señor es el verdadero Dios y que no hay otro.


Reconócelo y medítalo en tu corazón: el Señor es Dios allá arriba en los cielos y aquí abajo en la tierra; es él, y no hay otro.


pues así lo dice la Escritura Sed santos porque yo soy santo