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2 Samuel 22:3 - Biblia Martin Nieto

3 mi Dios, mi roca, donde yo me refugio, mi escudo protector, mi salvación, mi asilo. Tú me salvas de la violencia.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. Él es mi refugio, mi salvador, el que me libra de la violencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 El es mi roca, en él me refugio. Es mi escudo, mi salvación, mi ciudadela y mi refugio: mi salvador me salva de la violencia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Dios es mi Roca, en Él me refugiaré; Mi escudo, y el cuerno de mi salvación, Mi alto refugio, y mi Salvador. De la violencia me libraste.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 mi roca, mi torreón y mi refugio, él es mi escudo y mi fuerza salvadora, mi Dios y el fortín a que me acojo, mi escudo, mi defensa y mi castillo.

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2 Samuel 22:3
52 Tagairtí Cros  

Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: 'No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande'.


El camino de Dios es perfecto, la palabra del Señor se cumple siempre; escudo es de los que se refugian en él.


¡Viva el Señor, bendita sea mi roca! Alabado sea Dios, el Dios de mi victoria,


Tú me libraste de furiosos enemigos, me haces triunfar sobre mis agresores, me libras del violento.


Él da grandes victorias a su rey y otorga su favor a su mesías, a David y a su descendencia para siempre'.


El Dios de Jacob ha hablado, la roca de Israel me ha dicho: el que gobierna a los hombres con justicia, el que gobierna con temor de Dios,


se burlan de las esperanzas de los pobres, pero el Señor es su refugio.


Al maestro de coro. Salmo de David


que lluevan sobre ellos carbones encendidos, que se hundan en el abismo y ya no se levanten;


aguzan su lengua como las serpientes, veneno de víbora tienen en sus labios.


Cuando estoy deprimido, tú sabes dónde voy. En mi camino me han escondido un lazo.


mi amor, mi fortaleza, mi ciudadela y mi libertador, el escudo con el que me protejo, el que somete a los pueblos bajo mi poder.


Él me dará cobijo el día de la desgracia, me esconderá en lo oculto de su tienda, me subirá a lo alto de la roca;


El Señor es mi fortaleza, él es mi escudo; mi corazón confió en él, y él me socorrió; me alegro de todo corazón y le doy gracias cantando.


cuántos los que dicen de mi vida: 'Ya ni Dios lo salva'.


Tú eres mi refugio, me guardas de la angustia, me rodeas con cantos de victoria.


Al maestro de coro. Cántico de los hijos de Coré. Según: 'Las vírgenes...'


Dejad las armas, reconoced que yo soy Dios, por encima de las naciones, por encima de la tierra.


Dios es nuestro refugio y fortaleza, un socorro seguro en momentos de angustia;


Bramaron las naciones, vacilaron los reinos, él levantó su voz y la tierra se deshizo.


Que se alegren en cambio los que en ti confían, que siempre estén alegres, porque tú los proteges; que se gocen en ti los que aman tu nombre.


a toda prisa buscaría un refugio contra la tempestad y contra el viento.


vagan buscando qué comer, y si no logran saciarse, pasan la noche aullando.


Desde el fin de la tierra hacia ti clamo cuando me falla el corazón; súbeme a la roca, que está muy alta para mí,


He sido un prodigio para muchos, pues tú has sido mi refugio seguro.


él los defenderá contra la explotación y la violencia, su sangre tendrá un gran precio ante sus ojos.


Un día en tus atrios vale más que mil: prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios a vivir en la casa del malvado.


Señor, Dios omnipotente, escucha mi plegaria; atiéndeme, oh Dios de Jacob;


Oh Dios, unos arrogantes se alzan contra mí, una banda de violentos quiere acabar conmigo, y tú les tienes sin cuidado.


El Señor es refugio para los oprimidos, su refugio en los tiempos de la angustia.


juzga al mundo con justicia, dicta sentencia a las naciones.


Mi fortaleza y mi cántico es el Señor, él fue mi salvación; él es mi Dios, yo le alabaré; el Dios de mi padre, lo ensalzaré.


El nombre del Señor es torre fuerte, en ella se refugia el justo y está seguro.


Toda palabra de Dios es acrisolada; él es un escudo para los que en él se refugian.


Dios es mi salvador; confío en él, no temo, porque mi fuerza y mi júbilo es el Señor; él es mi salvación.


Cada uno será como un refugio contra el viento y un abrigo contra la tempestad; como corrientes de agua en tierra seca, como la sombra de una gran peña en tierra ardiente.


Hablad, exponed vuestras pruebas, deliberad unos con otros. ¿Quién ha manifestado esto desde antiguo? ¿No fui yo, el Señor? No hay otro dios más que yo. Dios justo y salvador, no existe otro fuera de mí.


Oh Señor, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de la tribulación; a ti vendrán las naciones desde los confines de la tierra y dirán: Sólo mentira poseyeron nuestros padres, vanidad e impotencia.


porque esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Voy a suprimir de este lugar, a vuestros ojos y en vuestros días, los gritos de gozo y algazara, los cantos del esposo y de la esposa.


y mi espíritu se regocija en Dios, / mi salvador, /


nos ha suscitado un poderoso salvador en la casa de David, su siervo, /


que nos libraría de nuestros enemigos / y de la mano de todos los que nos odian, /


Entonces les dirá: / ¿Dónde están sus dioses, / la roca en que buscaban su refugio,


Él es la roca, sus obras son perfectas, / todos sus caminos son la justicia misma; / el Dios fiel, en él no hay maldad; es justo y recto.


¡Dichoso tú, Israel! / ¿Quién como tú, pueblo vencedor? / Dios es el escudo que te protege, / la espada en marcha / que te conduce al triunfo. / Te adularán tus enemigos / para corromperte, / pero tú aplastarás su orgullo'.


Pero Dios, nuestro Salvador, al manifestar su bondad y su amor por los hombres,


que derramó abundantemente sobre nosotros por Jesucristo, nuestro Salvador,


Y además: En él pondré mi confianza. Más todavía: Aquí estoy yo con los hijos que Dios me ha dado.


Ana oró de esta manera: 'Tengo el corazón alegre gracias al Señor, la frente alta gracias a Dios y la boca abierta contra mis enemigos; yo me regocijo en tu victoria.


Nadie como el Señor es santo -fuera de ti no hay otros-, no hay roca como nuestro Dios.


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